Franco Parisi ¿La instalación de un nuevo caballito de Troya?

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Seamos objetivos. El claro vencedor del pasado debate de la Archi (Asociación de Radiodifusores de Chile) fue claramente el candidato independiente Franco Parisi. Discrepamos totalmente con el historiador Rafael Luis Gumucio Rivas con su artículo: “Debate ARCHI: Se ordena el naipe entre neoliberales y los que quieren un nuevo Chile”, publicado tanto en El Clarín como en El Ciudadano.

Para el distinguido historiador el claro vencedor, sin decirlo, ha sido su sobrino Marco Enriquez-Ominami Gumucio. Sí, su sobrino. No sabemos si ya se habrá enterado, pero el señor Marco Enriquez-Ominami Gumucio es un personaje que echó a perder su encanto el día que dio su apoyo a Eduardo Frei Ruiz-Tagle. Digamos las cosas como son. Duela a quien le duela.

Visión fría del escenario político chileno

Tratemos de dar una visión fría del escenario político, alejando cualquier interés particular que podamos tener.

La “orden” de los grandes grupos económicos, tal como hemos señalado anteriormente, fue tomada desde mucho antes de que Michelle Bachelet pisara suelo chileno. Los Grandes Medios Nacionales son un reflejo de esa “orden” tomada (¿nunca nos hemos preguntado sobre la avalancha de programas televisivos relacionados con el golpe militar de 1973 o la Dictadura?); y la degradación del “producto” (Golborne-Longueira-Matthei) por parte de la derecha conservadora, también es un reflejo de la “orden” tomada (¿Qué mejor que instalar un “producto” relacionado de alguna forma con la Dictadura militar para enfrentarse contra una víctima de la Dictadura?).

Lo que pasa ahora es que de tanto degradar el “producto”, ahora adquiere más visibilidad un personaje como Franco Parisi que en un principio se había ignorado, pero que adquiere progresivamente visibilidad especialmente dentro del área de la Derecha.

Y últimamente lo que la opinión pública ha observado es a un personaje (Franco Parisi) queriendo dar la impresión que se diferencia, especial y específicamente, de la candidata de la Alianza, Evelyn Matthei, siendo quizá su punto de partida principal su discurso en ICARE (Instituto Chileno de Administración Racional de Empresas) para así quizá despejar la idea de que fuera un “caballito de troya” de la Derecha.

Quizá estemos equivocados, pero lo que estamos viendo con el “fenómeno Parisi” es quizá el mismo “fenómeno” con el cual vimos a Marco Enriquez-Ominami Gumucio, un personaje queriendo desmarcarse de los “mismos de siempre” para lograr tener brillo propio. Ahora la pregunta es: ¿será la misma estrategia utilizada por la Concertación, en las pasadas elecciones, ahora utilizada por la Derecha? Todavía queda camino por recorrer y dudas por aclararse.

No hay que confiar mucho en los “encantos”, ya fuimos testigos de los “encantos” de un Marco Enriquez-Ominami Gumucio y en lo que terminó todo.
Si queremos ver de mejor forma la situación debemos hacer el siguiente ejercicio de ir tanto al plano irrealista como al plano realista de la situación.

Plano irrealista

Vayamos al plano irrealista que, a su vez, se caracteriza por ser optimista.
Supongamos que el discurso del candidato presidencial Franco Parisi fuera real y sincero; supongamos que pasara a segunda vuelta; supongamos que fuera elegido presidente. Ahora hagamos la siguiente pregunta: ¿cómo habría de gobernar un personaje sin un partido político y con un parlamento muy contrario a sus intereses?

Ahora supongamos que no pasara a segunda vuelta ¿a quien entregaría su apoyo? ¿Entregaría su apoyo a Michelle Bachellet? Obviamente sus partidarios no se lo perdonarían. ¿Entregaría su apoyo a Evelyn Matthei? Muchos podrían verlo como algo ilógico. ¿“Dar apoyo a un personaje que lo atacó descaradamente”? Supongamos, entonces, que no diera apoyo a Evelyn Matthei y que decidiera optar por cuidar su potencial presidencial, alejado de los “mismos de siempre”, todo lo que no hizo y desaprovechó Marco Enriquez-Ominami Gumucio (Enero 2010). ¿Podría suceder tal cosa?

Plano realista

Ahora vayamos al plano realista que, a su vez, se caracteriza por ser pesimista.
Supongamos que el discurso del candidato presidencial Franco Parisi fuera parte de una estrategia de la Derecha para captar votos; supongamos que no pasara a segunda vuelta; supongamos que hiciera la misma escena de un Marco Enriquez-Ominami Gumucio: “Declaro formalmente mi decisión de apoyar al candidato de este pueblo, el de 29% de chilenos que votaron el 13 de Diciembre. La libertad de todos ustedes no está puesta en duda al ejercer la mía. Ustedes son los únicos jueces de su conciencia y su voto; ustedes son los mejores jueces sobre su voto. Y yo respeto, sin exclusión alguna, su decisión.

La Libertad de ustedes no está puesta en duda. Esta decisión la comunico haciendo hincapié, en que mantengo todas mis críticas, todas mis aseveraciones y distancias, referidas a las directivas de los partidos en general, y en particular a los directivos de los partidos de la Concertación.” (Algo así como “Voto por Frei, pero ustedes son libres de elegir; pero yo no le doy mi voto a la Derecha”) Al final de cuentas, si conservamos el plano realista, sabemos que los principales candidatos (Michelle Bachelet, Evelyn Matthei, Franco Parisi y Marco Enriquez-Ominami Gumucio) son defensores de un modelo económico acorde a los intereses de los grandes grupos económicos.
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La irrupción de Franco Parisi, por tanto, puede fácilmente obedecer al interés de la Alianza de pasar a la segunda vuelta, y no ser humillados en primera vuelta por Michelle Bachelet, teniendo como antecedente los resultados de las pasadas Primarias Presidenciales 2013. ¿Se imaginan a una Derecha humillada? Pues una Derecha humillada podría significar menos poder en el Parlamento, y la Derecha necesita de esa presencia para conservar un equilibrio de poder que debe existir en el Parlamento entre dos coaliciones gobernantes.

¿Qué ha decidido la derecha? Ahora ha decidido fortalecer la opción “Franco Parisi” de una forma muy curiosa: atacándolo, y con la ayuda de sus “amigos” o sirvientes de los grandes grupos económicos (eje: los periodistas al servicio del capital que estuvieron en el Debate de la Archi: Cony Stipicic, sirvienta de Libertad y Desarrollo o del Grupo Matte; Mauricio Bustamante sirviente del Grupo Luksic; Alejandro de la Carrera, sirviente de la Sociedad Nacional de Agricultura, SNA, agrupación de latifundistas de Chile) .

Pero nadie intuye de que bien podría ser una estrategia de la Derecha para fortalecer la posición de los adherentes de Parisi y, por otro lado, atraer un electorado indeciso que ve a Evelyn Matthei y Michelle Bachelet fuera de su área. ¿La Alianza y Evelyn Matthei le convendría tener fuera del juego a un Franco Parisi?

Obviamente lo que podríamos estar viendo es un “tongo” o espectáculo político, propio del circo burgués que se da en todo ámbito. ¿Cómo no sentir simpatías por un “pequeño” que es apaleado por un grupo de “grandes”? Solo habría que usar el sentido común.

Franco Parisi no ha hecho más que atraer ese electorado desencantado con la Concertación y la Alianza. Pero lo que no dice el señor Parisi es que el terreno donde está afincado es de propiedad de la Derecha.

Y si observamos bien al electorado con clara inclinación por Franco Parisi, vemos a un electorado con una clara definición en contra de Michelle Bachelet y con una indecisa inclinación por Evelyn Matthei. Claramente un electorado que fácilmente podría en una posible segunda vuelta votar por Evelyn Matthei y así poder conservar el equilibrio de poder.

Aquí de lo que se trata es de conservar un cierto equilibrio para no dar espacio a otros actores que quieran tomar parte de ese equilibrio.

El resto de los candidatos no son tema, y menos cuando se trata del triste circo burgués. Sabemos bien que el principal espectáculo lo dan los más publicitados, no los tenidos como simple relleno. Podrán tener estos últimos buenas intenciones, pero si somos realistas sabemos bien que no tienen más opción que formar parte o bien de las estadísticas o bien abonarse a la candidatura más “acorde” a sus “principios”.

El espectáculo se lo roban los cuatro principales candidatos, con el aval de los grandes grupos económicos. No están las condiciones como para robarse el espectáculo las candidaturas de relleno. Las mayores aspiradoras o captadoras de votos están con los grandes grupos económicos. Es una afirmación errada el poner a Marco Enriquez-Ominami Gumucio dentro de una lista de candidatos partidarios de la “construcción de un nuevo Chile”. Le creería al señor Rafael Luis Gumucio Rivas si solo pusiera en la lista a la candidata Roxana Miranda o incluso a Marcel Claude.

A todo esto ¿podrán los últimos dos candidatos tener el desatino de entregar sus votos o apoyo en una posible segunda vuelta a la candidata Michelle Bachelet? Quien se abstenga de ello, abonará para el futuro si lo que quiere es construir un nuevo Chile. Nuestro pueblo no merece ser “premiado” con la inconsecuencia de algunos “arquitectos” de un nuevo Chile.

Si Marco Enriquez-Ominami Gumucio no hubiera entregado su apoyo implícito a Eduardo Frei, la pasada elección presidencial, hoy la historia sería distinta y el protagonista del circo no sería Franco Parisi.

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