Proponen al PRO como caballo de Troya de gente común en elección de constituyentes chilenos

La pelea por incorporar cuotas de “minorías” a una eventual Convención Constituyente –en caso de ganar la opción Apruebo en el plebiscito del 26 de abril- ha tensionado al mundo político. Tanto así, que ha llevado a fuertes roces dentro de la propia coalición oficialista de derecha.

El foco ha estado en la paridad plena entre mujeres y hombres y en posibles escaños reservados para pueblos originarios. Sin embargo, existe un tercer aspecto que, hasta ahora, ha recibido menos atención: la inclusión de ciudadanos independientes, los mismos que han sido los grandes protagonistas desde el 18 de octubre.

La elección de una posible constituyente se hará en el marco de la actual ley electoral, la que favorece a los partidos políticos. De hecho, según han comentado en privado varios altos dirigentes de partidos de la ex Nueva Mayoría, el mayor temor de esos conglomerados es que los independientes puedan arrasar en esa elección, reduciendo de manera significativa su poder de representación. Esto sería especialmente el caso para partidos como el PS o el PPD.

En medio de este escenario, donde tanto el Congreso, la presidencia y los partidos políticos figuran entre las instituciones peor evaluadas por la ciudadanía, el tres veces candidato presidencial Marco Enríquez-Ominami envió una carta abierta a los militantes de su partido donde propone romper con esa lógica.

“Se ha firmado un acuerdo de una nueva Constitución a través de un mecanismo mezquino que deja sin representación a la ciudadanía”, afirma en esa carta el ex diputado del PS. “Por eso quiero proponerles que transformemos al PRO en un Caballo de Troya para la representación de independientes y de los movimientos sociales que han estado batallando desde hace meses por un nuevo contrato social con justicia social”.

Esta carta  recién hoy se dará a conocer a los más de 40.000 militantes de ese partido, que está constituido en las 16 regiones del país. Esta misiva podría ser un intento de Enríquez-Ominami por volver a la política contingente chilena, después de asegurar haberse retirado de ella, en gran parte debido al proceso judicial que enfrenta por platas de SQM a su campaña y el uso de una avioneta de la constructora brasileña OAS, involucrada en varios escándalos de financiamiento ilegal de la política en Sudamérica.

“El acuerdo de paz y nueva constitución se diseñó engañosamente para que cualquiera que quiera representar políticamente a la gente, sin pertenecer a partidos, no pudiera hacerlo, para subirles las murallas”, asegura MEO en la misiva.

Dudas

Mientras muchos partidos debaten sobre la participación femenina o la de los pueblos originarios, poco han dicho respecto de los independientes. La propuesta de Enríquez-Ominami podría romper con ese tabú.

Sin embargo, también arroja muchas dudas. Nada en la carta de MEO (adjunta en su integridad en este artículo) apunta a cuál sería el mecanismo concreto para abrir las puertas de ese partido a los independientes. ¿Quién decide los elegidos? ¿Cuáles serán los criterios para darles cabida a esos ciudadanos?

Tal vez, la pregunta más crucial es que si esta propuesta no es un intento populista u oportunista para sacar réditos políticos.

“Los partidos estamos profundamente cuestionados y claramente quedamos atrás del movimiento ciudadano”, aseguró Camilo Lagos, presidente del PRO, al ser consultado al respecto. “Pero las elecciones de la próxima Convención Constituyente se darán en el marco de la ley electoral actual y de una ley de partidos estrecha, herencia de la dictadura (…) y la interpelación que nos hace Marco es precisamente a abrirnos y entender este nuevo ciclo”.

La misiva de Enríquez-Ominami es su primer intento por participar de manera directa en la política contingente chilena tras el estallido del 18 de octubre. Supuestamente retirado de la contingencia, MEO se ha dedicado los últimos años a la política latinoamericana, creando el Grupo de Puebla, que entre sus mayores representantes cuenta al actual presidente de Argentina, Alberto Fernández. El ex candidato presidencial es actualmente uno de los asesores más cercanos al mandatario trasandino, en especial en temas internacionales.

La propuesta que le está haciendo al partido que él fundó podría revolver las aguas en la centroizquierda. “Odiseo mandó a hacer el caballo de Troya para meter ahí adentro a los más valientes, y son esos y esas los que deben llegar a dar la batalla en la Convención Constituyente”, afirma en su carta. “No somos un partido populista, somos un partido popular. No tenemos vocación de pueblo. Simplemente somos pueblo”.