Jorge Fernando Varela Brito: «un viejo libro de texto» / Hubo alguna vez en Chile una escuela de educación experimental artística

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Hace, tal vez, quince años, tuve en mis manos un viejo, obsoleto libro de texto: Castellano de cuarto año de enseñanza básica. Por simple curiosidad, abrí una de sus páginas, al azar, y detuve mi vista en un poema dedicado a los niños… La emoción, hizo que olvidara su nombre, la página y copiarlo. Sólo, el nombre de su  autor, quedó en mi recuerdo: Róbinson Saavedra Gómez.

Su figura gruesa y cansina, vistiendo un traje gris, con la eterna corbata de luto, en memoria de su hija fallecida, que llevaba al cuello sin nudo, a modo de una bufanda, se dibujó en plena nitidez en el pensamiento… Toda su presencia, conversando en silencio, pude percibirla, junto a la profundidad de su voz como si hablara hacia adentro. De nuevo, vi su cara, a medio afeitar, por el problema de su piel delgada y enrojecida.

Fue, un personaje muy estimado: profesor y fundador de la Escuela Vocacional de Educación Artística, ubicada en el 192 de la avenida Vicuña Mackenna de Santiago, donde tuvo a su cargo la asignatura de Castellano y la Academia de Teatro.

Al segundo mes, de haber llegado desde diversas partes del país, todos nosotros a la escuela, hubo un verdadero revuelo con el montaje de una obra de teatro, en la cual habría una participación masiva, como ser:
Han transcurrido 63 años, con las consabidas muertes de muchas personas involucradas en esta tragicomedia sin principio ni fin, escrita por alguien, de quién nunca supimos su nombre.

Cerré el libro de Castellano, del cual —o los cuales, porque lo he tratado de ubicar con cierto afán— no he vuelto a saber… Huyó del ámbito escolar, no olvido el poema infantil, cuyo autor dejó una imborrable pisada al trasponer la elevada puerta con el número enlozado en su cúspide: "Vicuña Mackenna 192".

Profesor de Educación General Básica. Normalista.

Imágenes
Apertura: La Candelaria, de Caupolicán Patricio Reyes
Viviana Moreno
Haydée Rojas (con niños enfermos de cáncer)
Obra de Fernando Vergara.
(Todos ex alumnos de la EEEA).

La Memoria anterior se encuentra aquí con enlace a un texto previo.

Addenda
No cabe más que considerar estos recuerdos, pese a la multiplicidad de voces, como un solo documento referido a un período que abarca alrededor de 40 años (la Escuela de Educación Vocacional Artística se crea en 1947, casi a modo de experimento cultural y pedagógico, que años después se reconoce como tal y pasa a llamarse Escuela de Educación Experimental Artística, para acabar en la condición de Liceo Experimental Artístico, de carácter técnico profesional, según el decreto 3.166 de Administración Delegada —durante la dictadura militar-cívica encabezada por Augusto Pinochet— que, según los padres y apoderados de los niños actualmente sus alumnos "colocó al Liceo en la perspectiva productivista del ser humano, al servicio y desarrollo de la visión mercantil de la vida, con que se utiliza la Industria Cultural”).

Al despachar esta Memoria —perteneciente a un ex alumno de las primeras camadas que egresaron de la Escuela Vocacional— conviene decir que las dependencias (medio ruinosas) del Liceo se encuentran, como más de 300 establecimientos de educación secundaria del país, tomadas por sus alumnos, que como el resto de los jóvenes del país exigen —como se pudo leer en una giantesca bandera desplegada en el Estado Malvinas Argentinas de Mendoza, Argentina, cuando jugaron las selecciones de fútbol chilena y uruguaya— educación digna, gratuita e integradora que no discrimine entre una para elites y otra para "optimizar" recursos humanos descartables (ver aquí, en la addenda, el petitorio de los estudiantes secundarios).
(Surysur).
 

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