La mitad era para la policía

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En la bellísima zona sur de Río de Janeiro, cerca de la histórica Gavea donde se disputaban legendarias carreras automovilísticas, está la Rocinha (rancho en portugués). Esa zona –al igual que otras muchas áreas suburbanas de las capitales de nuestra américa- , a partir de la década de los 50 del siglo pasado, se fue poblando rápidamente, albergando en la actualidad a más de 100 mil personas. La cercanía con el centro y rodeada de barrios poblados por sectores de alto nivel de vida hizo de esos morros un apetecible lugar de alojamiento para miles de nordestinos que venían a la ciudad huyendo de la pobreza y procurando abrirse camino. La Rocinha se fue transformando en la favela (villa miseria) más simbólica de Río de Janeiro. Con el paso de los años y el avance de la droga, la Rocinha fue quedando en manos de quienes traficaban esos productos.
El gobierno brasileño, procurando “limpiar” las sedes en las que se desarrollarán un par de significativos acontecimientos deportivos mundial (Mundial de Fútbol – 2014 y Olimpíadas – 2016) está realizando una serie de operativos, que incluyen la participación de las Fuerzas Armadas. Desde hace algunos meses, estamos viendo por la TV algunos duros enfrentamientos producidos con motivo de esos operativos.
Días pasados “le tocó el turno” a la Rocinha. El operativo se hizo –llamativamente- sin necesidad de disparar un solo tiro. Algunos días antes había sido detenido Antonio Bonfim Lopes, alias Nem, jefe indiscutido del manejo de la droga en la Rocinha. En ocasión de su declaración judicial señaló, con lujo de detalles, que la mitad de lo que facturaba con la venta de drogas (unos 100 millones de dólares anuales) era entregado a efectivos de las policías civil y militar de la zona, en concepto de “arrego” (soborno). Se lamentó que, a causa de dicha extorsión, en algunos períodos sus ingresos fueron cero, lo que impidió –durante ese tiempo- seguir manteniendo a sus colaboradores y tuviera que suspender la ayuda social (pago de entierros, suministro de canastas alimentarias básicas, compra de medicamentos, arreglo y construcción de viviendas) que prestaba  a los vecinos.

 

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