Argentina-Venezuela: explotación «no convencional» de gas y petróleo

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Tres temas de esta semana engarzan con un cuarto, también reciente, que tiene que ver con mucho más que el futuro energético argentino.
Uno, el Presidente de Venezuela -Hugo Chávez- y el Ministro de Planificación argentino -Julio De Vido- anunciaron un doble Convenio: Argentina producirá 100 mil barriles diarios de petróleo en Venezuela y éste país, a través de Pdvsa, cooperará con Argentina en la refinación de igual cantidad de petróleo en Argentina.

Dos, continúa el conflicto entre el gobierno y las 5 proveedoras más importantes de hidrocarburos, por la denuncia de sobreprecios en sus ventas de gas oil a granel. Las souciones a estas dificultades respecto de 4 de ellas están encaminadas, pero no con YPF. Ésta provee –según el gobierno- el 65% de gas oil bajo esas características. Los problemas con la familia Eskenazzi (principales accionistas argentinos en YPF) pueden traer “mucha cola”, ellos tiene que ver con las históricas relaciones entre esa familia y Néstor Kirchner. Dicha relación está gravemente deteriorada y su evolución puede tomar caminos impensados.

Tres, el agravamiento de las relaciones con la Gran Bretaña con motivo del conflicto por las Islas Malvinas, no es ajeno –entre otras causas- al problema petrolero, existente en las adyacencias de las Malvinas y en otras áreas marítimas y antárticas que son extensión del territorio malvinense.

Cuarto, De Vido denunció que hay empresas que utilizan el descubrimiento de “hidrocarburos no convencionales” para mejorar sus acciones, ganancias y balances pero demoran las inversiones para llevar adelante la producción.

Hasta aquí 4 hechos recientes vinculados al tema energético. Ahora veamos brevemente las cuestiones que nos plantea la “explotación no convencional” de gas (también conocido como gas de enquisto o shale gas) y petróleo, un tema clave para nuestro futuro sobre aprovisionamiento de energía y también por los efectos que puede traer sobre el conjunto de la sociedad.

En octubre de 2009, se anunció el “descubrimiento” –en Neuquén- de importantes reservas de gas y petróleo. Esos “descubrimientos” multiplicarían por 10 nuestras reservas hidrocarburíferas. El anuncio, del “descubrimiento”, fue hecho por voceros de REPSOL/YPF. Ahora el gobierno presiona sobre dicha empresa para que haga las inversiones que permitan su explotación. Buena parte del conflicto entre Eskenazi y el gobierno tiene que ver con  esto. Pero ¿qué es esto de las explotaciones no convencionales?

Dicho de un modo sencillo, en la “explotación convencional” líquidos y gases están “entre las rocas” y hecha la perforación salen hacia la superficie por la diferencia de presión. En las “no convencionales” esos líquidos y gases están “dentro de las rocas”. Por eso es necesario fracturar/dinamitar las rocas e introducir agua a presión con arenas y aditivos químicos. Los problemas son de dos tipos: económicos y ambientales.

Económicamente las inversiones y costos de explotación son, entre 3 a 5 veces, mayores que los demandados para una explotación convencional.

Desde el punto de vista ambiental los problemas son aún más severos y de diversos tipos: Hay dudas acerca de los efectos, de tipo sísmico, sobre la corteza terrestre de las explosiones para fracturar las rocas en grandes profundidades; la impresionante cantidad de agua a consumir y tratar -en la explotación no convencional- además del riesgo de contaminar napas, demanda un consumo muy importante de energía eléctrica, lo que exige evaluar la conveniencia o no de la mencionada extracción; el uso de variados químicos (entre ellos el benceno, tolueno, plomo, metano y concentrados de ácido sulfúrico, junto a otra veintena de compuestos considerados cancerígenos) constituyen otro riesgo que no se puede eludir.

Es por todo ello que la denominada “explotación no convencional” resulta muy cuestionada. Francia, segunda reserva –después de Polonia- de este tipo de gas en Europa, solo la permite para fines científicos. En Canadá y Estados Unidos, es donde esta modalidad extractiva tiene mayor desarrollo, un tercio del gas norteamericano es explotado por este método. No obstante ello han suspendido las fracturas hidráulicas (de las rocas) en el Estado de Nueva York, igual medida adoptaron los canadienses de Quebec. En otros países como Alemania, Inglaterra, Suiza y Australia, se han tomado o se están considerando medidas en la dirección a suspender o prohibir los “métodos no convencionales” basados en perforaciones horizontales y fracturas hidráulicas.

Recientemente, la ingeniera química e investigadora de la Universidad de Buenos Aires –Mariana Matranga- dijo en un reportaje publicado en el diario “Página 12”: que dicho método de explotación, sin una intensa regulación estatal, “es un suicidio ambiental”. Por todo ello, no parece propicio dejar en manos de privados, guiados por el principio de la ganancia, la explotación de gas y petróleo, bajo “métodos no convencionales”

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