A la maestra, con cariño

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José Luis Fiori.*

“Yo personalmente ya fui a la cárcel, sin saber porqué, dado que soy sólo una rebelde, por lo que escribo, por lo que bramo… Pero a veces quiero decir lo siguiente: ya estoy vieja y cansada, aunque no renuncio. ¡No renuncio! Yo considero que hay que estudiar más, profundizar, ahondar el análisis, batallar”. 
María da Conceiçâo Tavares (en Jornal dos economistas, Corecon, RJ, Nº 181, pag. 8 y 11).

 María da Conceiçâo Tavares cumple 80 años el día 24 de abril de 2010. Matemática, economista, intelectual con vasta formación histórica, filosófica y literaria, profesora, militante, diputada federal, hincha fanática del Vasco da Gama y de la Mangueira, María da Conceiçâo se transformó en los últimos 50 años en una figura pública emblemática, y en una referencia decisiva dentro de la vida cultural e intelectual brasileña.

Conceiçâo nació en un pueblo, del interior de Portugal, cerca de Anadia, en la región de Aveiro. La familia de su madre era católica y monárquica, pero su padre era anarquista, y esta división familiar, ideológica y política marcó toda su infancia, vivida en plena dictadura salazarista y durante la Guerra Civil Española.

En 1953, María da Conceiçâo se graduó en Matemática, en la Universidad de Lisboa, y poco después se trasladó a Brasil, a los 23 años, algunos meses antes del suicidio de Getulio Vargas.  En varios relatos sobre su propia vida, María da Conceiçâo confiesa que se dejó contagiar inmediatamente por el “optimismo brasileño de la década de 1950”, y por la intelectualidad carioca, apasionada por el sueño de Brasilia, del Plan de Metas[1], de la Bossa Nova, y del Desarrollismo, cantado en verso y en prosa en los salones intelectuales de Río de Janeiro, liderados por la generación de Darcy Ribeiro, Mario Pedrosa y Aníbal Machado. Al lado de los nacional-desarrollistas del ISEB (Instituto Superior de Estudios Brasileños) y de la generación de cientistas que comenzaba a reunirse en aquella época en torno de la SBPC  (Sociedad Brasileña para el Progreso de la Ciencia). 

En 1960 María da Conceiçâo Tavares se formó en Economía, en la Universidad Federal de Río de Janeiro, donde fue alumna y asistente de Otavio Gouveia de Bulhôes, al mismo tiempo que trabajaba con Inácio Rangel y con los economistas heterodoxos del Banco Nacional de Desarrollo Un poco después, ya en las oficinas de la CEPAL, en Río de Janeiro,  Conceiçâo estableció relaciones personales e intelectuales definitivas con Celso Furtado, Anibal Pinto y Raúl Prebisch.

Y fue así, con un pié en la ortodoxia neoclásica, otro en la heterodoxia estructuralista y con una fuerte formación marxista y keynesiana, que María da Conceiçâo ingresó al debate económico latinoamericano, al publicar, en 1963, un artículo clásico sobre el “auge y la declinación del proceso de sustitución de importaciones”, donde ella explicaba, de forma pionera, los límites estructurales de la estrategia de industrialización que era preconizada –en aquél momento– por casi todos los economistas desarrollistas.

A partir de allí, en las décadas siguientes, Conceiçâo participó de casi todas las grandes polémicas económicas del Brasil y del continente: ya en los años 60, ella criticó la “tesis del estancamiento” de Celso Furtado, y de los “teóricos de la dependencia”; en los años ´70, denunció los límites financieros del modelo de crecimiento adoptado por el gobierno militar brasileño; en el inicio de los 80, participó intensamente de la discusión sobre el origen y la naturaleza e la crisis económica y de la hiper-inflación en el Brasil; y durante la década del 90 escribió numerosos artículos y libros criticando las políticas y reformas neoliberales asociadas a la ideología de la globalización.

Finalmente, María da Conceiçâo escribió dos trabajos de largo aliento, sobre el “movimiento cíclico de la economía brasileña”, que se transformaron en sus tesis de doctorado, en 1974, en la UNICAMP, y de Libre Docencia, en la UFRJ de la FGV-RJ, de la CEPAL, de la Universidad de Chile, Universidad Nacional de México, y de la Universidad de Campinas, donde tuvo un papel decisivo, en la formación de su escuela de economía.

Después del golpe militar de 1964, María da Conceiçâo  vivió en Chile, en México y en Francia, antes de regresar a Río de Janeiro, y ser encarcelada en 1974. En Chile, Conceiçâo participó del equipo económico del gobierno de Salvador Allende, y después, ya de vuelta en Río de Janeiro, militó en la lucha por la redemocratización brasileña dentro del PMBD, donde ayudó a formular su primer programa de gobierno, que se llamó Cambio y Esperanza, y fue escrito en 1982.

Una década después, María da Conceiçâo Tavares ingresó al Partido de los Trabajadores, y fue electa diputada federal por Río de Janeiro, en 1994. Hoy, mirando en perspectiva, se puede ver con claridad el papel decisivo que sus ideas tuvieron en la formación del “pensamiento económico de la UNICAMP”, que hoy es hegemónico dentro del segundo  gobierno de Lula; y también, en la inflexión tardía y “desarrollista” del PT, partido que se formó en el inicio de los años 80, sin ninguna concepción económica propia, y bajo la fuerte influencia de las ideas antiestatistas, antinacionalistas y antigetulistas de casi toda la intelectualidad paulista, liberal y marxista desde los años 50.

Sumando y restando, María da Conceiçâo Tavares, en toda su vida fue sobretodo una profesora y una humanista que enseñó a varias generaciones –dentro y fuera de Brasil– a pensar en el mundo con pasión, pero con absoluto rigor analítico; con coraje, pero con total lucidez; con espíritu crítico pero con gran optimismo histórico; con rebeldía anárquica pero con un profundo sentido de compromiso con su pueblo y con las angustias de su tiempo.

Además de esto, en todos los lugares donde estuvo, Conceiçâo fue siempre una mente provocadora e incapaz de acobardarse o de negar su propio pasado. Pocos profesores en el mundo, al llegar a los 80 años, podrán asistir –como ella– a una elección de la importancia como la que se realizará en Brasil en octubre, y saber que los dos principales candidatos a la presidencia de la República, fueron alumnos suyos, y se consideran, hasta hoy, sus discípulos. Felicidades y gracias, María da Conceiçâo.

[1] Plan Quinquenal lanzado por Juscelino Kubitschek durante su gobierno (1956-1961).

* Profesor de economía política en la Universidad Federal de Río de Janeiro.
Integra el Consejo Editorial de www.sinpermiso.info –donde se publicó este artículo en traducción al castellano de Carlos Abel Suárez.

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