Dividir para reinar: conspiraciones y peligros al cierre de la primera década del siglo

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Néstor Francia.*

La anunciada profundización de la lucha de clases en el continente americano para el año que se inicia tiene sus primeras manifestaciones en el impasse diplomático desatado involucrando a Bolivia, Perú y Venezuela. La cancillería venezolana ha emitido una nota de protesta dirigida al gobierno de Perú, ante las declaraciones de Alan García en el sentido de que Bolivia sigue órdenes de Chávez para atacar constantemente a ese país.

La nota se produce un día después de que el Gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, sostuviera en un boletín de prensa que el mandatario peruano “recibe instrucciones de su homólogo de Estados Unidos, Barack Obama, en la represión a sectores indígenas de su país y en la subasta de los recursos naturales”.

El portavoz del Gobierno boliviano Iván Canelas expresó textualmente: “Es él (García) quién recibe esas instrucciones de Obama, regalando los recursos naturales de su país a empresas trasnacionales y asumiendo acciones de extrema represión que podrían calificarse de lesa humanidad contra sectores indígenas que luchan por sus reivindicaciones”.

García, representante conspicuo del neoliberalismo y de los intereses imperiales en América Latina, trata de matar dos pájaros de un tiro, arremetiendo contra los dos gobiernos que más incomodan a Estados Unidos en nuestro continente. De esta manera lleva agua al molino de la conspiración y la agresión contra los gobiernos revolucionarios de nuestros países.

En el escenario de lucha que se plantea está presente el plan de la diplomacia de Obama que persigue la división de América Latina, en la cual han jugado papel importante las actuaciones imperiales en Honduras y el establecimiento de las bases militares en Colombia.

Cita de la UNASUR

En torno a este último tema, el gobierno boliviano anunció este lunes en La Paz que el 27 y 28 de este mes se realizará en la ciudad ecuatoriana de Quito una cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para tratar el tema de las siete bases militares de Estados Unidos en Colombia.

Allí las posiciones permisivas y pro-yanquis sobre ese asunto estarán presentes, pero en situación de clara minoría. Recordemos que Unasur, cuya presidencia pro témpore la tiene Ecuador, está conformada por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Guyana, Paraguay, Perú, Surinam, Uruguay y Venezuela.

Una mirada, un criterio

El analista norteamericano James Petras ha señalado que tres situaciones marcaron el escenario mundial el pasado año: el fracaso del modelo neoliberal capitalista reflejado en la crisis financiera, el fracaso de la cumbre de Copenhague y el aumento del militarismo yanqui. Citemos palabras textuales de Petras:

“Con las medidas tomadas, tanto canalizando trillones hacia Wall Street, pero más que nada su intervencionismo militar aumentando las tropas en Afganistán, atacando a Pakistán y Yemen y peor, montando un golpe de Estado en Honduras, siete bases en Colombia, otro fortalecimiento de la IV flota en el océano Atlántico frente a América Latina, me parece una indicación de que Wáshington no tiene alternativas aparte del militarismo y eso ha provocado un rechazo bastante amplio en América Latina incluso entre los gobernantes que no son gran cosa pero por lo menos frente a este extremismo de la Casa Blanca se creó una situación donde Wáshington quedó solo.

"Frente al golpe en Honduras, Wáshington era el único régimen en el hemisferio que no quería reconocerlo como un golpe militar, frustró las posibilidades de la vuelta de Zelaya, pero quedó solo a pesar de que algunos gobiernos mantengan posiciones tibias de oposición. La oposición encabezada por Chávez obviamente representa los sentimientos de millones en América Latina”.

Bien temprano comienza a asomarse, pues, el escenario de grandes conflictos que marcarán al mundo en la década que va hasta el año 2020.

Quejas en Venezuela

Uno a veces se pregunta que tanto se queja la oligarquía de Venezuela en el sentido de sus ganancias bajo el “comunismo” de Chávez. Las bolsas de valores de Colombia, Venezuela y Perú fueron, en ese orden, las más rentables de América Latina en la primera década del siglo XXI, según un estudio divulgado hoy por la consultora Economática.

El análisis tuvo en cuenta la oscilación de los principales mercados de América Latina en sus propias monedas entre el 31 de diciembre de 1999 y el 31 de diciembre de 2009.

La bolsa con mayor rentabilidad en el período fue la de Colombia, con una subida del 927,9%, y a continuación se ubicaron las de Venezuela (916,5%), Perú (671,8%), México (350,5%), Argentina (321,6%), Brasil (301,3%) y Chile (218,8%).

Varias veces hemos señalado el hecho de que tenemos un gobierno de tendencia socialista al frente de un país capitalista. En ese contexto, la burguesía seguirá obteniendo ganancias por mucho tiempo. El camino de transición que hemos escogido así lo determina. Sin embargo, la lucha de clases en Venezuela está vivita y coleando, de manera que el ritmo de la transición va a depender sobre todo de cómo se desarrollen esas contradicciones inevitablemente presentes.

* Analista de asuntos políticos.
 

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