Fascistización sindical. – NO A LA PROSCRIPCIÓN EN EL GREMIO PERIODÍSTICO

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Aparecida en la revista Piel de Leopardo, integrada a este portal.

(Buenos Aires)
. La directiva de la UTPBA dio el viernes pasado un paso definitivo hacia su configuración como una de las peores burocracias que existen en el sindicalismo argentino, con la decisión (que no tiene antecedentes en el gremio de prensa) de proscribir a nuestra lista, el Frente Naranja, Violeta e Independientes, que presentamos para participar en las elecciones de los próximos 27 y 28 de septiembre.

La burocracia de la UTPBA hizo, quizá, lo último que le faltaba para rematar un largo proceso de descomposición que tiene hechos, hitos y números espeluznantes que se asemejan a los de las direcciones burocráticas tradicionales.

Hace 16 años que no convoca a una reunión del cuerpo de delegados del sindicato; hace más de 20 años que la mayoría de los dirigentes no sabe lo que es trabajar; hace años que no convoca a una asamblea general del
gremio para impulsar una lucha por nuestros salarios y nuestras reivindicaciones; tiene la condición de ser una rara avis sindical porque el nuestro es prácticamente el único gremio de todo el país que no fue a paritarias, no
sólo en el último año y medio, cuando hasta el más entreguista de los burócratas sentó el culo en las mismas para obtener algo, sino que nunca lo hizo desde que asumió la conducción, en 1984.

La proscripción del frente opositor es la expresión necesaria de una burocracia que no puede soportar que se le recuerde o se haga revivir en la memoria de los trabajadores de prensa cómo entregó la gran lucha de Clarín
por recuperar su organización sindical interna; de cómo negoció a espaldas de los trabajadores de Télam su integración al multimedios privatizador y despedidor que quería imponer De la Rúa; y cómo los abandonó más
recientemente en la huelga de 38 días que sostuvieron para frenar despidos.

También cómo desaparecieron de Perfil durante los 43 días de paro este año, o cómo promovieron la aceptación de la conciliación voluntaria en Crónica, en 2001, cuando quedaban decenas de compañeros sin reincorporar tras
los despidos masivos que venían siendo revertidos por la lucha de loscompañeros; y cómo arregló despidos de delegados con las patronales o no convocó a elecciones para que los compañeros quedaran sin cobertura gremial
y a merced de las empresas, como pasó en Reuters en su momento, o en France Press, o en Diario Popular, en todos los casos porque eran delegados que no comulgaban con la conducción.

Tampoco quiere que se recuerde cómo destruyó una obra social que se asentaba en una ecuación económica inimitable, con sueldos altísimos de jerárquicos que aportaron sin usarla durante décadas. Y cómo saboteó tantas veces la organización interna de las empresas, negándose a convocar a elecciones de delegados donde pensaba que podía erigirse una comisión interna opositora.

Es para que no salga a la luz este prontuario que nos impiden participar en unas elecciones que son, sin embargo, ya de entrada fraudulentas, con padrones inflados y truchos que no nos entregaron, ni mucho menos se pueden
someter a revisión, con más de 70 lugares de votación para controlar en ¡48 horas continuas!

Es una cosa la que lleva a la otra. No hay burocracias enquistadas y que defienden sus privilegios que hagan elecciones limpias. No puede haber. Son los dueños de la Junta Electoral, armada a su gusto en una asamblea
clandestina; son los dueños de las urnas y de su control en injustificadas 48 horas de elección. Jamás se hizo esto en una elección y sólo tiene el sentido de dificultar el control de las urnas y de tener mayor margen para el fraude, son amos y señores del escrutinio y del padrón, convocan a elecciones en las que, gracias a la gigantesca desafiliación que reina en las empresas, tienen garantizado que el repudio que existe en ellas hacia la directiva va a tener una traducción electoral muy por debajo de lo real.

Y sin embargo nos prohíben participar. ¿Por que?

Porque tampoco soportan que nuestra lista se “imprima” y que algún compañero, o los que sea que vayan a votar, tenga la posibilidad de ver las dos boletas juntas, de compararlas. En una rápida mirada se daría cuenta de que en la lista oficialista, entre los primeros 16 candidatos aparece un solo compañero que trabaja en una empresa, mientras los demás son todos rentados del aparato a los que se les dibuja una condición de “colaborador” trucha.

¿Colaboradores? Ojalá alguno de ellos fuera colaborador. Sabría, entonces, lo que es yugarla todo el mes, recorriendo las redacciones de diarios y revistas, con tres y hasta cuatro trabajos, munidos de facturas,
haciendo malabarismos para conformar un ingreso casi siempre paupérrimo a fin de mes, sin estabilidad, sin protección, cobertura de salud, con la incertidumbre constante. Es ofensivo que estos burócratas se autotitulen colaboradores.

En cambio, la Naranja, Violeta e Independientes está constituida por trabajadores reales, por delegados, miembros de comisiones internas y trabajadores de muchas empresas del gremio que trabajan todos los días y
ponen el cuerpo cotidianamente para enfrentar a la patronal, para organizar a sus compañeros desde dentro de los lugares de trabajo.

En definitiva, de los que viven en carne propia y no hablan por boca de ganso cuando se trata de describir las consecuencias de estar en un gremio cuya dirección sindical es un cero a la izquierda a la hora de dar una
respuesta colectiva a nuestras necesidades.

Proscriben a nuestra lista con argumentos ridículos, como que nos faltan un par de avales aunque hemos cumplido sobradamente con todos los requisitos legales y proscriptivos que nos colocaron y, no conformes con eso, están montando una provocación contra los luchadores de las dos empresas que encabezan nuestro Frente con el objetivo evidente de tratar de tapar la proscripción, que está causando una profunda indignación en el gremio.

Aunque parezca increíble, la UTPBA dice que prepara una “marcha” contra Fontevecchia y Perfil (de donde es delegado el candidato a Secretario General de nuestra lista) y los alcahuetes que piden su colaboración”,
porque “las elecciones son entre trabajadores”. ¡Fantástico!

Más allá de este invento inentendible, digno de una operación de los servicios de información, hablan de hacer una “marcha” después de haberse borrado de Perfil cuando los compañeros más los necesitaban. Lo mismo
hacen con Crónica, donde con la excusa de acusar a la patronal por deudas con la obra social, lanzan una larvada amenaza a nuestros delegados y candidatos tratando de responsabilizarlos, junto a los trabajadores, por esta
situación.

La directiva de la UTPBA es una secta descompuesta que no tiene retorno.

Pasó todos los límites.

Más información:
http://noalaproscripcion.blogspot.com.

Adhesiones, solidaridad, notas de repudio a:

noalaproscripcion@gmail.com.

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