Piratas de aire, mar y tierra

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Hay casos dramáticos por todo el continente, de empresas agrícolas que usan cañones con químicos y otros métodos para producir sequía, con consecuencias devastadoras para las comunidades aledañas. Por ejemplo, la empresa Nintanga, SA, en Ecuador produce intencionalmente sequía por más de ocho meses para beneficiar sus cultivos de brócoli en Cotopaxi, Ecuador, dejando a varias comunidades campesinas sin las bases mínimas para su sustento. Casos similares ocurren en México, Chile, Argentina, Colombia y muchos otros países, sin ningún control y solamente por el lucro que consiguen grandes hacendados y empresas exportadoras de hortalizas. También, inspirados en los métodos usados por Estados Unidos en la guerra de Vietnam (como la operación Popeye, ahora conocida por documentos desclasificados), se "siembran nubes", inyectando ioduro de plata en las nubes para provocar lluvia, para eliminarla de ciertos lugares o precipitarla en otros donde no caería. En todos los casos, la disrupción del equilibrio natural de las lluvias tiene impactos sobre muchos otros que no decidieron sobre ello y dependen del equilibrio del clima para su subsistencia. Como lamentablemente este método se usa hace ya tiempo, la Organización Meteorológica Mundial ha observado que en ciertas zonas están cambiando permanentemente los patrones de lluvia, vientos, temperatura, con consecuencias regionales y globales.

El experimento actual del Reino Unido, es una forma de geoingeniería que llaman "manejo de la radiación solar", no dirigida a lugares focalizados, sino con la intención (indescriptiblemente arrogante) de "manejar" los efectos del sol sobre la tierra. Sobre este tipo de propuestas, existen análisis de meteorólogos y climatólogos reconocidos, que advierten que la caída de las partículas usadas tendrá efectos tóxicos en fauna y flora de extensas áreas y en cientos de miles de humanos, con efectos similares al descenso de partículas de las nubes volcánicas. Además, aseguran que para lograr desviar la radiación solar en forma permanente y en la dimensión para afectar la temperatura global, se desequilibrarán los regímenes de lluvia y viento, afectando las bases de sustento de 2000 millones de personas en Asia y África.

No existe ninguna forma de geoingeniería que sea tan "pequeña" que no tenga impactos sobre otros que no decidieron sobre su uso. En todos los casos se trata de que los que tienen dinero, la usarán a su favor, a costa de los intereses de los demás. Urge profundizar la moratoria, convirtiéndola en una prohibición global a la geoingeniería.

*Investigadora del Grupo ETC. Más información en el informe "Geopiratería" (www.etcgroup.org)

 

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