Argentina: buques toman agua del río Paraná y la venden a granel

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Argenpress.*

No caben dudas de que la crisis del agua –que, como las petróleo, anuncia nuevas guerras de conquista y pillaje– saltó al horizonte de las preocupaciones que se tornan urgentes. Por ahora son naves de comercio bajo banderas civiles; el mañana se vuelve peligroso y la pregunta es: ¿pueden los Estados suramericanos proteger sus reservas y cursos de agua? La información habla por sí misma.

La ONG ecologista Río Paraná denuncia venta de agua de ríos argentinos a través de la internet. "Es una historia de piratas. Vienen en barco, se llevan el agua y la venden al otro lado del Atlántico sin mayores restricciones de la estructura jurídica nacional o provincial", denuncian.

Desmedido y paradójico, así es como empresas internacionales venden el agua de los ríos argentinos a Medio Oriente y África. El agua dulce, dada su escasez en el planeta (tres por ciento del total), asoma como el mayor conflicto geopolítico del siglo XXI. Así lo advirtió Proyecto Sur durante un acto en defensa del Atlántico Sur.

Argentina dispone de 22.000 metros cúbicos por habitante al año, lo cual es mucho, pero mal distribuida: dos tercios de su territorio es árido o semiárido. En este escenario, la empresa Makhena SA, con sede en Miami y sucursal en Buenos Aires, ofrece por internet agua dulce de los ríos de la llanura argentina, entre los que se encuentra el Paraná.

Así se observa en el sitio www.makhena.com, en un negocio redondísimo:
"Agua dulce a granel.
"Comercialización de agua dulce de río.
"Características: Agua dulce, cruda, sin tratamiento. Origen: Ríos de llanura. "Cantidades: entre 60.000 y 70.000 toneladas por envío.
"Usos: Potabilización y consumo, riego, etc. Transporte: buques tanque", se lee en el sitio.

Y argumentan:
"El agua es un elemento insustituible para el sostenimiento de la vida humana y el resto de los seres vivos, siendo al mismo tiempo un insumo imprescindible en innumerables procesos productivos. A pesar de ser renovable, la escasez del agua se manifiesta gradualmente a medida que aumentan las demandas y los conflictos por su uso", para vender este recurso a precios altísimos.

En concreto: se llevan el agua del litoral del país como lastre de los barcos. Cualquier buque, para poder navegar, tiene que estar lastrado, con cierto peso para mantenerlo equilibrado. Para que pueda navegar sin zozobras, debe cargar cierto volumen en sus bodegas, así, descargan la mercadería en puerto argentino y cargan agua dulce (también en puerto argentino) “para la vuelta”, y la venden en los mercados de Oriente Medio, África y Europa donde luego la potabilizan.

La cargan en el Paraná porque el agua está menos contaminada que en el Río de la Plata.

Hasta ahora no hay ninguna ley que regule el tráfico clandestino de agua dulce; lo hacen impunemente a la vista de todo el mundo y en las propias narices de la Prefectura Naval argentina, que sabe lo que hacen pero que no tienen los instrumentos jurídicos para poder actuar.

Mientras tanto, por los ríos del Delta del Paraná los vemos navegar todos los días, llevándose nuestros recursos naturales en sus bodegas –gratuitamente.

* www.argenpress.info –que cita como fuente a INFOSUR.

Addenda

Makhena SA tiene oficinas en la calle Perú 655 6º piso, Buenos Aires, y en Miami en el "mall" Ópera Plaza.

Del aviso que se transcribió en el cuerpo del artículo se desprende que sus directivos están al tanto de las implicancias económicas y sociales que general la imposibilidad de cubrir mundialmente la demanda de agua: "A pesar de ser renovable, la escasez del agua se manifiesta gradualmente a medida que aumentan las demandas y los conflictos por su uso".

Como se aprecia, en ninguna parte se menciona el origen exacto del agua. Tampoco del otro objeto de depredación: los bosques. Porque otro anuncio en la misma página, ofrece al mundo carbón vegetal.

Cantó, hace años, Joan Manuel Serrat: "Nos han declarado la guerra".
 

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1 comentario
  1. matias schneider dice

    Para mi lo que están haciendo con el agua de el río Parana es una estafa total, porque si nos ponemos a pensar el río tiene mucha agua y Argentina es unos de los países que mas agua dulce tiene en el mundo, pero si se la siguen llevando de la manera que se la llevan se agotará y los que nos perjudicaremos somos nosotros, y los politicos cuando no sepan que hacer sin agua no se van a poder tomar la plata.

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