Cultura, política, educación: Leopard o leopardo: «homo homini lupus»

1.579

Álvaro Leiva.*

¿Cuántos menos tanques y otros implementos y gastos fiscales son necesarios para darle a las actuales y futuras generaciones lo que tienen derecho pleno a exigir, que es educación digna, igualitaria, laica y gratuita?. La pregunta se formula en esta publicación y remite a un interrogante planteado hace un tiempo por el actor Julio Jung a propósito de recursos para la cultura. Vamos a revisar algunas, devastadoras por tratarse de gastos del Estado, institución que tiene como principio “hobbesiano” la idea de un estado en permanente guerra contra todos, interminable e invisible como en el libro de Orwell 1984.

Si es cierto que unos cuantos Leopard 2a4 para ataque nocturno pueden solventar la deuda morosa de aquellos que se reciben hoy o mañana de carreras profesionales y técnicas, más cierto aún cuando las cifras superan a veces las arcas fiscales de una o varias universidades juntas.

En primer lugar cabe resaltar un único dato como argumento irrefutable: en el año 2007 la república de Chile hizo que su flamante ejército se agenciara 132 tanques Leopard 2a4, cada uno con un valor aproximado a 12 millones de dólares. Una buena pregunta para la PSU sería la premisa de cuántos tanques se necesitarían para dar una educación libre, digna y gratuita, si cada tanque equivale en moneda nacional a la suma aproximada de 6.000 millones de pesos. Convengamos que 132 unidades multiplicadas por 6 mil millones arroja un guarismo no menos estrafalario de 792.000 millones de pesos.  Qué cifra más abultada para un solo batallón de infantería ubicado en Iquique, al interior, en el desierto más árido y, en donde para rematar, un poeta escribió “ni pena ni miedo”.

Tanques con objetivo de alcance de 3.500 metros que dejan una estela de humo en su avance romano lírico. El enemigo puede ser peruano, boliviano, argentino, mapuche o aymará; gay, anarquista, vegano, antroposófico, venusiano, marciano, da igual. La doctrina de seguridad nacional de Pinochet y Chacarilla Boys, que la era Bush rebautizó en el norte como Homeland Security, dota a la humanidad con armas que ninguna facultad de ciencias de la educación sería capaz de imaginar.

Thomas Hobbes (1588-1679) plantea en su célebre frase "homo homini lupus" —el hombre es el lobo del hombre— que somos animales intrínsicamente peligrosos, por lo tanto prevenir el mal del otro es un simple acto de bondad, patriotismo y razón. La misma razón que llaman los ministros del bondadoso S.P. cuando se refieren a los estudiantes marchando, organizándose, desenchufándose de este sistema “hobbesiano-orwelliano” blindado con los lobos-leopardos dotados de GPS. Pero la guerra es siempre eminente y los hombres lobos esperan la medianoche  y, con su mejor corbata tricolor, aparecer en pantalla (la de Murdoch) para nuevamente advertir del peligro y ofrecer cordura, razón forzada leopardina 2a4 más un fajo de billetes de poliuretano, por si pasa.

Eso sí, los verdaderos leopardos no se devoran entre sí; esos que forjados a la luz de la razón fueron arrebatados de sus cuevas, quedaron huérfanos; convertidos en mendigos recorrieron ciudades iluminadas; acudieron a los gritos de otros leopardos y lobos, que cansados de comer de la mano del amo omnipotente; muertos de “miedo y de pena” por ver a su especie aprisionada en las granjas de ostentosos, en un estado de tristeza gigante que hizo que esa medianoche fuera eterna, final.

Así nos sentimos los padres, hijos, nietos, sobrinos, familias enteras de ciudadanos sin tierra, sin educación para la libertad, para el amor y la trascendente era que se nos avecina. Así de rabiosos empuñamos una vez más las banderas de leopardos verdes, negros, cobrizos entre tanta mentira, desidia, soborno, ignorancia y prepotencia de los poderosos que llaman a estos muchachos, infantes terribles que les toca ahora y para siempre la difícil “tarea para la calle”.

¿Y los tanques? ¿Y la deuda universitaria? Saque cuenta ministro “Bulnes”, “Valín”, por último, ya los muchachos sin razón le confeccionarán un tanquecito cartón piedra o de papel maché para que “Sir Vidal” pueda hacer el numerito “hobbesiano-orwelliano” acompañado ahora de un Allamand 2.0. ¡Váyanse todos a la conchesuma!
 
 
* Poeta, doctor en Filosofía, integró el comité editorial de la revista Piel de leopardo.
(http://volcanquetrupillan.blogspot.com).

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.