El Winnipeg / Virginia Vidal y un recuerdo en Rancagua

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Gonzalo Tarrués

De buenas a primeras parece un "ensemble" difícil: médicos y poetas juntos para recordar un buque y algo más que mencionar un libro y su autora –que nos remiten a una artista y a un viaje que cumplió 70 años–. Todo ello el viernes cuatro de este mes en el auditórium de la Municipalidad de Rancagua. ¿De qué se trata?

Los médicos conforman el Grupo Sueños y comparten el arte de sanar y la literatura; los poertas –colegas de aquellos en la escritura– se agrupan en la Cofradía de la Casa de los Poetas. El barco se llamó Winnipeg y su hazaña fue servir de transporte a poco más de dos mil personas –familias perseguidas– de Europa a Valparaíso. Gestor del viaje fue, también, poeta; se llamó Pablo Neruda y pocos años después debió salir clandestino de Chile, él también perseguido.

La artista, desde el lugar de la cultura y de la compañera, fue sin duda una de las claves que hizo de Neruda lo que Neruda fue a partir del encuentro de ambos. A la artista argentina Delia del Carril, todavía, se la llama La hormiguita.

El libro es de una periodista, escritora y –el término completa su identificación– animadora cultural: Virginia Vidal, directora y alma máter de Anaquel Austral. Hormiga pinta caballos (RIL Editores, Santiago 2006) en cierto modo contribuye a pagar a Del Carril la deuda que los chilenos tienen con ella –y que ella nuca pretendió cobrar.
(En la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal, puede leerse una reseña aquí).

El Grupo Sueños y la Cofradía de la Casa de los Poetas, en estos días tan importantes para los chilenos –e infortunadamente signados por la desmemoria o, lo que es peor, por la memoria adormecida– han querido rendir homenaje al navío mítico apelando, entre otras fuentes, a los recuerdos de Delia del Carril, entonces cónyuge del poeta y probablemente quien mejor conoció los entretelones de la preparación del viaje.

No es un homenaje baladí. Quienes perdieron la Guerra Civil de España, produjeron en Chile –y en otros países latinoamericanos, en especial en México– una revulsión positiva en el ámbito cultural en su más amplio sentido: las letras, el arte, la educación, el teatro…, probando que sí, que si la espada puede matar –como en España hasta la muerte del caudillo o en Chile entre 1973/90– es al final la pluma la que prevalece.

Pocos de esos viajeros viven; uno de ellos es Víctor Pey, que espera desde el "regreso" de la democracia la indemnización debida por el Estado vergonzosamente renuente luego que la dictadua militar-cívica le arrebatara a sangre y fuego el diario Clarín, hoy con ediciones digitales diarias: www.elclarin.cl.

El acto tendrá lugar el dicho viernes cuatro de setiembre a las 19 en el auditórium de la I. Municipalidad de Rancagua; presente en la ocasión el pianista Hermann Schwarze.
 

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