Libertad de expresión: ¿cuántos crímenes en tu nombre?

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xpres1La definición es lo de menos. Ahora que las Naciones Unidas han establecido el 3 de mayo de todos los años como el día de la “libertad de expresión” en todo el mundo, aparecen los plumíferos de siempre para tratar de llevarse a casa lo que queda de la libertad de expresión. | ALBERTO MALDONADO S.*
 

 

Me explico: hay algunos que seguimos pensando que la “libertad de expresión” es el derecho de las gentes a decir lo que les viene en ganas, con fundamentos o indicios, y no por eso, ser perseguido, menos atormentado; y menos aún asesinado por el dictador y/o sus sicarios. De eso vivimos quienes pasamos de los 50 años de edad.

 

Ya no sabíamos en qué pensar y qué hacer frente a los dictadores que cundían por toda América Latina, allá por los años 60 del siglo pasado (siglo 20) Y nuestro sombrero saluda a quienes ofrendaron su vida por combatir a Los Trujilllo, a los Strossner, a los Pinochetes, a los Somoza, a los Batista y un largo etc.
Como se dice, la América aportaba con los dictadores, al por mayor, menos los Estados Unidos. Aquí un chiste que suena a raro pero que no por eso hay que desestimarlo: ¿porqué no se han dado golpes en Estados Unidos?, porque allá no hay embajada de los Estados Unidos.

 

Le oí al Marco Pérez, en su programa radial “La Alternativa” (FM 95.3, Quito) decir que una parte le dedican los medios sipianos (de la SIP-CIA) a decir la verdad a los pueblos; y la otra mitad, a las noticias que benefician a los grupos de poder (económicos, políticos, etc.) que ellos (los diarios que quedan) les defienden. Y eso que el Marco se ha portado muy generoso ya que de lo que puedo dar fe es que los diarios (que quedan) unas ediciones quizá cumple con lo que dice el Marco; y otras ediciones, el 80% es a favor de los que tienen plata y el 20 por ciento a los que no. Eso, haciéndoles un favor.

 

A lo que voy: en materia de “libertad de expresión” hay dos posturas diferentes y diametralmente opuestas: la de los medios que están en el sistema y la de los medios (por lo general públicos) que se salen del molde. A un periodista extranjero le parece una avalancha contra el presidente y la “revolución ciudadana” que acaba de dar un espaldarazo a Correa; un espaldarazo que ya se quisiera el señor Nicolás Maduro para imponerse al señor Henrique Capriles.
Y callarle la boca. Porque en Venezuela es imposible que una parte del electorado se deje guiar por la otra parte. Simple y llanamente eso es imposible porque el voto es codificado; y hasta los muertos están de acuerdo en que Maduro ganó la contienda y que el señor Capriles y sus boys tendrán que esperar.

 

Miento; no es ese mi propósito. Mi propósito es que la libertad de expresión debe servir para todos; no para unos pocos. Que fulano de tal ha sido separado de la empresa; mala suerte. Para eso les pagan por aquí y por allá.

 

Una muestra de lo que es hoy la libertad de expresión, la dio doña Guadalupe Mantilla de Acquaviva, mejor dicho la dueña y directora de los diarios El Comercio y Ultimas Noticias (los más conocidos) Reunió a “sus periodistas” y les dijo: aquí tienen carrera y un puesto seguros: pero el que venga con eso que el Correa le cae simpático y más su revolución ciudadana, mejor es que manden la renuncia de sus cargos, porque aquí estamos contra tal revolución.
Lo mismo dijeron la señora Lourdes Tibán y los que se pasearon por el país, hace meses, y no les sirvió de mucho. Lo mismo dirán esos que se sienten perseguidos y amenazados.

 

Les decía que la libertad de expresión es de todos, no de unos pocos. Esta es una mentira. La única excepción que conozco es de un semanario en México, en que podía uno leer artículos a favor y en contra. No voy a cansarles y a decirles que al poco  tiempo dicho semanario tuvo que cerrar sus puertas porque la publicidad era esquiva y se iba con la televisión.

 

¡Que los medios privados son los dueños de la libertad de expresión! mentira. Son de los pocos que tienen la suficiente plata para comprarse una imprenta o un canal de televisión o una radio (o una serie de radios) Entonces se apoderan de la libertad de expresión los que tienen plata.

 

A fines del siglo 20 y principios del nuevo siglo (21) se dio en todo el mundo un proceso de acumulación. Los diarios y especialmente la televisión y la radio pasaron a muchas manos, con mucho dinero; e impusieron su prédica. No es pura coincidencia pero lo cierto es que los viejos partidos políticos que existían, pasaron a mejor vida; y en su reemplazo, quedaron los medios de comunicación, especialmente los impresos.

 

Es una larga historia. Ojalá escritores como Ramonet o Chomsky se les ocurra escribir sobre este asunto. Lo cierto es que los diarios impusieron su “libertad de expresión” y ahí están.
Los que no concuerdan con ellos dicen que no hay libertad de expresión; y se declaran perseguidos. Por eso, y por mucho más, tienen a la orden las páginas de los impresos. Los demás, que esperen.

 

Lo que está ocurriendo en el mundo es que los periódicos están  desapareciendo, no por culpa de los lectores (que cada vez son menos) sino por culpa de la publicidad; y, más: que impone sus puntos de vista. Quizá es una frase de un célebre periodista norteamericano (ya fallecido) y nunca sepamos la verdad; pero lo cierto es que lo que no aparece en los medios, no existe.

 

¿Será cierto? Lo que voy viendo en este camino que se llama vida es que los medios (sean impresos, televisivos o radiales) van perdiendo terreno. Les ocurrió en Venezuela y aquel que se llamó Hugo Chávez Frías (muerto el 5 de enero/2013)  y que sigue vigente. Lo mismo les ocurrió en este Ecuador, a pesar de los “avisos” de la prensa impresa.

 

Igual les ocurrió en Argentina y en Nicaragua. Los medios van perdiendo terreno, eso que les permitía a sus “abonados” un telefonazo y asunto concluido. En eso estaban pero les salió el hijo barón. Y he aquí que van perdiendo la credibilidad; lo que otrora era muy común en nuestros países latinoamericanos: que el dueño de tal periódico llamaba al dictador de turno y al que no (pero se parecía) les ordenaba que sea Ministro de la Economía, fulano de tal. Hasta que se cansaron los dictadores y los que no. 

 

Cansados de nombrar a los que le dijeran a tales Ministros de Economía. Lo dice Ignacio Ramonet, por más señas es español de la más alta dignidad. Comando durante un tiempo el diario parisien “El Mundo Diplomático” y se fue. Cansado de que no les hacían caso, los de abajo por más que gritaban consignas en la Puerta del Sol (Madrid) y la señora del Fondo Monetario y del Banco Central de Europa, dando órdenes, a ver si alguien le hace caso.
 

 

Esto y mucho más se puede decir de la “libertad dde expresión” Yo creo en la libertad de expresión, sin comillas; pero como todas las libertades, no es absoluta y solo se pide a los divagantes que aporten pruebas o por lo menos den indicios de lo que dicen. De lo contrario, se les acaba la libertad de expresión y pasan a ser mentirosos a carta cabal. No es lo mismo decir una cosa sin base que con alguna base. Entonces son creíbles.
 

 

Y aquí vuelvo a la libertad de expresión que, en lo que se ha publicado, está mejor concebida en el presente que en el pasado inmediato. El diario El Universo y el señor Emilio Palacio fueron sentenciados, por lo que dijeron. expres2No porque no haya libertad de expresión en este Ecuador, como lo sugiere el nuevo embajador de EEUU en el país. Lo que le valió una reprimenda de la Cancillería (oficial) del Ecuador ya que le UNP (otrora gloriosa) está en manos de un periodista que trabaja para el diario El Universo; y es Vicepresidente de la UNP, una señora muy bien preparada, de apellido Fierro, que pintaba como de izquierda pero que fue a parar en la derecha política de este país sudamericano.

 

Y colorín colorado, este cuento no se ha acabado. Sigue adelante.
——
* Periodista.

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