EEUU: La Florida contra Rafael Izquierdo. – CUANDO LOS NIÑOS SON UN ARMA

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

El Departamento de Niños y Familias (DCF) es más conocido por su letargo que por su fiereza. Sin embargo, cuando se trata de luchar contra Rafael Izquierdo, un padre cubano que vino a Estados Unidos a recuperar la custodia de su hija de cinco años, el DCF súbitamente despliega un celo y una determinación de los que la agencia siempre ha carecido en el desempeño de sus deberes esenciales, tales como seguirle la pista a los niños bajo su propio cuidado. ¿Qué es lo que explica esta nueva ferocidad?

Desafortunadamente, lo que ha estado sucediendo en un tribunal de Miami en semanas recientes no es evidencia de un nuevo y mejorado DCF, sino de algo mucho más preocupante: el espectáculo de una agencia estatal que inventa un caso en contra de un padre, un caso motivado por consideraciones políticas e ideológicas.

Esta es una aseveración fuerte, pero lo demuestra la naturaleza de los argumentos que los abogados del DCF utilizaron para impugnar la capacidad del padre, y la declarada intención de seguir luchando para que la niña permanezca bajo la custodia de padres adoptivos que viven en Miami, incluso si la jueza falla que Izquierdo está capacitado para tener la custodia de su hija.

Es más: los abogados del DCF han presentado un caso tan exagerado que la jueza Jeri B. Cohen a veces no ha sido capaz de contener su incredulidad y consternación ante los argumentos del estado, la mayoría de las cuales ha rechazado en el curso de desbaratar su caso.

Las declaraciones de Cohen durante el juicio demuestran la injusta naturaleza del tratamiento que el DCF ha dado a Izquierdo. Según un reporte de The Miami Herald, en un momento del juicio “Cohen dijo que en casi diez años presidiendo juicios de este tipo los abogados del DCF nunca habían solicitado que se despojara para siempre a un progenitor del derecho de criar a su hijo, a no ser que el progenitor no hubiera cumplido, una y otra vez, los requerimientos de un plan ordenado por el tribunal”. Lejos de abandonar a su hija, existen pruebas de que Izquierdo ha realizado unas 50 llamadas telefónicas y 43 visitas a su hija desde que llegó a Miami para luchar por su custodia.

El estado parece no escatimar esfuerzos para mancillar el nombre de Izquierdo, un cubano criador de cerdos y cultivador de malanga que quiere llevar a su hija a vivir con su familia en Cuba, lo que ha incluido acribillarlo a preguntas acerca de sus experiencias sexuales. Fue una de las muchas partes del caso del DCF que no pudieron persuadir a la Jueza Cohen, quien preguntó en relación con el interrogatorio sexual: “¿Tiene esto algo que ver con el caso?”

Al terminar este escrito el caso no estaba decidido. Cohen ha dicho que emitirá su fallo el fin de semana. Pero increíblemente puede que ese no sea el fin. The Miami Herald reporta que “incluso si la jueza decide que Izquierdo es un padre apropiado, los abogados del DCF dijeron que le solicitaran a la jueza que ordene que la niña permanezca de forma permanente con la familia adoptiva de Coral Gables, la cual la ha criado durante los últimos 18 meses”.

Esta es la prueba final de que el caso es un uso tan descarado del poder del estado que merece una completa investigación legal y periodística. ¿Cómo sucedió esta farsa? ¿Quién tomó las decisiones y por qué?

Si alguien queda como un héroe en toda esta triste historia puede que sea la jueza Cohen, quien ha dicho de manera descarnada la verdad y se ha dado cuenta de las muchas confusiones del estado. ¿Puede haber una inculpación más clara de la conducta del estado de La Florida en este caso que la propia declaración de la jueza, hecha hacia el final del juicio? Esta es la versión de The Miami Herald:

“Estados Unidos está reacio a repatriar a un niño a un país comunista”, dijo Cohen, y agregó que ella cree que los empleados del gobierno habrían actuado de manera diferente si el padre viviera en cualquier otro sitio menos Cuba. “Hay que llamar las cosas por su nombre”.

También sugirió que el estado había sido “insincero” al decir que el DCF no estaba tratando de eliminar los derechos paternales de Izquierdo, sino que simplemente quería que la familia adoptiva tuviera la custodia de la niña. La jueza dijo que dado el estado de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, era improbable que el padre volviera a ver a la niña si regresa a Cuba sin ella. “Solo porque ustedes estén solicitando la custodia permanente y no una (terminación de los derechos paternales) no significa, de hecho y no en teoría, que esto no equivale a una terminación de derechos”, dijo Cohen. “Ustedes están equivocados si piensan que no lo sé”.

* Periodista.

En http://progreso-semanal.com

majcastro@gmail.com.

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