Hoy no me importa que las Malvinas sean argentinas

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El 2 de abril es el día en el que no me importa que las Malvinas sean argentinas. No me importa en lo más mínimo. Ni un poquito. Cada exclamación patriótica que leo o escucho ese día me da náuseas. Me revuelve el estómago. Y no la entiendo, a esta altura. |BRUNO BIMBI.*

 

Asociar el reclamo argentino por la soberanía de Malvinas a esa fecha (2 de abril) lo torna ilegítimo porque, queriéndolo o no, celebra uno de los hechos más trágicos de nuestra historia. El 2 de abril fue el día en el que una dictadura perversa y genocida, comandada en aquellos días por un general alcohólico, bruto, asesino y ladrón de bebés, decidió invadir un par de islas olvidadas porque creyó que así podría perpetuarse en el poder, apelando a la locura patriotera que la guerra sabe producir.

 

Hasta la razón perdimos ese día: cualquier persona cuerda de cualquier lugar del mundo hubiese apoyado en aquel momento a los habitantes ingleses de las islas que, con toda razón, no querían quedar bajo la jurisdicción política de Leopoldo Fortunato Galtieri y sus cómplices.

 

A los pibes que murieron en Malvinas, adolescentes y jóvenes sin entrenamiento ni ropa ni equipamiento ni nada, no los mataron los ingleses: los mató la dictadura.

 

La dictadura que los mandó cobardemente y de prepo a morir al pedo. La dictadura que se robó todo lo que los argentinos donaron para apoyar a sus soldados.

 

La dictadura cuyos cuadros —como el torturador profesional y asesino de niños, madres de Plaza de Mayo y monjas francesas Alfredo Astiz— se rindieron ante los ingleses sin disparar un tiro.

 

La dictadura que luego trajo a los sobrevivientes de manera vergonzante y los condenó al olvido.

 

La dictadura que le mintió al pueblo, diciéndole hasta el último día que íbamos ganando, significara lo que significara esa primera persona del plural.

 

La dictadura que después quiso  autoamnistiarse  antes de devolver el poder.

 

La misma dictadura que desapareció 30 mil personas, que asesinó, que torturó, que robó bebés. Creyeron que tomar por asalto un par de islas olvidadas en el fin del mundo, que estaban en manos de los ingleses desde 1833, les serviría para mantenerse en el poder. Creyeron —¿lo habrán creído realmente?— que podían ganarle una guerra a Gran Bretaña y sus aliados. Cientos de personas fueron condenadas a muerte por esas islas que a los milicos les importaban menos que a nadie.

 

La dictadura creyó que Malvinas era su pasaporte y que le permitiría esconder sus crímenes abajo de la alfombra del patrioterismo pelotudo que pareció anestasiar y robarles la memoria a muchos. La dictadura creyó que podía ganarles la guerra a los ingleses y, así, ganársela también a los argentinos.

 

Y lo más triste es que por unos minutos funcionó. Miles de personas llenaron la Plaza de Mayo para aplaudir al asesino que usurpaba la Casa Rosada y agitar banderitas, cantando “Galtieri, Galtieri…”, mientras la televisión mostraba al dictador asomándose al balcón, y eso debería darnos vergüenza. Muchísima vergüenza.

 

El 2 de abril es un día trágico. No hay nada que reivindicar el 2 de abril. Ni las Malvinas ni la guerra, ni nada.

 

Deberíamos, sí, recordar con respeto a los muertos, acordarnos de los que sobrevivieron y pagar la deuda que tenemos con ellos, y rescatar del olvido las voces de los pocos que tuvieron la dignidad de oponerse a la guerra, como el ex presidente Raúl Alfonsín y el filósofo y escritor León Rozitchner.
Y repetir, una vez más, que no debe haber olvido ni perdón.
——
* Periodista, máster en Letras por la Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro.
En Letra P (http://www.letrap.com.ar).

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4 Comentarios
  1. Ruth dice

    Me ha gustado el artículo. Tal vez interese el punto de vista de los que no somos ni argentinos ni británicos. Ese día, muchos que NO eramos colonialistas ni simpatizábamos con la Sra. Thatcher nos alegramos profundamente de la humillación de los nazis argentinos a manos de Gran Bretaña. Los mismos que eran tan «valientes» para torturar, violar, robar niños y hacer desaparecer a prisioneros.

  2. Lidia Amelia dice

    Me ha parecido un excelente artículo, además necesario. Creí que estaba sola en este razonamiento.
    De acuerdo LAS MALVINAS SON ARGENTINA, nadie lo discute, y tenemos derecho a reclamarlas.
    Al mismo tiempo que se reclaman las Malvinas, millones de hectáreas están en manos de multinacionales, en zonas francas, y ahí también perdemos soberanía. No he leído, ni escuchado reclamo alguno de la presidenta sobre la base militar norteamericana en el Chaco, esa de ‘misión humanitaria’, a un pasito de la triplefrontera; y sabemos muy bien para que son las bases. Bases, territorios ‘apropiados’ por empresas extranjeras, desplazados, etc tienen como motivo único defender al apropiador, y no importa quien sea el presidente, ni que discurso progresista chamuye.
    Otro ejemplo es la Patagonia, y bien lo debe saber Luis, que Patagonia Argentina queda mucho menos, y el pueblo mapuche sabe muy bien de la apropiación de tierras que les pertence. La trágica historia de la Patagonia se mantiene viva lamentablemente. Vienen por nuestras riquezas naturales, vienen por el agua, vienen destrozando envenenando el ambiente, y eso no es perdida de soberanía?
    En estos momentos de ‘globalización’ de crisis, tanto a Cristina como a Cameron les viene como anillo al dedo lo de las Malvinas para distraer de los verdaderos y urgentes problemas socio económicos
    No siguen contando cuentos que queremos oir, aplaudimos. El pensamiento único funciona.
    Es fácil olvidar, mirar para el otro lado.
    Sí el 2 de abril es un dia trágico. Los caídos merecen memoria, merecen respecto. Han muerto, y esperemos que no sea en vano, Nunca Más también debe ser válido por los caídos en la guerra de la dictadura

  3. Luís dice

    Los argentinos, nos hemos equivocado muchas veces. Nos sentimos bien y nos ponemos eufóricos en los mundiales de fut bol, creo que ese mismo estado emocional explotó ese 2 de abril, con o sin Galtieri hubiese pasado lo mismo. Lo más curioso, es que en Buenos Aires, mucha gente muestre un (pseudo) nacionalismo (dicho con todo respeto) sin siquiera animarse a vivir aunque más no sea en (no pretendo en Las Islas Malvinas)Paso de Indios Chubut…¡que va!, gritan en la capi, pero minga se quedarían en Santa Cruz por dar un ejemplo. Hace 46 años que vivo en la Patagonia, he vivído en pueblos que ni luz las 24 horas tenían, soy técnico en radio, televisión y comunicaciones, hice lo que me dictaba mi corazón, naci en Buenos Aires, y a los 23 años me radique en este bendito y amado SUR. La manera de defender el territorio, es también acupándolo. ¡LAS MALVINAS SON ARGENTINAS! más allá de los desacuerdos o interpretación de cada uno. A Norma Estela Ferreyra; gracias por sus palabras. Luís – El Maitén – Chubut

  4. NORMA ESTELA FERREYRA dice

    Me parece un excelente comentario respecto de los idiotas que aclamarona Galtieri, pero de ninguna manera el hecho de desconocer que Las Malvinas sean argentinas y que Gran Bretaña debe devolvérnosla.Sería lo mismo que desconocer a Cristo porque la Iglesia Católica practicó asesinatos y genocidios en América para imponerles una religión a los indígenas.Las malvinas tienen riquezas que nos pertenecen y su pueblo será bien tratado como acostumbramos a tratar a los extranjeros.Si a ti no te importa que sean o no argentinas,tienes derecho, lo mismo que a mi no me importa lo que tú pienses.

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