Nzinga, atabaques

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R.W.

Suenan en Brasil los atabaques; enmascaran y guían al quilombo. Son instrumentos musicales de percusión. Marcan el baile y enmarcan la fe en los orixa; siguen en ocasiones el rito capoeira de la dnza, la comunicación y la lucha y a veces recuerdan la perdida memoria de la reina Nzinga, que vivió en el siglo XVII y sufrió y batalló por la libertad de su pueblo en lo que hoy es Angola. Una reina distante, pero no olvidada, presente en los cantos ceremoniales y en la búsqueda de las nuevas generaciones.

 

Nzinga, su nombre –y el de la protagonista– significa referirse a los orígenes de la presencia negra en Brasil, que en esta película es un recorrido por la tradición musical afrobrasileña, desde el toque ancestral del candomblé –la veja religión que pervive– hasta la época contemporánea.

Ella, Nzinga Mbandi Ngola, reina de Matamba y Angola, vivió entre 1581 y 1663; representa la resisten a la invasión portuguesa y el tráfico de esclavos: en esa época unas 12-000 almas que se embarcaban por la fuerza anualmente a Brasil.

Las imágenes y el ritmo subrayan el sentido de la resistencia cultural escondida y en secreto del pueblo desenrraizado simbolizado por dos mujeres: Mãe de Santo, la memoria histórica, y Ana –bautizada Nzinga por la sacerdotisa–, percusionista en búsqueda del conocimiento en la disciplina del candomblé. también "llamado del tambor", que es tanto afirmación vital contemporánea como enlace con el mundo para siempre perdido.

El tambor señala los pasos del ritual que permite la transmisión y transición de las etapas de la vida: nacimiento, pubertad, matrimonio y muerte, cada una de las cuales son momentos que requieren la guía de los espíritus que gobiernan la naturaleza de la Tierra y de los seres humanos.

El documentalista Octávio Bezerra consigue en esta película recrear, más allá de las imágenes, del ritmo, la poesía y el movimiento del oráculo que habla por las conchas marinas, el proceso que convierte a una muchacha en una iniciada en los misterios del ritmo, que son la sabiduría de la vida y la luz del espíritu.

Músicos como Naná Vasconcelos, Paulo Moura, Ilê Ayê, Banda Didá, Zé Neguinho do Coco y Lia de Itamaracá, además de grupos de danza como Bacnaré y Majê Molê descifran los arcanos y traen desde el tiempo el mensaje libertario de la reina africana.

Un gran filme presentado en el XXII Festival de cine latinoamericano de Trieste, Italia. En exhibición en Arcoiris TV (http://es.arcoiris.tv) por gentileza de sus productores.

Ficha técnica

Dirección: Octávio Bezerra
Producción: Ana Giannasi, Rose La Creta
Guion: Rose La Creta y Octávio Bezerra –con la colaboración de Amílcar Claro
Fotografía: Hélio Silva y José Guerra
Montaje: Sueli Nascimento
Música Naná Vasconcelos
Sonido: Juarez Dagoberto
Productor: Rose La Creta
Producción: Olhar Feminino Produções Ltda.
Participan: Taís Araújo, Lea Garcia, Naná Vasconcelos, Paulão, Paschoal Villaboim, Mestre Leopoldina, Nestor Capoeira Grupos de dança Magê Mole y Bacnaré.
Año 2006, 84 minutos.

Sobre el Festival:
www.cinelatinotrieste.org

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