La retirada de Estados Unidos y su derrota en Irak

1.320

Es verdad que Sadr encabeza el movimiento chiíta que históricamente ha sido antibaazista violento, lo que para sus seguidores significa, por lo común, ser musulmanes antisunitas. Pero desde hace tiempo Sadr se movió de su posición inicial para hacer de sí mismo y de su movimiento político los campeones de la retirada estadunidense; ha buscado a los líderes sunitas y kurdos en la esperanza de crear un frente nacionalista paniraquí, centrado en la restauración de la plena autonomía iraquí. Él ha ganado.

Por supuesto, Sadr, como Maliki y otros muchos políticos chiítas, ha invertido mucho de su vida en el exilio en Irán. ¿Es entonces la victoria de Sadr una victoria para Irán? Es indudable que Irán ha mejorado su credibilidad al interior de Irak. Pero sería un error analítico importante creer que lo que ha ocurrido es que Irán remplazó de algún modo a Estados Unidos en la dominación del escenario iraquí.

Pero esto es afín a lo que ocurrió en la relación entre Estados Unidos y Europa occidental después de 1945. La fortaleza geopolítica de Estados Unidos forzó a un viraje en la relación cultural entre ambos lados. Los europeos occidentales tuvieron que aceptar la nueva dominación cultural y política de Estados Unidos. Y siguieron en ello, pero a los europeos occidentales nunca les gustó. Y ahora intentan retomar su posición de mandamás cultural. Así ocurre entre Irán e Irak. En el último medio siglo, los chiítas iraquíes tuvieron que aceptar la dominación cultural iraní, pero nunca les gustó. Y ahora trabajarán por retomar su posición de mandamás cultural.

Pese a sus declaraciones públicas, tanto Obama como los republicanos saben que Estados Unidos fue derrotado. Los únicos estadunidenses que no creen realmente en esto son unos cuantos marginales de la izquierda estadunidense que de algún modo no pueden aceptar que Estados Unidos no siempre gana geopolíticamente en todas partes. Esta pequeña franja marginal que disminuye está demasiado volcada en denunciar a Estados Unidos como para tolerar la realidad de que Estados Unidos está en una seria decadencia.

Este grupo marginal argumenta que nada ha cambiado porque Estados Unidos simplemente cambió a su jugador clave en Irak, del Pentágono al Departamento de Estado, el cual está haciendo dos cosas: trayendo más marines para que proporcionen seguridad a la embajada estadunidense; y contratando entrenadores para las fuerzas policiacas iraquíes. Pero traer más marines es un signo de debilidad, no de fuerza. Significa que aun la bien resguardada embajada estadunidense no está lo suficientemente a salvo de los ataques. Estados Unidos ha cancelado los planes para abrir más consulados justo por la misma razón.

Y en cuanto a los entrenadores, parece que estamos hablando de unos 115 asesores de la policía que necesitan ser "protegidos" por miles de guardias de seguridad privados. Yo garantizaría que los asesores de la policía van a ser muy cautelosos de nunca dejar las instalaciones de la embajada y que va ser difícil de contratar a suficientes guardias de seguridad privados, dado que ya no cuentan con inmunidad.

Nadie se sorprenda si, después de las próximas elecciones iraquíes, el primer ministro sea Muqtada Sadr. Ni Estados Unidos ni Irán se regocijarán.

 

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.