Descomposición policial: otro niño golpeado por Carabineros de Chile

Juana Aguilera Jaramillo.*

Un grupo de estudiantes entre 16 y 18 años fueron detenidos por Carabineros de la Tercera Comisaría de Santiago en el Parque Quinta Normal, alrededor de las 17:30 horas de este miércoles 7 de octubre, en un  procedimiento llamado control de identidad. El grupo de detenidos estaba compuesto por 4 ñinas y dos niños, uno de los cuales tiene 16 años.

Luego de verificados los datos en el cuartel, fueron liberados los 2 varones y las niñas debían ser retiradas por algún adulto o persona responsable; los jóvenes decidieron esperar en la calle a que salieran sus compañeras en libertad; a este grupo que permanecía fuera de la Comisaría se sumaron varios amigas y amigos. Luego, la policía detuvo por segunda vez a 2 de los jóvenes, incluido el menor de 16 años cuyas iniciales son MLF.

Los policías retiraron sus placas identificatorias y los apellidos que llevan en sus uniformes y procedieron primero, a humillarlo verbalmente y, luego le hicieron desnudarse para golpearlo en repetidas oportunidades en su cara y cuerpo, mientras su compañero era obligado a mirar este terrible espectáculo; el resultado es que MLF presenta cortes en su cara y boca. Los carabineros se rían y burlaban mientras lo golpeaban.
 
¿Quién responde por esto en este país que tanto repite que las instituciones funcionan y que somos sujetos de derechos? ¿Qué pudo hacer o decir una persona de 16 años para tener como única respuesta policial, una golpiza?
 
Parece que en Carabineros de Chile hay gente enferma, pero no loca ni desquiciada; puesto que esos policías planificaron de tal modo modo su acción que entendían que cometían un delito; por algo se ampararon en el anonimato y retiraron sus placas y elementos identificatorios, como si pudiesen borrar sus caras que quedaron grabadas en estos niños, donde golpearon a uno, pero que sin duda era una "lección" (de poder?)  para todos ellos: para el golpeado, para el que miraba y para los que seguían afuera. Hace pocos días atrás nos informaban de otro niño que herido por Carabineros que disparaban desde helicópteros en Temucuicui, fue subido en dicho aparato y amenazado de ser lanzado al vacío si no entregaba los nombre de adultos que participaban en acciones de defensa del territorio mapuche; días antes de ello otros 2 niños mapuche fueron heridos por balines de plomo en sus caras, disparados por Carabineros de Chile. No debemos permitir que estos hechos sigan siendo cotidianos y se vuelvan "normales" a vista nuestra.
 
Carabineros de Chile tiene que saber que nuestro país es signatario del Protocolo Facultativo de la Convención Internacional Contra la Tortura y otros tratos crueles, inhumanos y/o degradantes, por lo que debe instalar una o varias instancias que cautelen que estos hechos no se realicen en nuestro territorio; esas instancias deben instalar políticas, procedimientos y todos los instrumentos necesarios para  prevenir y en definitiva, erradicar la práctica de la tortura que lamentablemente, aún prevalece por la impunidad que la ha rodeado.

La puesta en marcha de los requerimientos del Protocolo Facultativo es un compromiso del Estado Chileno ante los organismos internacionales de derechos humanos, específicamente, ante el Sub Comité Contra la Tortura de Naciones Unidas; el Gobierno de la Presidenta Bachelet tiene la obligación de generar estas instancias, autónomas, que deben estar integradas por personas de reconocida solvencia moral para que efectivamente puedan constituirse en Comisarías, prisiones, hospitales psiquiátricos, centros de reclusión de menores y otros recintos donde existan personas detenidas, para cautelar y resguardar sus derechos como seres humanos.
 
La tortura es un crímen de lesa humanidad y es deber de las organizaciones de derechos humanos y de la ciudadanía en general, oponerse a ella y velar porque el Estado y sus egentes, no la ejerzan, porque  la tortura repulsa a toda conciencia digna y civilizada y no puede, por tanto, ser la base de la llamada "convivencia democrática", ni menos los llamados a la inclusión y ruptura de todas las formas de discriminación, pueden construirse con la tortura como sustrato presente. El Estado tiene el deber de detener y sancionar esta escalada represiva, de abuso de poder y de descontrol de sus agentes.
 

* Por equipo de trabajo de la Comisión Etica Contra la Tortura.

Addenda

Llegada la información precedente se supo que en el sur del país un curso entero de alumnos  de un colegio fue obligado a desnudarse por la policía que investigaba una denuncia por hurtode un teléfono celular.