Ética política: “En nombre del Estado salvadoreño, pido perdón”

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Néstor Ríos.*

“Como titular del Órgano Ejecutivo de la Nación y en nombre del Estado salvadoreño, pido perdón”, fueron las palabras que quedaron para la historia de El Salvador dichas por el Presidente de la República, Mauricio Funes, el primer mandatario de izquierda en El Salvador. El perdón del mandatario, ante el pueblo salvadoreño, fue hecho en el marco de la celebración de los XVIII aniversarios de los Acuerdos de Paz, firmados el 16 de enero de 1992.

Es la primera vez que, desde hace 18 años, el Estado Salvadoreño pide perdón por las víctimas de la guerra civil, en la década de los años 80. El acto conmemorativo fue también inédito, debido a que es el primer gobierno de izquierda quien lo preside.

Antes de dar detalles de la responsabilidad del Estado, en el conflicto armado, Funes recordó  que hay deudas, “que de no ser saldadas, constituyen un obstáculo para la unidad y fraternidad del  pueblo salvadoreño”.

“El mensaje que quiero transmitirles (el sábado 16 de enero) es parte de una deuda que el Estado salvadoreño contrajo hace 18 años con todos sus ciudadanos, y es mi responsabilidad como máximo representante del Estado reconocer esa deuda y comenzar a saldarla”, expresó el dignatario.

Mientras Funes solicitaba perdón, su esposa y Primera Dama de la Nación, Vanda Pignato, expresaba con lágrimas su conmoción por los acontecimientos que agobiaron al pueblo salvadoreño y el compromiso del Estado por resarcirlo.

Los invitados, funcionarios y representantes de diversas organizaciones de la sociedad civil, aplaudieron la actitud del mandatario por largo rato. El expresidente Alfredo Cristiani y otros que pertenecieron a las administraciones areneras permanecían indiferentes.

“He tomado una resolución que quiero transmitirles y a la que otorgo verdadera trascendencia histórica”, valoró el presidente Funes.

Dijo  que “agentes, entonces pertenecientes a organismos del Estado, entre ellos: las Fuerzas Armadas y los Cuerpos de Seguridad Pública, así como otras organizaciones paraestatales, cometieron graves violaciones a los derechos humanos y abusos de poder”.  El escenario de vejaciones, creado por estos organismos, según precisó, fue en su mayoría contra la sociedad civil, que nada tenía que ver con el conflicto.

“Entre los crímenes  cometidos se cuentan: masacres, ejecuciones arbitrarias, desapariciones forzadas, torturas, abusos sexuales, privaciones arbitrarias de libertad y diferentes actos de represión”, describió. Para el mandatario, la culpabilidad del Estado en ese episodio fatídico fue por omisión y en muchas ocasiones por acción.

 “Era y es obligación del Estado proteger a sus ciudadanos y garantizar sus derechos humanos. Por todo lo anterior, pido perdón”, reflexionó, con su voz entre cortada, Funes.

Niños, jóvenes, mujeres, hombres, ancianos, religiosos, campesinos, estudiantes, intelectuales, trabajadores, opositores políticos y activistas de los derechos humanos, fueron los sectores a quienes el jefe de Estado dirigió su perdón.

Consideró que el gesto de súplica estatal debe servir para aliviar el dolor y sanar las heridas del pasado de los sectores más sufridos. Recalcó que no deben reprimirse las ideas  y anunció la creación de una Comisión para la reparación moral y material de las víctimas de la guerra civil.

Agregó que esta idea sería para buscar a niños desaparecidos y otra para cumplirle a los lisiados de guerra. La Comisión estará integrada por representantes del Ministerio de la Defensa, Ministerio de Salud, Hacienda, Relaciones Exteriores y  la Secretaria de Inclusión Social.

La Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos sería la encargada de velar porque dicha Comisión cumpla con los objetivos dictados.

Los Acuerdos de Paz fueron firmados el 16 de enero de 1992, en la ciudad de Chapultepec, México, luego de dos años de negociaciones donde las iglesias, los movimientos sociales, la comunidad internacional junto a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y el fin de la “guerra fría” llevaron a ambas partes a decidir el fin al conflicto armado. 

Cabe destacar que durante los 20 años de gobierno de la derechista Alianza Republicana Nacionalista (ARENA) se habían negado a “pedir perdón”, justificando que esto solo abriría heridas del pasado, y que las dos fuerzas en pugna, el FMLN y Ejército habían violentado los derechos humanos de la sociedad civil.

* Periodista.
En el diario digital salvadoreño www.diariocolatino.com.


Addenda

Toda una lección para las democracias del Cono Sur.

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