Oct 27 2011
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OpiniónPolítica

Argentina y alrededores, un intento de comprensión.

A partir de los movimientos sociales que se iniciaron en Porto Alegre o Seattle, por tomar arbitrariamente un punto de referencia y partida de lo que hoy son los indignados en todo el mundo y el movimiento de los estudiantes y profesores en Chile, para iniciar una suerte análisis sobre un fenómeno que no debería sorprender. “el cambio social”. El presente y el porvenir.⎮EDGARDO FILLOY.*

Qué difícil es tomar distancia de la inmediatez y tratar de ver en perspectiva los hechos que constituyen el devenir histórico de las sociedades, más allá de la actualidad. Recordemos sintéticamente la teoría de Proudhon. Su interpretación de la dialéctica hegeliana en contraposición con la interpretación determinista de Marx.

El filósofo francés sostiene que la contradicción o el conflicto no se resuelve mediante el juego dialéctico de tesis-antitesis-síntesis, sino que el proceso dialéctico es un fenómeno de desarrollo espiral donde la contradicción se resuelve por el equilibrio de las antinomias. Sin embargo la antinomia en virtud de la espiral dialéctica se presenta nuevamente en un nivel superior, restituyendo el conflicto. Este principio podría sostener la teoría del cambio permanente. (en el lenguaje decimonónico la revolución permanente).

Ahora bien, las teorías de la revolución, a la luz de los pensadores del siglo XVIII, estaban estructuradas como un proceso insurreccional inicial ( la toma de La Bastilla) y luego el proceso revolucionario de cambio que invariablemente en la historia ha sido generalmente jacobino (recordar el 25 de mayo de 1810 entre nosotros). Volvamos a los movimientos sociales actuales.

En todo el mundo, en un encuadre de sociedades democráticas, estos movimientos y algunos gobiernos populares son calificados con ligereza de análisis como populistas, con un sentido condenatorio.

Después de la Revolución Cubana, se expandió la idea de la lucha armada como recurso de cambio. Estas experiencias fueron trágicas en America Latina con los sucesos en nuestro país y otros, en Europa con Baader Meinhof, en Italia con Las Brigadas Rojas. Finalmente la democracia, con un costo terrible, fue recuperando su lugar como modo de organización social. Sin embargo el conflicto social volvía a hacerse presente en este nuevo nivel de la espiral dialéctica.

Mi interpretación personal es que el denostado populismo es el momento insurreccional actual de sociedades que precede a la búsqueda, el cambio y la etapa revolucionaria. Las etapas insurrecciónales aunque no sean sangrientas son desordenadas y no siempre totalmente justas. Pero siguiendo las ideas de Prigogine sobre el caos y su teoría disipativa, convengamos que el caos es una constante en la naturaleza y el universo, es un desorden en busca permanente de orden. Este es el principio de la ideología libertaria.

La irreversibilidad y el azar son la característica de estos procesos. Nunca el determinismo que pretendía el materialismo histórico, se cumplió. No hubo la etapa superior del capitalismo, ni se generalizo la idea de un proletariado universal que accedería al poder para cumplir con las finalidades del socialismo tal como lo planteaba la teoría marxista.

O sea la historia no es circular ni tiene un destino manifiesto y “los procesos de cambio social son la antinomia del status quo” como máxima expresión del conflicto social.

Este proceso, según mi opinión, está ocurriendo con carácter anticipatorio en América Latina y comienza a hacerse presente en otros países con los indignados. El imaginario social, más allá de las consignas que el sistema derrama sobre el pueblo, esta recuperando su capacidad y generando una nueva etapa instituyente en direccion de un mundo mas libertario. Cuando lleguemos a algún tipo de equilibrio que consiga sociedades mas justas seguramente la contradicción volverá a hacerse presente.

Es un proceso irreversible. Posiblemente en alguno de los niveles de la espiral dialéctica la antinomia se plantee entre las sociedades y los Estados. O sea, se discuta la naturaleza y el problema del poder no solo del Estado o los Gobiernos, sino también de los grupos de poder acumulativos de riqueza que operan en la sociedad y la posibilidad de una nueva organización de la misma. Así las sociedades tan imperfectas seguirán en busca de orden. Un orden que surja de la creatividad de los pueblos.

“Solo hay verdadera personalidad allí donde un individuo hace; en la creación social, saltar sus propios límites; donde, para encontrarse a sí mismo, a si mismo se pone en juego. El individualismo que se cultiva y cobija a sí mismo, por el contrario, lleva a la pérdida total de toda sustancia personal”. Gustav Landauer (La revolución)

¿Pero como posicionarse ante la inmediatez de la realidad y la furtiva vida de las personas y sus ambiciones? Yo creo que se trata de tener una actitud muy bien descripta por Erich Fromm. “El innovador social no debe marginarse de la realidad, debe insertarse en ella con todas sus contradicciones para poder operar como agente de cambio, aunque sus principios no coincidan con parte de los hechos de ella”.

Aquí se plantea un tema de ideologías, que no han muerto para nada. Eso es una decisión personal, de conciencia, de definición de valores, de visón del mundo. No una simple adhesión de partido.
Por estas razones pienso más que la lucha por el poder de hoy día, es bueno ver la dirección en que se mueven las sociedades. Y como hemos visto y alguna vez señalamos la opinión de CW. Mills: “Existen y mas hoy día con las redes sociales sistemas de comunicación cuasi subterráneas que generan humores, ánimos y adhesiones no previsibles  que por mas empeño que con los instrumentos de comunicación del sistema se procure “orientar” no dan resultado.
 
Esta es la línea de razones que me lleva a inclinarme a apoyar el rumbo que está siguiendo la Argentina, la inteligente conducción de Cristina Fernández de Kirchner con su gobierno que a muchos puede parecer poco prolijo. Porque una vez más vale la pena repetir el apotegma del mayo francés “Cuando el dedo señala a la Luna, los tontos miran el dedo”.

No conozco otra posición superadora por el momento. Me causa espanto las salidas que se están planteando a la crisis los países desarrollados y algunos gürues asociados al pensamiento ortodoxo y a las corporaciones.
 
Grandes acontecimientos se avecinan en el mundo, esperemos estar para verlos. Aunque no serán el fin de la historia, serán seguramente una interesante vuelta de tuerca.

* Restaurador, conservador de fotografía histórica.

www.edgardofilloy.com.ar

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