«El manicomio en vez de un proyecto de vida es un proyecto de muerte»

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Matilde Sosa*

Conversación con Alberto Sava, fundador y director del Frente Artistas del hospital neurosiquiátrico José T. Borda, de Buenos Aires: "La realidad puede cambiarse. Los manicomios son un gran negocio", dice, contando los números de lo sórdido. Los artistas(“locos”) internados y externos conforman el Frente de Artistas del Borda, un camino a la "desmanicomialización" que propone un cambio endógeno e institucional, social. Alejarnos de la locura de ver locos y no personas. Un paciente artista, dijo: "… formar un frente de varias disciplinas artísticas y con eso ir al frente, a enfrentar la realidad, la nuestra y la del hospital, y cambiarla… ”

Introducción necesaria

¿Tiene un cigarro? Entrecortado, con un apenas de ahogo, como el sonido de un soplo… La pregunta es un espasmo de necesidad que balbucea un interno de a pie, uno de los locos, que a todo externo que se dispone a ingresar, por vía de la interferencia le anuncia lo roto. El pedido es la excusa para provocar el contacto. Porque tras la demanda se encuentra fallido el ritual de lo humano: buscar el contacto.

De tal modo, varias veces al día, sale del encierro, para mirar la cara del afuera, ver tal vez si alguien lo mira un poco… y de paso hasta fumar acaso pueda.

Apenas termino de ascender el playón para dirigirme a la entrevista pautada con Sava, la ritualidad de un interno –y otros– me percut, desde esos bultos corpóreos. Porque extienden en su mano la demanda que, aunque le des mil cigarros, y pidan mil cigarros más, no alcanza a llenar la magnitud de lo que les falta y entonces, sin nada, vuelven a su posición casi sin rostro. Se entraman de nuevo en el manicomio, vuelven al encierro: otra vez loco. Poquito a poco. Poquito a poco.

Esa exterioridad se torna inhabitable. La interioridad propia, de quien ingresa se pasma cuando, además al caer el sol, al horizonte se enlazan penitenciarios con enfermos, con carros, sin humo ni vianda. Todo es castigo para aquellas identidades, multiplicadas y sumariadas. Aún así es mejor que algo peor: “la nada del todo “– bajo esa condición es un lugar para habitar ya que, según cuentan, hay enfermos que viven en el Borda hace cuarenta años. Unos menos o unos mas.

En el medio del parque del neuropsiquiatrico la Unidad Penitenciaria U-20, es decir la cárcel. Subsume, solo desde su estética cotidiana, la criminalizacion que este sistema otorga a la vida humana cuando la salud mental emerge en calidad de supliciada. Apurar el paso es un modo de traer el objetivo de nuevo a foco.

Entramos a la sala para entrevistarnos con el director del Frente de Artistas del Borda (FAB), quien nos aguardaba respetuoso ya que previendo que algo se desfasara,”había preparado un mensaje –que retira de la puerta– el cual indicaba estar regresando de un Taller, por si se retrasaba, así avisaba que ya llegaba”.

Nos encontramos. Sava ofrece su espacio ganado en el neuropsiquiatrico, que además es un lugar simbólico, pero también una oficina conocida ya como la oficina del Frente de Artistas del Borda. Un lugar donde se respira, en medio de tanto ahogo y despojo. En ese momento golpean la puerta que Sava olvido de cerrar, Es un interno que vino a buscarlo ( se ve que es el ritmo cotidiano) y lo atiende explicando  estoy en un reportaje “. Luego la puerta queda trabada.

Este hombre alto y suave, gran mimo en su mocedad, ha sabido limitar, lo cual no es poco ante tanta demanda. Este artista ha conquistado un lugar, lo cual no es poco tampoco, en especial si consideramos que la conquista es para modificar desde la realidad a esa misma compleja realidad.

La desmanicomialización

Alberto Sava es fundador y director del Frente de Artistas del Borda. Sava es un artista del campo del Teatro y un teórico de la praxis. Es fundador a su vez de la Asociación Argentina del Mimo, y de una las primeras escuelas de mimo, y creador del primer Festival Latinoamericano de Mimo. En 1984 funda el Frente de Artistas del Borda ( FAB) y se suma a un proceso de transformación del Hospital Psiquiátrico.

Su propuesta fue integrarse a un proyecto de desmanicomialización que desde entonces sostiene desde el Teatro Participativo, del que proviene y que se diferencia del teatro convencional justamente por la participación. Asimismo desecha la ficción y toma la temática de esa misma realidad. Alberto Sava dice que, finalmente, no hay espectador que “especte “ sino un publico participante. Y toma del teatro invisible algo de su técnica. “De tal modo se genera un evento teatral participativo “.

Sava ha compendiado esta experiencia en su libro Del mimo contemporáneo al arte participativo,  publicado por Madres de Plaza de Mayo. “El teatro participativo trabaja en la realidad, desde la realidad, para crear nuevas realidades.” repite

Sava venia trabajando en ello –aun durante la dictadura militar de Argentina ( 1976-1983)– y refiere a José Grandinetti (psicoanalista) como la persona que supervisaba aquellos trabajos suyos, en el campo teatral. Grandinetti es designado en 1984  jefe del Servicio Psicología Social del Hospital Neuropsiquiatrico Borda. Ya entonces, recuerda Sava, quería abrirse en el “manicomio” un proyecto de “desmanicomializacion “.

E historia ese origen diciendo que Grandinetti lo convoca del siguiente modo: “vos que tenés experiencia de sacar el teatro a la calle, vamos a sacar los locos a la calle “. Esa es su inserción en el Borda, que se produce desde el arte-teatro participativo para el proyecto de desmanicomializacion. Y desde el concepto teatral, encuentra que el desafío estaba planteado en “cómo hacer participar instituciones…”

–¿Cómo articula el arte, y el teatro participativo con las instituciones y el proceso de desmanicomializacion?

–Comienza a ponerse en juego, una práctica del teatro participativo en instituciones. Es decir: en vez de poner a jugar en la escena real, (porque el teatro participativo trabaja en la realidad), en vez de poner en la escena real a personas que se vinculen entre sí, se trata de poner a instituciones. la idea base de “venir al Borda esta basada en este concepto de teatro participativo de instituciones. Hay una institución, que se llama Borda y hay un tema que es la locura.

–¿Cómo relaciona esta institución Borda con otras instituciones?

–Bueno pueden ser instituciones de DDHH, instituciones como clubes, instituciones como partidos políticos, como la prensa, como club de barrios. Todo tipo de instituciones las vinculo entre sí para producir un movimiento nuevo, una situación nueva que genere un espacio nuevo de transformación de ese espacio que se llama Hospital Borda.

La propuesta de su arte de “sacar el teatro a la calle “ y el proyecto de “sacar los locos a la calle “ se sostiene desde que fuera convocado y convocara junto a otros profesionales de la salud a unas primeras personas internadas en el Borda, bajo la única condición de poseer inclinaciones artísticas. Las cuales fueron pesquisadas por el mismo Sava, por espacio de un año mediante un trabajo de campo. Va encontrando y encontrándose con estos artistas que además estaban internados y con sufrimiento mental.

La diferencia

Dice: “El arte en los manicomios es tan viejo como ellos mismos, pero siempre  se ha usado como una excusa o una herramienta terapéutica, lo que se puede llamar “arte-terapia“.

–¿Puede explicárnosla?

–Un profesional de la salud mental, con conocimiento artístico o no, lleva a cabo en su servicio una actividad artística pero no para hacer una obra de arte sino porque esa herramienta artística, le permite al profesional evaluar el comportamiento del paciente.

"Por ejemplo, si hacemos teatro y ese paciente hace el rol de padre, ese profesional puede indagar con ese paciente en función de su comportamiento y su reacción en su historia personal con el padre para que eso produzca un efecto terapéutico. Ahora, la diferencia es que esto era como hacer arte pero no concluía en la construcción de una obra artística, sino que se usaba la técnica del arte para entrar en la dirección de la cura con ese paciente, eso se puede llamar arte-terapia.

"En cambio les propongo a los pacientes la idea de organizar artistas pero para que produzcan arte y que esa producción de arte no quede encerrada en el hospital sino que salga del hospital y que se muestre, como hace cualquier artista, y así entrar en un proceso creador como hace también cualquier artista; es decir: aprende, se entrena. Investiga, experimenta, entra en un proceso creador hasta la construcción de una obra y después.en general, como todo artista cuando crea, lo que quiere es que se vea".

–¿Y esta diferencia que produce, es el arte según el Frente de Artistas del Borda?

–Y.. pudiéramos decir que eso de salir en arte, produce tres efectos desmanicomializadores.

"El primero es en lo personal y subjetivo, esto porque a personas a las cuales el manicomio va desgastando su capacidad de pensar sentir y saatisfacer sus deseos, sus pasiones, sus proyectos de vida, es decir el manicomio en vez de un proyecto de vida es un proyecto de muerte. El arte lo vuelca de una posición de objeto a sujeto. El arte los convoca a un trabajo grupal dentro de un proceso creador en el que la pertenencia a un colectivo y el compromiso a través de la tarea, promueven el fortalecimiento de la identidad.

"El segundo e institucional es porque cuando salió la obra; salió con ella el artista, es decir salió la persona, y con ello las denuncias de sufrimiento psíquico, sobre medicación, falta de medicación, vejámenes, casi todas las violaciones a los derechos elementales, falta de libertad; es decir esas denuncias se hacen públicas y públicas vuelven al hospital y es allí en donde se produce un segundo efecto, el institucional. En principio, poniendo en evidencia las contradicciones institucionales y abriendo dentro del hospital nuevas grietas que permitan profundizar el debate sobre estas problemáticas. Ese choque resquebraja la estructura manicomial y entra una estructura desmanicomializadora.

"El tercero es el efecto es social. En la medida en que los artistas salen, las gentes y las organizaciones sociales tienen una actitud política y más ideológica, no misericordiosa que reza ‘pobrecitos los locos’, en tanto se muestran y muestran su capacidad creadora. El compartir las producciones artísticas contribuye a romper con un imaginario social de la locura imposibilitado de ser un agente de transformación social y de coproducción de un proceso grupal, en este caso artístico. Así, la mirada que los otros puedan devolver a los participantes como portadores de una palabra y producción valedera, permite la construcción y apropiación de una imagen del ‘loco’ como actor de un proceso valioso de creación y construcción.

"La labor del Frente de Artistas de Borda actúa como articuladora y organizadora del grupo; los talleres del frente de Artistas del Borda se orientan a una búsqueda ligada a la creación, como cualquier grupo de artistas que trabaja en “el afuera”. La idea se basa en hacer circular sus producciones artísticas, Lo que circula no es sólo la producción sino el artista".

–¿Cuales son los antecedentes?

En Argentina, durante la dictadura el Borda estuvo en manos de médicos de la fuerza aérea.  Se considera que por la cárcel que esta aquí dentro del hospital pasaron alrededor de dos mil personas durante toda la dictadura Acá al inicio se había formado una comisión de los internos y por transmisión oral que contaba que se usaban estos lugares. En este lugar de depósito, el hospital, en 1984 cuando entré,  tenia dos mil quinientas personas internadas, hoy hay menos de mil.

"Luego, cuando se interviene el hospital, en democracia, la persona que asume estaba muy consustanciada con la experiencia desmanicomializadora de Trieste que es donde, desde la Dirección de Salud Mental de Italia, se armó un dispositivo básicamente comunitario. En lugar de estar toda la gente concentrada en un hospital, lo que se abren, en Trieste, son cinco centros de salud mental No es que todos los pacientes del manicomio fueron a esos centros, sino que la atención, la prevención y la internación de esos o de los futuros pacientes se hace en ellos.

"Las personas fueron derivadas del hospital a familias, en el caso de que las familias las pudieran contener, de lo contrario a departamentos en la ciudad de Triste. En el año 1984, entonces, terminada la dictadura militar y durante el gobierno de la democracia, desde la Dirección Nacional de Salud Mental, en la Argentina se intentó llevar a cabo una práctica parecida, tomando tres lugares como experiencia en Argentina uno Río Negro, otro Córdoba y el tercero el Hospital Borda".

–¿La desmanicomializacion significa que se cierran los manicomios?

–Como digo, la experiencia de Trieste nos enseña que no se cierran abruptamente, sino que se hace en forma progresiva, lo cual le llevó  casi 9 años, y desde el Estado, se arma un dispositivo que garantiza una mirada social, básicamente comunitaria y no solo médica. El manicomio se convierte en un hospital general y todos los hospitales generales tienen una área de salud mental, con internaciones cortas. Las internaciones no superan el promedio de quince días, hablan de doce días en este momento.

"En Triste consideran, y no solo ellos, la Organización Mundial de la Salud lo plantea, que una persona no tiene que estar más de treinta días internada. El sufrimiento mental puede ser atendido ambulatoriamente, El padecimiento mental no esta considerado como una enfermedad de cama, salvo, claro esta, los primeros días o por complicaciones no deseadas.

"De modo tal que la atención es básicamente ambulatoria, eso significa que los pacientes, los usuarios en tratamiento –como los llaman ellos– van hacia donde están los profesionales en esos centros de salud mental, que son cinco en Trieste o, al revés, muchas veces son los profesionales los que se acercan a donde viven los pacientes. Se crearon cooperativas de trabajo, en función de las actividades que realizaban los pacientes internados.

"En el teatro del Borda el 15 de Noviembre de 1984, con las personas interesadas y otros profesionales, propongo crear un grupo de artistas.y se hace allí la primera reunión. El frente de artistas hoy reúne en un 80% de su composición a artistas internados.

Un modo horizontal de abordar las relaciones de poder

El FAB funciona en la actualidad como talleres artísticos de teatro, marionetas, música, mimo, teatro participativo, expresión corporal-danza, plástica, letras, periodismo y fotografía. A ellos se le agrega uno de “desmanicomialización”, que es un taller teórico donde se debate acerca de este tema considerado eje de la Ideología del FAB.

Cada taller funciona con un equipo de coordinación integrado por un coordinador artístico, uno psicológico y uno o más colaboradores. De este modo la propuesta de trabajo es interdisciplinaria, ya que cuenta con la participación conjunta de miembros de distintas disciplinas artísticas y psicólogos, con la posterior incorporación al equipo de trabajo de sociólogos y psicólogos sociales, entre otros. También integran el equipo de coordinación de los talleres colaboradores, que suelen ser estudiantes de arte, de sicología, psicología social y de otras disciplinas. Los coordinadores y colaboradores en su conjunto están además supervisados mensualmente. Cabe agregar que todos los coordinadores y colaboradores realizan la tarea ad-honorem.

En el funcionamiento diario de los distintos talleres, el espacio promovido se desarrolla como un ámbito de aprendizaje, donde se proveen las técnicas y materiales necesarios para llegar no sólo a una producción artística, sino a la creación de un trabajo de calidad reconocido por otros, traspasando así los muros del hospital. La creación artística es en sí fundamental, ya que no se pretende que el espacio de los distintos talleres cumpla una función de simple recreación o distracción para sus integrantes.

El dispositivo de funcionamiento montado por el FAB consta también de un modo horizontal de abordar las relaciones de poder, para llevar a cabo una experiencia de transformación en donde estén implicadas todas las personas que tengan participación en el proyecto. Este dispositivo consiste en la realización de una asamblea quincenal, en la cual se alternan las cuestiones organizativas y otras destinadas a la reflexión de lo considerado relevante. Las asambleas se conforman como el organismo principal de toma de decisiones (desde la compra de un objeto hasta la creación y organización de los Festivales Latinoamericanos de Artistas Internados y Externados de Hospitales Psiquiátricos),

25 Años del Frente de Artistas y hacia el X Festival
 
El Frente de Artistas del Borda, en 1989 hizo el primer festival, luego se han hecho cada dos años. El FAB cumple 25 años y 20  del primer Festival. El próximo será el X Festival del Frente. .Como una de las formas de eliminar el encierro será la nueva edición del festival “Una puerta a la libertad”, un hecho único en el mundo. Se trata del X Festival y Congreso Latinoamericano de Artistas Internados y Externados de Hospitales Psiquiátricos, que tendrá lugar del 13 al 17 de octubre de 2009, en Mar del Plata. Sava considera que el arte tiene que ser una herramienta más para la transformación social y política de un país.

–Si pudiera darse hoy como probable, es decir, ya la desmanicomialización ¿qué pasaría? A veces se escucha que van a cerrar el Borda…..

–Primero hay que poner atención, porque no es lo mismo. Si esto de salir del manicomio no se da progresivamente, lo primero que genera es que el paciente se aterra, cuando siente que le van a cerrar el manicomio, ya que el paciente se pregunta dónde voy a vivir qué voy a comer… Él prefiere, a la nada, tener esto. Pero no se llegaría a eso porque al proyecto de desmanicomializacion se llega con un proceso de evolución, que permite pensar de otra manera, y esa misma definición y esos mismos códigos le valen a la sociedad. En la medida que la sociedad tenga información va a cambiar su mirada.

–Hablando en números, ¿qué significa la desmanicomializacion?

–…Un paciente acá internado le cuesta al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. cinco mil pesos por mes. ¿Para qué? Para que haya mala calidad de vida, para empastillarlo… ¥ un gasto sideral en empresas privadas, porque éste es un hospital publico, pero la comida es concesionada a una empresa privada, la seguridad esta concesionada a una empresa privada, la limpieza esta concesionada a una empresa privada, la medicación se las compran a los laboratorios privados. Es decir: el manicomio es un gran negocio para mucha gente por eso quieren que se mantengan. Pensemos, ¿cuánto necesita una persona para vivir afuera?

–¿Propone usted, es decir el FAB, transformar la realidad?

–Mirá, sobre el monto que está presupuestado, digamos sobre el monto de $ 5.000 que el gobierno. de la Ciudad afecta por paciente del manicomio, viciado, como ya describimos, un proyecto de desmanicomialización se redistribuiría de la siguiente manera:

"En concepto de alquiler se afectaría la suma de $ 1.500 para un inmueble de tres ambientes que seria habitado por 3 pacientes-usuarios, dando un promedio de $500 por persona. En concepto de alimentación y otros gastos diarios viáticos, entretenimientos, indumentaria, etc. se afectaría de ese total de $ 4.500 la suma de $ 1.500 por persona. El monto resultante de $ 3.000 mensuales se destinaría a las prestaciones profesionales, administrativas, mantenimiento y suministro farmacológico que cada paciente requiera".

–Entiendo entonces por lo que dice que la modificación no es solo distributiva, ¿correcto?

–Claro no es sólo distributivo el cambio, y te fundamento más en calidad de vida con lo que te explico : mira, por ejemplo un paciente internado consume entre 60 y 70 % mas de medicación que si estuviera en tratamiento ambulatorio. El psicólogo social Alfredo Moffat dijo: “La pastilla no solo tranquiliza a los pacientes sino a los dueños de los laboratorios”.

"Entonces dejarían de ganar, si el manicomio cierra, millones de pesos al año. Cada paciente consume entre quince y veinte (15 y 20) pastillas más por día, Si calculamos mil personas el laboratorio estará produciendo quince mil o veinte mil pastillas  por día, o sea al año serian millones de pastillas que dejarían de producir si el manicomio se cerrara, y eso solamente hablando desde el Borda. ¿Cuantos manicomios hay en el país? Entonces hay muchos intereses económicos en que esto siga funcionando.

Otro gran argumento para que no se cierre en función de la desmanicomializacion lo fundamenta el argumento de algunos sindicatos, que dicen que se quedan sin fuente de trabajo. Sava lo desmiente. Dice que si vamos a crear centros de salud mental en todos los hospitales generales, en vez de trabajar quinientos médicos acá van a trabajar diez médicos en cada Hospital, diez psicólogos en cada hospital, diez empleados administrativos en cada hospital. Es decir es al contrario.

Otro caso que cita Sava es, por ejemplo, el de los enfermeros: "Tenés enfermeros acá que cuidan cincuenta pacientes. Para poder trasladarte a una ciudad, para poder controlar a cincuenta pacientes, no te alcanza un enfermero, necesitas tres, cuatro, seis enfermeros. Si es que querés hacer una atención personalizada.

"Ahora si acá… a todos les das las mismas pastillas, tras hacer una cola para que te la dén, bueno, tal vez con un enfermero sobra, Y a veces ni es el enfermero, ya que son los viejos pacientes quienes entre sí se las arreglan…

Cuando nos retiramos de la entrevista, cae la tarde. Los rostros se invisibilizan y en lo social se gira hacia lo fantasmagórico. Comenzaban a “caernos las fichas “ apenas ese mismo playón de inicio se encaraba, pero ya en descenso, como cayendo del foco.

Entender que la realidad pueda ser modificada desde la misma realidad, nos conduce a interpretar que la locura, así vista, poco habita en el Borda. A no ser que, como dice Sava, “ el manicomio sea un gran negocio “. Negocio que por otra parte se hace a costa de los locos, porque, si hace falta, debiéramos recordar que los locos están exceptuados de votar, pero, además, la insanía exceptúa a quien la padece de validación jurídica para transacciones comerciales o hacer negocios…

(El Hospital Neuropsiquiátrico José T. Borda –”El Borda” como se le conoce– es un hospital psiquiátrico de hombres de la Ciudad de Buenos Aires. Es también un enigma institucional y un caso emblemático en el sistema público de salud que señala y cuestiona la debida atención a la salud mental en la República Argentina por vía del “manicomio”).

* Periodista

Addenda
En 2007 en la revista Piel de Leopardo se publicó aquí un interesante artículo del escritor Joaquín Carreras sobre radio La Colifata, emisora ressponsabilidad de los internos del Hospital Borda.

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