El camino al 2012, entre SuperHugo, especulaciones de sucesión y encuestas-trampa

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El sociólogo Reinaldo Iturriza, defensor del bolivarianismo y autor de la tesis de la repolarización, señala que a partir de 2007 "la oposición abandonó su táctica confrontacional y violenta (…) lo que dejó a la dirección política de este proceso bastante descolocada durante mucho tiempo". Los signos más visibles de ese lapso, son la burocratización de la política y la impresión de que "había llegado el momento de acomodarse en el poder". Pero el fin último de la revolución bolivariana, según Iturriza, "no es sólo ganar elecciones, sino transformar profundamente a la sociedad venezolana, democratizarla".

 Para Iturriza, después de un período de reflexión, que coincidió con la enfermedad del presidente Chávez, "hay una revisión profunda en el Psuv, así como la necesidad de crear un espacio donde haya una relación de iguales entre las fuerzas revolucionarias", que sería el recién lanzado Gran Polo Patriótico (GPP).

 Algo importante está ocurriendo en el campo popular, bolivariano y revolucionario, que tiene que ver directamente, aunque no exclusivamente, con el proceso de constitución del Gran Polo Patriótico, que recién inicia, indica el sociólogo. “Lo que ha aparecido en escena es el germen de una instancia aglutinadora de fuerzas y voluntades que, bien llevada, puede trastocar el tablero de la política nacional, en primera instancia. Luego, quién sabe. A lo interno del chavismo la política ya no es lo que solía ser hace apenas una semana. El tiempo se ha acelerado. Ya era hora”, añade.

 El propio presidente Chávez señaló que la agitación y promoción, así como también diseñar mecanismos para organizar la red de movimientos, deben ser los grandes pasos para conformar el GPP. “La agitación de calle, promoción y búsqueda para el registro del Gran Polo Patriótico y, paralelo a esto, debemos ir elaborando maneras para organizar la gran red de movimientos de movimientos para que confluyan en lo territorial y en lo sectorial, para así tener una forma novedosa, que no debe ser como los partidos políticos”, explicó el jefe de Estado.

 Luis Vicente León, director de la encuestadora Datanálisis, vinculada a la MUD, puso nuevamente en el tapete el tema del sucesor de Chávez. A estas alturas, todo hace pensar que Chávez será el candidato para “autosucederse” en los comicios de octubre de 2012 y será quien comande la campaña electoral. “Una vez que tuvo que mostrarse mortal y vulnerable se hace inminente la necesidad de conocer su ruta de sucesión, hoy vacía. ¿La razón? Evitar la batalla interna por el control del poder, entre quienes tienen todo que perder si Chávez no está”, señala León, para quien la presión por aclarar esa sucesión pueden venir de dos vías: del mismo Chávez o de sus grupos de soporte interno.

 La separación de las elecciones para presidente, gobernadores y autoridades locales lo exime de ser el portaaviones de otros candidatos, muchos de los cuales representan un salvavidas de plomo para el mandatario. Una vez resuelto el problema mayor, la elección presidencial, se podrá abocar en levantar manos y respaldar a los candidatos que él elija y/o que postule el GPP.


Aventura León que mientras esté fuerte y controle el poder, Chávez tendrá la capacidad de definir él mismo esa sucesión y sortear los posibles impactos internos de su decisión, en función de variables como confianza, lealtad, compromiso revolucionario y capacidad para conectarse con la masa, y señala tres posibles candidatos: el vicepresidente Elías Jaua, su hermano Adán Chávez, hoy gobernador del estado Barinas, y el canciller Nicolás Maduro.

 Pero la calle sabe que hay más candidatos o autocandidateados, que quizá asomen desde la conducción del GPP en formación al conocimiento –y posterior reconocimiento- de la población. La corporación militar pondrá en la mesa sus pretensiones y, posiblemente, ante la carencia de carisma y credibilidad popular de algunos de los encumbrados dirigentes chavistas, es probable que busquen una figura civil. Un joven, respetado y conocido (un outsider, dirían los expertos) para impulsar sus intereses políticos.

 Pero, por ahora, “SuperHugo” Chávez será el candidato y quien dirigirá -personalmente, en vivo y directo- la campaña bolivariana. Y eso es lo que teme la oposición, que de unidad apenas tiene el nombre de su Mesa: cada vez se le hace más difícil lograr su candidato único a la presidencia. Pretensiones sobran, financiamiento y apoyos externos también. Quizá lo que les falta es eso que hasta ahora parece sobrarle (al menos en las encuestas de la oposición) al Presidente: credibilidad y confianza.

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