«Hay voluntad de enterrar el caso de vuelos de la CIA», dice eurodiputada Ana Gómes

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IPS*

Desde los más diversos frentes, como dirigente política, diputada en el Parlamento Europeo y embajadora, la portuguesa Ana Gomes se ha destacado como incansable luchadora y ardiente defensora de lo que define "causas justas". Ahora el blanco de sus críticas es el archivo de la causa de los vuelos de la CIA.
 
El Ministerio Público de Portugal, contrariando lo ocurrido en otros países de Europa, decidió "archivar por falta de pruebas" la investigación sobre las escalas en aeropuertos de este país y sobrevuelos en su jurisdicción de aviones de la CIA (Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos) que llevaban prisioneros a su base de Guantánamo.
 
El escándalo estalló en noviembre de 2005, cuando el diario estadounidense The Washington Post reveló la existencia del trasporte secreto por parte de la CIA de presuntos terroristas capturados principalmente en países árabes, en Pakistán y en Afganistán, al enclave militar estadounidense en la isla de Cuba y a presiones secretas en otros puntos del mundo.
 
Ana Maria Martins Gomes nació en 1954 en Lisboa e hizo su estreno en la vida cívica y política con apenas 18 años como activista de los Comités de Lucha Anticolonial (CLAC), cuando los opositores a la guerra en África eran considerados "traidores a la patria" por la dictadura que imperó en Portugal entre 1926 y 1974.
 
Tras dos años de intensa actividad en los CLAC, al estallar la rebelión militar de los capitanes izquierdistas que depusieron la dictadura en 1974 ingresó al maoísta Movimiento de Reconstrucción del Partido del Proletariado (MRPP), al que abandonó en 1976.
 
A fines de los años 90 nació el apodo con que hasta hoy se le conoce: una mujer "para todo terreno", expresión que define los vehículos que se conducen en geografía difícil, equivalente a "tracción en las cuatro ruedas".
 
Como embajadora en Yakarta, se convirtió en una de las figuras más destacadas de la diplomacia lusitana por su manejo del complejo "dossier Timor Oriental", que concluyó con el fin de la ocupación de Indonesia en 1999 y la independencia de esa ex colonia luso-asiática en mayo de 2002.
 
Ese año ingresa al Partido Socialista (PS), entonces controlado por el ala izquierda liderada por el entonces secretario general Eduardo Ferro Rodrigues, quién la invita a hacerse cargo de las relaciones internacionales.
 
Allí se mantiene hasta que la corriente derechista, autodenominada "izquierda moderna" del PS, controlada por el actual primer ministro José Sócrates, se apodera del partido en 2004, designando en cargos importantes fuera del país a los más destacados dirigentes cercanos a Ferro Rodrigues.
 
– Si el objetivo político no existe, entonces deberá reabrir la investigación y seguir las pistas que di. Sólo se puede llegar a la conclusión a que llega la FGR, de que "no fue practicado en territorio nacional ningún ilícito de naturaleza criminal", tan solo si la investigación fue guiada por el objetivo político de enterrar el tema del papel de Portugal en los vuelos de la CIA.
 
Ya entregué la solicitud para reanudar el proceso e investigar y concluir las diligencias que quedaron por cumplir y de muchas otras que fueron ignoradas. No se cuestionó al ministerio de Relaciones Exteriores por haber concedido, "a título excepcional" y tan solo a Estados Unidos, autorizaciones genéricas de sobrevuelo del espacio aéreo nacional y la utilización de la base de Lajes que permiten el "transporte de material contencioso y de personas".
 
Un ejemplo claro de omisión es el del avión "Guantánamo Express", operado por una empresa fantasma de la CIA, clasificado como vuelo de Estado pese a no haber tenido autorización diplomática, que, como se sabe, es un requisito obligatorio para ese tipo de vuelos.
 
– Usted ha sido una persona activa no sólo en Portugal, sino a nivel europeo en la investigación de los vuelos de la CIA. ¿Está ante un callejón sin salida? En los demás países involucrados, ¿la investigación ha tenido mejor suerte?
– Yo he hecho todo lo que podía hacer. Hay mucha, demasiada gente que no quiere que surja la verdad. En general hay una gran resistencia de las autoridades de todos los países para que los hechos salgan a la luz.
 
Sin embargo, en algunos países hubo coraje. En especial en España, donde el propio gobierno presidido por (el socialista) José Luis Rodríguez Zapatero solicitó a la fiscalía que investigue.
 
Otros países donde las cosas han corrido mejor que en Portugal son Italia y Alemania, con sendas investigaciones realizadas por los respectivos ministerios públicos, como también en Estados Unidos, donde están en curso varias acciones investigativas ordenadas por los tribunales ante quejas de las víctimas. 

 

*Entrevista de Inter Press Service

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