Neuquén, una ciudad saturada

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Jimena Pollet*

La falta de soluciones habitacionales en esa ciudad de la Patagonia argentina se convirtió en un serio problema social. Las causas están relacionadas con el crecimiento poblacional, el alto costo de la tierra y la casi nula acción de los gobiernos.

Los problemas habitacionales que sufre esa ciudad argentina son diversos. La dimensión del problema es tal que se ha perdido la cuenta de la cantidad de personas que necesitan una vivienda. Los datos oficiales son aproximados y desactualizados. Desde la subsecretaría municipal de Vivienda, a cargo del arquitecto Carlos Di Camilo, se caracterizó la demanda a partir de una encuesta hogareña realizada hace un año, que obtuvo cifras alarmantes: existen 15.000 las familias sin hogar propio, de las cuales 7.500 viven en condiciones de hacinamiento o la relación entre salario y alquiler no cierra.

Por su parte, el presidente del Colegio de Martilleros Públicos, Guillermo Reybet, declaró que el déficit actual es de 20.000 viviendas, lo que genera una problemática importante en cuanto a los valores locativos. “Al no haber disponibilidad suben los valores locativos y de la propiedad”, explicó Reybet.

Esos datos toman mayor gravedad al considerar la existencia de más de 70 tomas o asentamientos ilegales, por un total de 4.800 familias que viven en condiciones infrahumanas. A ello se le agrega el crecimiento imparable de la ciudad por la existencia de una población propia muy joven y la llegada de cinco familias por día de otras provincias o países vecinos en busca de oportunidades.

Las soluciones llegan a cuentagotas. En el mes de agosto, el actual intendente Martín Farizano, se comprometió con los habitantes de tres tomas del Oeste de la ciudad a regularizar su situación antes del 30 de setiembre de este año, lo cual se ha concretado en medias. Además, anunció la entrega de 185 viviendas en los próximos meses y que el Estado nacional incluiría a Neuquén en un programa a cuatro años de regularización de villas, mejoramiento habitacionales y construcción de nuevas casas.

Los anuncios pierden importancia ante la magnitud del problema y su crecimiento diario. En los últimos dos meses el número de tomas en Neuquén creció un 10 por ciento. Muchos de quienes optan por esa alternativa se jactan de ser tercera generación de “tomadores”. Asimismo, de 48 barrios que tiene Neuquén en la actualidad, 14 nacieron como asentamientos ilegales. El proceso de ocupación de tierras fiscales comenzó en la década del `70 y con el tiempo se consolidaron como barrios, y la “toma de terrenos” como parte de la cultura de un pueblo.

Según un análisis realizado, en función del crecimiento poblacional de Neuquén se precisaría la construcción de 3.000 viviendas por año para que el déficit no crezca y evitar asentamientos masivos. Pese a ello, los planes que se desarrollan son de 300 ó 400 viviendas y llevan más de un año en completarse, para entonces el déficit se duplicó.

Por su parte, la concejal Alejandra Barragán (UNE) acusó al gobierno provincial de inacción. Los archivos dicen que hace 15 años que la provincia no lanza la construcción de un plan de viviendas y, cuando lo hizo, las obras quedaron inconclusas. “No vemos en el presupuesto provincial una estrategia para abordar el tema, sabemos que el Estado se retiró de todas las obligaciones y no está presente siquiera en una futura planificación. Sólo habla de los recursos que Nación destinará a las provincias y no queremos estar a la espera de las migajas que se puedan conseguir a través de acuerdos”, denunció Barragán.

Oportunamente, esta semana Neuquén se sumó al Plan Nacional “Casa Propia” que tiene como objetivo acercar al crédito hipotecario a aquellas personas que no califican para acceder a préstamos bancarios y a su vez exceden las condiciones para obtener una vivienda social. Chubut, La Rioja y Tucumán son las otras tres provincias beneficiarias. En una primera etapa, se construirán 100 viviendas de un total de 8.500 que contempla el programa federal para Neuquén. En contraposición, el municipio capitalino registra 5.000 inscriptos para obtener tierras; 6.200 viviendas deficitarias críticas, de las que 2.700 son ranchos.

Ese dato sienta otra característica de la ciudad. La composición social ligada a los altos valores inmobiliarios hacen que se pueda contar a más del 80 por ciento de la sociedad neuquina como excluidos del acceso a la vivienda, y a más del 50 por ciento de la población de las tomas como asalariados (empleados de comercio, de la construcción, docentes, policías). Cifra que crece cada día ya que los sectores medios encuentran cada vez más dificultades para soportar un alquiler.

En el primer semestre de 2008 los alquileres subieron un 20 por ciento. Actualmente, el valor de un departamento de un ambiente promedia los 1.200 pesos por mes (370 dólares), mientras que una casa de dos o más habitaciones, entre 550 y 610 dólares.

La falta de viviendas en la ciudad de Neuquén colaboró inconscientemente con el desarrollo de localidades vecinas como Cipolletti (en la provincia de Río Negro), Plottier y Centenario (en menor medida). Sin embargo, éstas también sufren las consecuencias y comienzan a expandirse hacia otras ciudades rionegrinas como Fernández Oro y Allen.

Actividades como la petrolera y la de servicios influyen fuertemente en el valor de los inmuebles y de los alquileres, sobre todo en los sectores de altos ingresos. Las empresas buscan lugares amplios y en barrios cerrados de buen nivel. La diferencia está dada en que quien trabaja en la actividad petrolera tiene un ingreso superior al de la media y puede pagar valores locativos altos y prioriza zonas residenciales de altos niveles provocando un reacomodamiento de la oferta.

Los 1.100 dólares promedio que vale el metro cuadrado de construcción y la falta de terreno para edificar hacen casi titánica la tarea de tener el hogar propio. A pesar de ello, en Neuquén hay una inversión importante en construcción pero mayormente destinada a altos ingresos teniendo una gran incidencia el valor de la tierra en el área elegida. Es así que los malos augurios son para los emprendedores de ingresos medios, porque el valor de la vivienda va a seguir subiendo debido al aumento de costos de la construcción.

*Publicado en APM. La autora de esta nota es alumna del Seminario Virtual de Posgrado de “Periodismo en Escenarios Políticos Latinoamericanos” dictado por el PECYP en coordinación con la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de la UNLP.

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2 Comentarios
  1. roberto dice

    Hola, muy interesante y rico su articulo; sinceramente me da mas impotencia entender un poco mas la realidad en la que me encuentro. Estamos alquilando hace 5 años con mi familia, nos hemos inscripto en Adus y en una cooperativa de la municipalidad, pero jamas recibimos un llamado. Bueno, el echo es que decidi tomar un terreno en cercania del aeropuerto. Tengo entendido que es un terreno fiscal de mucho valor, donde tenian pensado realizar viviendo para personas de alto ingresos. La toma esta hace 1 año, jamas el gobierno nos permitio acceder al agua ni a la corriente electrica.
    En fin, agregando un poco a tu publicaci{on, esto me induce a pensar que hay mucho en juego, los terrenos cotizan a altos valores, y el gobierno (o algunos politicos elietistas) quieren hacer buenos negocios con ellos.
    Gracias.. Solo queria expresarme..

  2. Camila dice

    me interesaría saber de que año es este articulo.-
    desde ya, muchas gracias.
    atte.
    camila Witanowsky.

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