México, masacres: “Una vertiente de la criminalidad anda en helicópteros artillados y tanques blindados”

Mario Casasús.*

Julián Le Barón y Julián Contreras Álvarez, denuncian la complicidad del Estado en los crímenes de lesa humanidad. Julián Le Barón es hermano de Benjamín, asesinado por liderar un movimiento pacifista en el norte de México, la familia Le Barón se negó a pagar el rescate durante el secuestro de Erick Le Barón. Por otra parte, Julián Contreras Álvarez vive en Villas de Salvárcar, pequeña colonia de Ciudad Juárez donde un Escuadrón de la Muerte ejecutó a 15 jóvenes, entre las víctimas se encuentra un primo.

“Una vertiente de la criminalidad anda en helicópteros artillados, en tanques blindados color verde olivo; de ninguna manera podemos creer que una estrategia fincada en la lógica de la guerra tenga la intención de traernos la paz, será la pax romana, queremos un alto a la violencia y terminará cuando exista la voluntad para invertir en la educación del pueblo” —dice Julián desde Ciudad Juárez, Chihuahua.

“No debemos someternos a la presión de los criminales e insistiremos en denunciar la negligencia de los gobernantes” –opina Julián desde Galeana, Chihuahua.

Ante los recientes crímenes desatados por la guerra de Felipe Calderón, en ambas comunidades, se organizaron para frenar la violencia y los dos representantes de Chihuahua viajaron a Cuernavaca y Ciudad de México para participar en la Marcha por la Paz con Justicia y Dignidad, para coordinar esfuerzos y experiencias el 10 de junio en el Pacto de Ciudad Juárez.

—Don Julián Le Barón, ¿por qué forma parte del Movimiento Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad?

—Estamos hambrientos de que se respete nuestra dignidad, la Marcha Nacional convocada por el poeta Javier Sicilia y el Pacto en Ciudad Juárez simbolizan la esperanza.

—Usted viene de una comunidad del norte de México, ¿qué lazos estrechó en Cuernavaca y la Ciudad de México?

—La amistad con Javier Sicilia, es muy importante que un poeta convoque al Movimiento por la Paz, la violencia no tiene futuro.

—¿Por qué incorporaron la “revocación del mandato” dentro de los 6 puntos del Pacto de Ciudad Juárez?

—Debemos asegurarnos que los gobernantes sean responsables, no debemos ser cómplices de los crímenes que el Estado deja cometer impunemente.

—¿Cuál es la mayor exigencia de la familia Le Barón?

—El fin de la guerra de Felipe Calderón, ya vimos que la prohibición no funciona, nunca ha funcionado, los drogadictos son considerados peores que criminales, no los tratan como enfermos y si los asesinan el gobierno los considera “daño colateral y estadística”.

—¿Militarización o legalización de las drogas?

—Legalización, el problema del narcotráfico debe ser abordado desde una perspectiva de salud pública, no estigmatizando a los jóvenes, los militares no están preparados para funciones policíacas, ni preventivas, ellos generan más violencia.

—¿Cuál fue su sentimiento al abanderar la Marcha Nacional por la Paz con Justicia y Dignidad?

—Ojalá otras personas se inspiren con el Movimiento por la Paz.

—Finalmente, ¿cuál es el aporte de la familia Le Barón para el debate al interior del Movimiento por la Paz?

—No someternos a la presión de los criminales e insistiremos en denunciar la negligencia de los gobernantes. Secuestraron a mi hermano Erick, pero él está vivo, no pagamos el rescate; hicimos un movimiento en la comunidad, mi hermano Benjamín era el líder y fue asesinado, hemos perdido toda la confianza en las autoridades. El mensaje es: si somos muchos no nos podrán tocar, necesitamos la solidaridad de la ciudadanía, porque las instituciones no funcionan, ni la Procuraduría General de la República, mucho menos el presidente, nos dieron promesas y dos años después no hay una sola persona sentenciada por el asesinato de mi hermano Benjamín.

—Julián Contreras Álvarez, nos conocimos durante el Foro de Jóvenes en Emergencia Nacional, a finales de abril; ¿por qué los delegados de Ciudad Juárez decidieron quedarse en Cuernavaca y DF?

—Venimos 16 personas desde Ciudad Juárez, 30 horas de camino en bus, hasta Cuernavaca al Foro de Jóvenes en Emergencia Nacional, nos quedamos una comisión de 6 personas para acompañar la Marcha Nacional, la mayoría eran estudiantes y regresaron a sus universidades; creemos que es importante participar y solidarizarnos con la tragedia que vivimos en México, la idea es sumarnos y entender que la Paz tiene que estar acompañada de Justicia y Dignidad.

—Julián, vives en Villas de Salvárcar, Ciudad Juárez, ¿en qué coinciden los relatos de los sobrevivientes de la masacre?

—Fue la gota que derramó el vaso, en la idea de que la violencia no nos alcanzaba si nos refugiábamos en nuestras casas; eso cambió a finales de enero cuando un comando armado entró a una fiesta de jóvenes estudiantes, donde ni siquiera había alcohol, asesinando a 15 jóvenes e hiriendo a 10 jovencitas. A partir de ahí nuestra vecina Luz María Dávila confrontó a Felipe Calderón, diciéndole que no era bienvenido a Ciudad Juárez, porque su gobierno llamaba a los jóvenes “daños colaterales” o los calumniaban sin investigar diciendo que andaban en “malos pasos” para justificar sus muertes.

—¿Cómo se organizaron en Villas de Salvárcar para frenar la violencia de los criminales y la extorsión de las fuerzas armadas?

—Yo me reivindico como un activista de Izquierda, mi colonia es como la mayoría de las que integran la ciudad, no tiene ni 10 años de su fundación y sus habitantes somos migrantes del país, vivimos en una ciudad de paso, de tráficos –legales e ilegales-, pensábamos que la violencia no nos alcanzaría. La respuesta de la colonia Villas de Salvárcar fue de dignidad, queremos vivir sin miedo y en ese sentido los vecinos nos aglutinamos para hacer actividades culturales –talleres de serigrafía y lectura-, nos coordinamos para abrir una biblioteca, la primera biblioteca al servicio de la comunidad en todo el sur oriente de Ciudad Juárez, en una ciudad con 100,000 jóvenes que no estudian ni trabajan, no porque no quieran, sino porque no pueden ante la falta de oportunidades.

—¿Cómo calificas la iniciativa de enviar a la fuerza a los jóvenes “Ninis” a las Fuerzas Armadas?

—La irresponsable respuesta del Estado frente ante la desolación del futuro de los jóvenes es ofrecerles 3 años de Servicio Militar o cárcel, es la renuncia a una de las funciones del Estado: proteger la vida y garantizar la seguridad; con militarizar a los jóvenes será la solución.

—¿Pueden bajar los índices de crímenes en Ciudad Juárez?

—Sí, con la mínima organización popular logramos evitar más secuestros, levantotes, masacres, extorsiones, después de un año vivimos tranquilos, cuando en las colonias colindantes los escuadrones de la muerte están ejecutando, fusilando, extorsionando y levantando personas, los paramilitares actúan con total impunidad.

—¿Cuál es la principal demanda de Villas de Salvárcar?

—Desmilitarizar al Estado de Chihuahua, porque reconocemos que una vertiente de la criminalidad anda en helicópteros artillados, en tanques blindados color verde olivo; de ninguna podemos creer que una estrategia fincada en la lógica de la guerra tenga la intención de traernos la paz, será la paz romana, queremos un alto a la violencia y terminará cuando exista la voluntad para invertir en la salud y educación del pueblo.

—¿Cómo actúan los gobiernos locales y estatales en Ciudad Juárez?

—El problema es que no actúan, el único acto digno que les queda es irse, permitirle a la sociedad ejercer su soberanía, para reconstruir el país porque ellos –el gobierno- han demostrado que no quieren y que forman parte de la estrategia de terror contra la población.

—Finalmente, el 10 de junio llegará la caravana del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad desde el DF a Ciudad Juárez, ¿cómo recibes esta noticia?

—Es una buena iniciativa señalar que “Estamos hasta la madre”, la discusión es con quién debe hacerse el Pacto Nacional, nosotros decimos que debe hacerse con la ciudadanía, entre nosotros, a las autoridades sólo habrá que emplazarlas a que cumplan con el marco jurídico, ellos no cumplen con las mismas normas que redactaron, cometen actos criminales, vivimos en un Estado de excepción no declarado por los mecanismos legislativos, aquí imperan los abusos y las violaciones sistemáticas a los derechos humanos, son más de 40,000 asesinados, con un 97% de impunidad, 10,000 desaparecidos y un número creciente de periodistas ejecutados.

* Periodista.
Publicado originalmente en www.elclarin.cl —se reproduce aquí por gentileza del autor.

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