Venezuela: llaman al diálogo para una concertación imposible

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Néstor Francia.*

El imperio y la oligarquía pretenden utilizar los resultados electorales para alentar a los sectores reformistas en el campo revolucionario a fin de forzar políticas de conciliación de clases, torcerles el pescuezo a los revolucionarios radicales y que se establezca una especie de cogobierno con la burguesía. Esa es una de sus tácticas, y si eso no funciona, como no lo hará, porque Chávez es un revolucionario radical y no conciliará con el enemigo, entonces se lanzarán descaradamente al guarimbeo parlamentario, inclusive con el argumento de que ellos llamaron al “diálogo” y Chávez no aceptó.

Según Pablo Pérez, gobernador escuálido del Zulia, los resultados electorales del pasado domingo deben llevar “a los dos sectores a dialogar y a aprobar leyes en favor y en beneficio del pueblo”. Por su parte Antonio Ledezma hizo un llamado a la convivencia "…porque solo trabajando de manera coordinada dejaremos de lado las cifras rojas, así haremos posible la confianza de agricultores, ganaderos, inversionistas”. Acompañando a sus representantes políticos, la burguesía no deja de hacer oír directamente su propia voz en el sainete.

El presidente de la central patronal Fedecámaras, Noel Alvarez, afirmó que “Una vez más deseamos insistirle al gobierno en la necesidad del diálogo. El gobierno debe interpretar la voluntad del pueblo”.  En su opinión, el nuevo mapa político “plural” que tendrá la AN a partir de enero, puede “abrir las puertas” a nuevas inversiones en Venezuela siempre que cese el presunto hostigamiento contra el sector privado y se le ofrezcan “garantías jurídicas y económicas”.

En ese sentido, Álvarez propuso que el nuevo Parlamento revise “algunos instrumentos legales que han sido aprobados y que entendemos que perjudican el libre desenvolvimiento económico en Venezuela”, entre los que mencionó las leyes de tierras y de acceso a bienes y servicios.

También habló el presidente de la confederación de industriales, Conindustria, Carlos Larrazábal, señalando que los resultados de las legislativas son una oportunidad para “tender puentes” en favor del “desarrollo productivo nacional”: “Puentes que permitan dar plena cabida al mandato constitucional de poner de acuerdo al sector público y a la iniciativa privada en las metas de desarrollo, que creen un clima para la inversión privada como vía indispensable para generar empleo y desarrollo”.

 Es decir, el puente de la muerte que conduciría al cogobierno neoliberal con la burguesía que privó en la Cuarta República.

La canalla mediática, por supuesto, no deja de poner su parte

El conductor de “Aló, ciudadano”, uno de los programas bandera del canal golpista Globovisión, Leopoldo Castillo, manifestó que en los resultados de las elecciones parlamentarias del pasado 26 de septiembre, Venezuela demostró que quiere “una sociedad en paz, con alegría y un camino para seguir avanzado” y añadió que “El talante democrático es aceptar que existe otra fuerza política (…) el país lo que quiere en este momento es detener la pelea, las descalificaciones y la división entre los venezolanos”.

La verdad es que los revolucionarios siempre hemos aceptado que existe otra fuerza política, y también que esa otra fuerza política se constituye en el enemigo histórico de la Patria y del pueblo venezolano, que pretende restaurar el neoliberalismo y la dependencia, que la enfrentaremos a muerte y que no descansaremos hasta demolerla.

Esa dicotomía insalvable la planteó eufemísticamente María Corina Machado cuando afirmó que “Aquí es muy claro. Venezuela dijo no al comunismo al estilo cubano, Venezuela dijo que sí a la ruta de construcción democrática”.

Por supuesto, también el imperio habla de la necesidad de “diálogo” en Venezuela. Un portavoz del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet, expresó que “Ahora todos los venezolanos pueden profundizar el diálogo y demostrar su respeto por la diversidad de puntos de vista, esencial en una democracia”. Afortunadamente, el movimiento revolucionario en Venezuela tiene el suficiente grado de madurez para no sucumbir a estos cantos de sirena (o de ballena, si usted lo prefiere). Las intenciones del omperio y de la oposición están claras.

El lunes, durante la rueda de prensa concedida a medios internacionales, el presidente Chávez señaló: “Para la oposición, desde este domingo, comenzó algo nuevo. Comenzó una nueva etapa en sus planes desestabilizadores”.

Igualmente fue muy claro el dirigente socialista Aristóbulo Istúriz, cuando afirmó: “Prepárense, porque las leyes que hagan falta las vamos a aprobar antes de que termine el período de esta AN (…) Prepárense, porque tenemos conciencia de la confrontación en la que estamos”, y también, de manera contundente, que “Vamos a sustituir el modo de producción capitalista por uno socialista, a impulsar leyes para que la propiedad social sea un elemento fundamental del nuevo modelo económico y a acelerar las normativas que complementen los cambios en la educación y la cultura, para acelerar el proceso de transformación cultural que genere el hombre nuevo”.

De manera correcta, Aristóbulo llamó al pueblo a “desde ya, tomar la calle y no salir de ella”. La nueva batalla que se abrió a partir del 26 de septiembre se pondrá cada vez más interesante, mientras la revolución sigue adelante.

* Analista de asuntos políticos.
 

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