CRUZADA MUNDIAL CONTRA EL TRÁFICO HUMANO

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

fotoCosta dijo que la campaña «Está destinada a crear un marco para otras iniciativas inconexas que se han realizado hasta ahora. Estamos hablando de crear un contexto en el que cada iniciativa se hará más relevante y como consecuencia tendrá mayor alcance en términos de impacto».

El primer paso será realizar una campaña de información mundial durante todo este año. También se prevé la creación de un fondo especial para financiar actividades a partir de 2008. «Todavía estamos en una etapa preparatoria. El lanzamiento de nuestra iniciativa global tiene el objetivo de hacer que las personas estén al tanto de que se está haciendo mucho. Tenemos que atraer a este ejercicio a todos los que luchan por la libertad», afirmó.

La UNODC señala que el problema del tráfico de personas ha alcanzado «proporciones epidémicas durante la última década», y que la mayoría de las víctimas son mujeres y adolescentes, cuyo destino es la prostitución forzada.

El lanzamiento de la iniciativa coincidió con el bicentenario de la abolición del comercio de esclavos en el imperio británico. Con tal motivo se prevé la realización de una serie de encuentros que concluirán en Viena con la Conferencia internacional contra el tráfico humano, entre el 27 y el 29 de noviembre. La trata de personas, sea para explotación sexual o trabajo forzado, es un problema que afecta a todas las regiones del planeta.

Según expertos, nas 2.5 millones de personas en todo el mundo están bajo las redes de los traficantes. Sin embargo, la UNODC señaló que «los verdaderos números son desconocidos, pues hay muchas víctimas sin identificar».

El gobierno de Estados Unidos estima que entre 600.000 y 800.000 personas son traficadas a través de las fronteras internacionales cada año.

El tráfico humano se ha convertido en un gran negocio, que según estimaciones de la ONU asciende a unos 32.000 millones de dólares al año. De esta cifra, unos 10.000 millones de dólares corresponden a la «venta» de las personas, y el resto a las ganancias de actividades o productos hechos por las víctimas para sus explotadores.

«El problema del tráfico humano y las formas resultantes de esclavitud moderna no conoce fronteras, no tiene pasaportes. Sin embargo, si se miran las causas, se entiende mejor dónde se localiza geográficamente», dijo Costa. En gran medida, añadió, «la primera causa son las condiciones socioeconómicas que hacen a las personas vulnerables y disponibles para cualquier cosa, incluyendo el riesgo de ser presa de los traficantes y convertirse en esclava.

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«En segundo lugar, en algunas culturas los padres venden a sus hijas para poder sobrellevar las dificultades económicas». El tráfico es alimentado por la constante demanda: «Hay personas que buscan sexo exótico, y otras que compran alfombras o materias primas baratas producidas por niños y niñas con sus propias manos».

Puntualizó en otro tramp que, en el pasado reciente, se han visto involucrado en este comercio «muy importantes productores de artículos deportivos. Sabíamos que estos eran fabricados a mano en aldeas bajo condiciones de esclavitud. Es una muy amplia gama de problemas».

Consultado sobre el tráfico desde el este hacia el oeste de Europa, Costa dijo que las dificultades económicas en los ex países comunistas «crearon el deseo de migrar bajo cualquier condición, y el crimen organizado se aprovecha de eso (…) Sobre todo, las jóvenes son muy vulnerables al tráfico». No obstante, subrayó la importancia de no centralizar el problema en Europa oriental, ya que está presente de igual manera en otras regiones del mundo.

El estudio de la UNODC Tráfico de personas: patrones globales, identifica a Albania, Belarús, Bulgaria, China, Moldova, Tailandia y Ucrania entre los principales países desde donde se trafican personas. Alemania, Bélgica, Estados Unidos, Holanda, Israel, Italia, Japón, Turquía y también Tailandia, por otra parte, son los destinos más comunes de estos esclavos modernos.

El Protocolo de la ONU Contra el Tráfico de Personas, en vigencia desde diciembre de 2003, ha sido firmado y ratificado por más de 110 países, pero los gobiernos parte y sus sistemas judiciales aún no lo han puesto efectivamente en práctica, señaló la UNODC : «Pocos criminales son condenados, y la mayoría de las víctimas nunca reciben ayuda. Muchas de éstas incluso son condenadas por delitos como ingreso o residencia ilegal en el país».

Los principales socios en la nueva iniciativa serán los gobiernos, pues estos «tienen la capacidad directa de poner fin al tráfico», subrayó Costa. «Lo que intentamos hacer con esta iniciativa es enfrentar a los gobiernos y decirles: si firmaron esto, ahora deben cumplirlo. Nosotros proveeremos los recursos para ayudar a los países en términos de leyes nacionales, castigo a los traficantes, rescate de las víctimas y prevención a los más vulnerables».

La iniciativa contará con la colaboración de organizaciones religiosas «y en especial grupos de la sociedad civil». Estos grupos «han sido nuestros oídos y ojos en el terreno, identificando las condiciones de las víctimas y colaborando en operaciones de rescate».

Una gran parte de los nuevos recursos para combatir el tráfico humano irá para las organizaciones de la sociedad civil, adelantó Costa.

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* Periodista de Inter Press Service (www.ipsnoticias.net).

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