Literatura. – FESTEJOS Y EXIGENCIAS

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

ESCRITOR VENEZOLANO
PREMIO DE POESÍA EN BARCELONA

La segunda edición del premio instituido por la revista Paralelo Sur en poesía fue este año para el escritor venezolano Teódulo López Meléndez. El jurado de la publicación catalana distinguió a La edad de siempre de López Meléndez entre los 275 trabajos recibidos del ámbito iberoamericano.

Luis Miguel Hermoza, Bernat Padró, Carlos Jiménez Soria, Betsabé García, Judith Plà, Andreu Navarra, Alberto Caturla Viladot y Jordi Gol reconocieron asimismo a la poeta argentina Liliana Souza como primera finalista con el poemario Esa otra forma. Los premios serán entregados en la universidad de Barcelona el próximo noviembre.

Paralelo Sur se ha posicionado con rapidez en el ámbito literario y cultural –este año de 2006 lanzará su cuarto número– por la amplitud y rigor de sus enfoques en materias generalmente controvertidas donde cabe una amplia gama de puntos de vista. Se la encuentra en la red aquí.

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López Meléndez. Con casi una treintena de obras publicadas –narrativa breve, ensayo, poesía, novela y traducciones de poetas europeos–, a las que debe sumarse una nada despreciable producción periodística, algunos de cuyos ejemplos pueden encontrarse en Piel de Leopardo, y su paso por la diplomacia, TLM es ciertamente una personalidad atípica en el panorama literario suramericano.

Atípica por su insobornable vocación literaria; ni halagos ni penurias han conseguido apartarlo un ápice de lo que considera su responsabilidad en tanto intelectual frente a la sociedad en que vive: crítico mordaz –a menudo sarcástico– paga en el silencio de los otros su independencia. Es un solitario al que habrá que respetar incluso desde posiciones diferentes: las únicas trincheras del intelectual –y del artista– son aquellas que los políticos suelen menospreciar: la honestidad y la amistad.

Desde unos años a esta parte TLM dedica –junto con la novelista Eva Feld– tiempo y esfuerzo al desarrollo en Caracas de la Editorial Ala de Cuervo (www.aladecuervo.net).

R.W.

Exigen en Chile.
PREMIO NACIONAL PARA ESCRITORAS

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Un asunto de justicia. Y polémico:

Llevamos años exigiendo la restitución de su calidad de premio anual al Premio Nacional de Literatura, junto con el reintegro de la representación de la Sociedad de Escritores de Chile en el jurado de dicho premio. No basta con que se restituya su representación con un solo jurado.

Empezando, hay que respetar la ley que lo fundó y entregarlo una vez al año; esto no constituye un gasto exorbitante para un estado que tiene en los escritores a sus mejores representantes fuera del país y de los que se beneficia día tras día con su participación gratuita en talleres, jurados, conferencias, charlas, ferias del libro etc.

Virginia Vidal*

Hay que considerar que el Premio Nacional de Literatura se entrega a un escritor por toda su vida, obra y trayectoria, lo que en dinero significa un poco más que un bono a un trabajador del mineral de cobre La Escondida, más una pensión mensual muy inferior a la de cualquier parlamentario.

Hay algo más: llegó la hora de dar el premio a escritoras cuyas vidas y obras merecen les sea concedido porque cumplen con el requisito del texto oficial de la ley que creó el Premio Nacional de Literatura: “una vida entera entregada al ejercicio de las letras”.

Hoy Chile tiene a una mujer Presidenta de la República a una ministra de Educación y a una ministra de Cultura. ¿Es posible que estas tres mujeres barran con la costra de injusticia y establezcan que el Premio de Literatura sea anual y se otorgue año por medio a una mujer, con jurado de mujeres, más varón el premio nacional del año anterior? Por otra parte, destruirían la perversa práctica de alternar el premio nacional entre un prosista y un poeta.

Como a lo largo de cincuenta y seis años, los jurados han estado compuestos siempre por hombres, llegó la hora de que se acuerde escoger a un jurado compuesto por mujeres, escritoras decididas a reparar la injusticia e iniquidad, que representen al rector de la Universidad de Chile, a la ministra o ministro de Educación, al presidente de la Academia Chilena de la Lengua; que incluya a una académica designada por el Consejo de Rectores y, por supuesto, el premio nacional anterior, seguramente varón, para asignar el premio a una escritora.

En rigor, hasta hoy, estos jurados masculinos del Premio Nacional se lo han conferido a una sola mujer en estos sesenta y tantos años: a Marta Brunet (arriba izq.), socia fundadora de la SECh que también fue su presidente. A Gabriela Mistral se lo dieron seis años después de que recibiera el Premio Nobel, como acto de reparación de la propia vergüenza, después de haberla negado de todas layas inclusive habiéndola omitido de la Antología de Poesía Chilena Nueva.

A Marcela Paz (Esther Huneus de Claro) le fue conferido durante la dictadura de Pinochet por un jurado en que estaban marginados los escritores; ella había obtenido en ese período numerosos reconocimientos: Medalla de Oro del Instituto Cultural de Providencia (1979), Diploma de Honor de la Municipalidad de Santiago en 1981; el Primer Premio Concurso Obras Infantiles para la televisión en 1982 y este mismo año el Premio Nacional de Literatura.

fotoSistemáticamente se negó el premio a María Luisa Bombal (der.) y a la negativa se añadió la injuria, pues un miembro del jurado, sedicente autor ya premiado por otro jurado de la dictadura, llegó al extremo de afirmar que la autora de La Amortajada no podía ser digna de ese premio por “borracha y asesina”.

Les negaron el Premio Nacional de Literatura a las poetisas Winett de Rokha, Violeta Parra, Emma Jauch, Stella Díaz Varin; a las narradoras Marta Jara, María Flora Yánez, Mercedes Valdivieso, Virginia Cox Balmaceda, Margarita Aguirre; a la dramaturga María Asunción Requena: todas ellas murieron sin tener el reconocimiento que merecían.

Viven entre nosotros escritoras que vibran con el acontecer nacional que las impulsa a realizar su obra: ensayistas brillantes en los campos de la filosofía, la sociología la antropología, como Carla Cordua, Raquel Olea, Malú Sierra, Sonia Montecino; las poetisas Cecilia Casanova, Elvira Hernández, Sonia Caicheo, Rosabetty Muñoz, Maha Vial, Ana Leyton; la dramaturga Isidora Aguirre, las novelistas y narradoras Matilde Guevara (Ladrón de Guevara es su apellido de pluma), Pía Barros, Guadalupe Santa Cruz, Diamela Eltit con todo su aporte renovador a la escritura y a la re-visión del mundo y otras que han tenido vasto reconocimiento fuera de Chile como las novelistas Isabel Allende, Lucía Guerra, Ana Vásquez o la poetisa Carmen Yánez.

Por si fuera poco –ya lo hemos dicho y lo volvemos a repetir– el Premio Nacional de Literatura nunca se le ha concedido a un escritor mapuche, en circunstancias que son muchos y muy importantes los poetas de ese pueblo originario, baste con mencionar, por ejemplo, a Elicura Chihuailaf, Graciela Huinao, Rosendo Huenumán, Leonel Lienlaf, todos más conocidos y apreciados fuera de nuestras fronteras más que en el propio Chile.

Confiamos que un jurado de mujeres para conferir el Premio Nacional de Literatura sabrá reparar tamaña injusticia.

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* Directora de la Sociedad de Escritores de Chile.
Virgina Vidal es ella misma escritora y periodista en extremo notable, que une a su riqueza estilística una extraordinaria capacidad de investigación. Dirige el portal de cultura Anaquel Austral (www.virginia-vidal.com).

LAS FILIGRANAS DE PERDER

En Bogotá Las Filigranas de Perder estuvieron de fiesta. Veamos.

Nuestra ponencia La Creación Colectiva en el Género Negro tuvo muy buena acogida entre el público asistente al II Simposio Internacional de Literatura de la U. Central. Al calor de unos guaritos, Alex Acevedo, Carlos Ayala y Néstor Pedraza revelamos detalles e intimidades de la creación de dos de nuestras tres novelas escritas a seis manos. Las aventuras del asesino serial de El Instalador y del detective corrupto de Una temporada de sal, desembocaron en nuestra apreciación conjunta del género negro, de la literatura y del arte de escribir.

Y para rematar, nuestra novela corta El Otoño del Superconductor, un relato «cyberpunk» que forma parte de nuestra tercera novela Manual de levitación magnética, recibió un premio como finalista del Concurso de Novela 25 Años del Taller de Escritores de la U. Central.

Éxito por partida doble, pues, para nuestro trabajo de creación colectiva. Y queremos compartirlo con todos los amigos y seguidores del Movimiento Literario Independiente Las Filigranas de Perder, con los talleristas En la Inmunda, y con todos los amantes de las letras. El enlace a nuestro blog es:

http://escritores rechazados.blogspot.com.

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