Cumbre del MERCOSUR: según el cristal con que se mire

Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

Es oficial: México, y la mayor parte de la Comunidad Andina de Naciones (CAN) -Colombia, Ecuador y Venezuela; Perú sigue un camino diferente y Bolivia es un Estado asociado– formarán parte del mecanismo de cooperación económica contemplado en el Pacto del Mercado Común del Sur (MERCOSUR), formado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay como miembros plenos y Bolivia y Chile como países asociados.

La decisión política de ampliar el bloque, el camino hacia una unión de naciones de América del Sur, fue recibida con aplausos por los personeros presentes en la XXVI Cumbre del Mercosur y Estados asociados, realizada en Puerto Iguazú, en el límite que enlaza a Brasil, Paraguay y el país anfitrión.

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Lo que pudo haber sido una reunión que, más allá de lo protocolar, cocteles y el paseo al borde de las magníficas Cataratas del Iguazú, estaba destinada a solucionar conflictos entre vecinos: especialmente los argentinos con Brasil y Chile, y probablemente oír las quejas del Paraguay por su demsedrada condición de socio menor, adquirió un dinamismo no previsto.

Los abrazos del «borrón y cuenta nueva»

Una de las primeras reuniones sostenidas por el presidente de la Argentina, Néstor Kirchner, fue con su par de la otra vertiente andina: Ricardo Lagos. Más allá de la necesidad política de ambos mandatarios por entregar una imagen de amistad, al parecer realmente ambos encontraron vías para dejar definitivamente atrás -en política definitivamente siempre significa «por ahora»- los enojos chilenos por la reducción en las ventas de gas argentino, combustible fundamental para la marcha del aparato productivo de aquellos.

Al respecto, no trascendió si ambos mandatarios tenían conocimiento -y si lo tenían cuál iba a ser la estrategia conjunta, si alguna- de la denuncia formulada por una organización anti Tratado de Libre comercio de las Américas con sede en Cuba en el sentido de que en los hechos no hay una grave reducción de las ventas de gas a Chile, sino que este país reexporta-o permite hacerlo- una parte para suplir el déficir energético de California, EEUU. Ver: http://noticias.arcoiris.tv/modules.php?name=News&file=article&sid=216

El presidente Lagos dijo a la prensa una vez terminada la reunión con Kirchner que «estaba seguro de que las conversaciones iban a llegar a buen puerto y así ocurrió», manifetsando que no es partidario de «gasificar la relación con la Argentina porque éstas van más allá del gas».

Kirchner, a su vez, puntualizó que durante el desarrollo de la crisis estuvo en contacto permanente con La Moneda hasta que «gracias a Dios (el conflicto) se solucionó». Parte del diálogo entre los presidentes lo ocupó una ampliación del comercio entre ambas naciones, principalmente aceite vegetal (de soya transgénica, lo que se omite), carnes y harinas.

Adelante con Brasil

«Cuando pensamos en el Mercosur, pensamos cómo formar el desarrollo industrial en todos los países, no que se desarrolle en uno solo». Dijo Kirchner antes de la reunión, breve: no más de 15 minutos, con Lula Da Silva. Argentina había frenado la importación de electrodomésticos brasileños.

Luego del encuentro se informó que ambos países se comprometieron a estudiar un desarrollo conjunto de sus aparatos productivos. Para ello, antes de fines de julio, iniciarán conversaciones en Buenos Aires representantes de las economías brasileña y argentina.

Los acuerdos incluirán a los socios menores: Uruguay y Paraguay, y no se descarta que a posteriori, en una segunda etapa, se integren personeros de otros Estados, especialmente de la CAN.

Chávez propone

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Uno de los leit motiv del gobierno venezolano en los foros latinoamericanos y del Caribe: avanzar hacia una integración económica real, tuvo esta vez buenos resultados. Por lo menos formales. Chávez llegó dispuesto a dos cosas: la primera era dar un paso definitivo a su promesa de integrarse al MERCOSUR, lo que consiguió parcialmente. La otra era la creación de una empresa petrolera, PETROSUR, iniciándola a través de una asociación con la Argentina para ampliarla después y conformar un ente transnacional de corte latinoamericano.

El presidente de la república bolivariana regresa a Caracas con un primer documento: no la constitución de PETROSUR, pero si una carta de intenciones que él mismo se encargará de agitar para lograr el objetivo. Venezuela está dispuesta a usar el petróleo como la herramienta principal de su estrategia política y de negociaciones en el ámbito suramericano.

No se le dio, por parte de los analistas, la debida atención al segundo logro de Chavez en la Cumbre del MERCOSUR: la constitución a futuro de una cadena de TV latinoamericana, que partirá -si las trabajas burocráticas no lo impiden y no priman las conocidas «razones financieras», y se entrega el desarrollo de la iniciativa a personas idóneas- con los canales púiblicos de Argentina y Venezuela.

México en el MERCOSUR

La intención del gobierno de México de allegarse al MERCOSUR no constituye sorpresa. Ese país ha tenido a lo largo de su historia una profunda conciencia americanista -tal vez por ello de estar lejos de dios y cerca de…-. La decisión de Fox, empero, permite el ejercicio de alguna paranoia.

Falta mucho para que los mexicanos puedan obtener su cédula MERCOSUR, y resulta dudoso que alguna vez masivamente quieran tenerla, pero el hecho es que ya están con un pie adentro. Antes, como las naciones del CAN, México debe firmar un TLC con el bloque sureño, ajustar sus tasas aduaneras y ponerse de acuerdo en una serie de asuntos en los planos político, comercial, cultural, etc…

El MERCOSUR es más que un pacto comercial y su horizonte no acaba en la economía; no lo define la hegemonía de Brasil ni las aspiraciones argentinas. El Mercado Común del Sur es una respuesta social y cultural tanto como económica y de comercio intra y extra regional a la opresión de los tiempos. Es un proceso, un método y una vía de integración suramericana. Nada hay en el acuerdo que lo asemeje, por ejemplo, al Plan Puebla Panamá, muñequita de vitrina para Chapultepec y Wáshington DC.

No hace muchos meses el presidente de EEUU declaró que México, en concreto Fox, era su aliado -tal vez quiso Bush decir su delegado- en las tareas de preservación de la paz y la democracia en Centroamérica y el Caribe occidental. Los dardos entonces apuntaron con claridad a Cuba y Venezuela; Fox quedaba investido como virrey, pretor, sargento segundo, capataz, etc… en un área donde tradiconalmente la Casa Blanca hizo y deshizo sin predirle su opinión a nadie.

El acuerdo comercial de América del Norte (TLCAN) no hace que los canadienses griten de júblo, pero logró que los mexicanos lloren de tristeza. Má allá de cifrasmacro, lo cierto es que las economías familiares de México, en una gran mayoría, están quebradas.

La mitad de los mexicanos a duras penas subsiste, su agricultura perdió la batalla contra los productos importados y la transgenidad vegetal; ¡hasta los artesanos de motivos folclóricos sufren la competencia de virgencitas, caballos bayos, volcanes y otros «made in Hong Kong» o en Taiwán!

El hambre golpea casas, departamentos y vecindades; no los ayuda que algunos empresarios se asocien con Bill Gates o compren prestadoras de servicios telefónicos o panificadoras de Guatemala al sur.

La paranoia se expresa en un pensamiento que apenas se atreve a tomar forma e interroga: ¿Habrá ido Fox a Igauzú como el amigo de Mr. Bush con un encargo específico?

Como en las historias de amor, el tiempo dirá la última palabra.

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