Álvaro Cuadra / Política y Universidad

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Las universidades fueron antaño, aquellos espacios en que se fraguó la República. Chile era pensado por artistas, intelectuales, académicos y estudiantes en las distintas facultades de la universidad, allí se concebían las grandes utopías que luego se disputaban en el espacio público. Lo que acontecía en las elecciones universitarias, era observado con atención por el resto del país, pues ello era el mejor índice de las nuevas ideas y tendencias.


La universidad era concebida como un lugar privilegiado, una suerte de conciencia crítica de la sociedad, como solía decirse.

En la actualidad, el papel de la universidad ha sido relegado a un segundo o tercer lugar. De hecho, su participación de la vida política es más bien mínima e indirecta, la mayoría de las veces en calidad de entidades consultoras para realizar estudios y sondeos. Tal es el caso, por ejemplo, de los aportes de la prestigiosa Universidad Diego Portales que elaboró una interesante encuesta hace algunas semanas. Algunas veces, algunos académicos participan sea como expertos o líderes de opinión con esporádicas columnas en los medios de comunicación. Esto nos llevaría a concluir que, en la actualidad, la universidad ha perdido su papel protagónico frente a los grandes debates nacionales.

Tal conclusión, sin embargo, bien pudiera ser engañosa. Es cierto que, el papel que jugaban las universidades en aquella República Ilustrada, ha sido sustituido por los poderosos medios de comunicación. También es cierto que los grandes escrutadores de opinión son centros altamente especializados y que las estrategias políticas se juegan en los llamados “Think Tanks” de las distintas tiendas políticas. Pero no es menos cierto que en el actual proceso electoral dos de las cuatro candidaturas están ligadas directamente a una casa de estudios superiores.

Los que fueron candidatos a la Presidencia, Marco Enríquez-Ominami y  Jorge Arrate tienen alguna relación con la Universidad de Arte y Ciencias Sociales (ARCIS). Un antecedente del mayor interés a la hora de reflexionar sobre el papel de las universidades y la política en la sociedad chilena actual. Esta universidad, de algún modo, contesta el dogma mercantil que quiere hacer de las universidades un lugar políticamente aséptico, reivindicando aquel imperativo cívico-moral que orientaba el quehacer académico hacia los grandes problemas nacionales.

Las instituciones universitarias están llamadas a enriquecer el debate democrático, aportando una reflexión crítica y serena fundamentada en el conocimiento y la confrontación de ideas. Universidad, sociedad y democracia son tres conceptos indisociables a la hora de pensar el mañana de nuestro país. De manera que, el nexo entre las candidaturas mencionadas con una universidad no sólo prestigia a dicha casa de estudios sino que señala un camino hacia la profundización de nuestra democracia.
 

Álvaro Cuadra es doctor en semiología por la Universidad de La Sorbona, Francia, e investigador y docente de la Escuela Latinoamericana de Postgrados, Universidad ARCIS, Chile.

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