Guatemala: la maldición del fierro

1.692

 Son 33 los volcanes que custodian el territorio de Guatemala, tres activos. Ellos crearon y permiten las suaves arenas negras de las playas del Pacífico; pero esa belleza puede ser la causa del mayor desastre para sus pobladores, humanos y no humanos: el desarrollo de la minería del hierro a tajo abierto. Los viejos dioses callan, no el pueblo: se ha levantado contra la atrocidad. | RIVERA WESTERBERG.

A lo largo de las edades los volcanes —lluvia, viento, aluviones, deslizamientos del terreno— han depositado a orillas de la mar partículas de fierro, por eso las arenas negras. Estos depósitos de mineral son entre los más ricos y de fácil extracción del mundo. Eso conforma una maldición.

En 2009 el gobierno otorgó tres licencias para explorar y explotar el mineral. Mayan Iron Corporeation —capitales chinos— a través de una empresa creada ad hoc, la Tikal Minerals es una de las favorecidas: caso 300 kilómetros cuadrados de arenas ferrosas; la canadiense G4G y la Iron Sands América obtuvieron la autorización para el cateo de alrededor de 2.500 kilómetros cuadrados: todo el litoral del Pacífico, desde la frontera con México hasta el límite con El Salvador.

Poblaciones humanas, territorios ancestrales y habitados, santuarios para vida animal, flora única, reservas de agua dulce, centros de turismo, en fin, quedan comprendidos en la determinación estatal.

Navegar a ciegas, pero con rumbo cierto al naufragio

Hacia 2005 la minería generaba unos ocho y medio millones de dólares estadounidenses; en 2009 generó 370 millones de la misma moneda, y eso que todavía no se pone en marcha el "gran esfuerzo". El fisco guatemalteco percibe a modo de regalía el uno por ciento de lo que recaudan las empresas. Tal vez para equilibrar la ración del drama, en la costa oriental (el Caribe), en un área protegida (hasta ahora), se piensa instalar un terminal de gas licuado de petróleo.

No hay estudios completos sobre el impacto eventual de la minería —solo aquellos que, generosamente, entregaron las compañías—; tampoco sobre la generación de empleo. Hay promesas, sí, de que es perfectamente posible, y trabajan para ello, equilibrar la extracción y trabajos consiguientes con el cuidado del ambiente —humano y natural—, asunto sobre el que los habitantes de otros países mineros tienen vasta experiencia. En Guatemala la experiencia de la mina Marlín, tacimiento aurífero, es significativa.

Ambientalistas, académicos y comunidades elevaron la voz contra las licencias del gobierno del socialdemócrata Álvaro Colom para el reconocimiento y exploración de arenas ferrosas en las costas del sudoeste. Este tipo de minería sería catastrófica para el medio ambiente, pues no solo se amenazan a las especies animales y vegetales, sino que se quitaría la posibilidad de que los habitantes del lugar puedan seguir viviendo de sus actividades, además los daños que se harían en el mar serían inconmensurables.

Cristianos: más que pedir a Dios

Los antiguos dioses mayas, y otros más viejos todavía, permanecen en silencio, dicen algunos que sus ojos brillan entre las fumarolas de los volcanes. La ciudadanía se organiza, marcha, suscribe petitorios, protesta. En Guatemala, como en otros países, los gobiernos cierran ojos y oídos mientras las empresas hacen circular promesas y billetes.

No se conocen pronunciamientos de los pastores católicos romanos. La Iglesia, prudente, debe esperar por más información antes de recomendar paciencia y fe. Los cristianos evangélicos, en cambio, se ponen de parte de sus conciudadanos. Algunos pastores han vuelto la mirada a su rebaño.

La pastora Silvia, por ejemplo, pide orar "para que si esto perjudica a Guatemala sea cortado y no lo permitan en el nombre de Jesus". Cita el
Salmo 34:19: "Muchas son las aflicciones del justo, / pero de todas  ellas le librará Jehová".

Lejos de Guatemala, en Ecuador —país que conoce muy de cerca los desastres de las actividades extractivas y del galope sin freno del capitalismo desatado— otro pastor evangélico se pregunta ¿qué hacen las Naciones Unidas, la Organización de Estados Americanos?

Se pregunta también si acaso no sera lo denunciado en Guatemala un crimen de lesa humanidad en contra de un pueblo indefenso y que hasta cuándo saquearán nuestras riquezas. contaminarán y destruirán "nuestro ambiente natural".
 
Cuando impulsados por la fe hombres y mujeres se aprestan a luchar por una causa justa, la historia enseña que no se puede predecir cuando se detendrán. Acaso los "hombres de buena voluntad" se han puesto en marcha.

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.