¿Qué se aprende con las Aprender? La evaluación, herramienta para el debate de proyectos educativos

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Luciana Jouli

La educación es una de las formas que tiene el sistema dominante y sus gobiernos de turno para reproducir el modelo de sociedad que pretenden, con condiciones, características y formas de vida particulares, que responden a una concepción de mundo. A principios de septiembre de 2019 se realizó en Argentina una evaluación educativa mediante las “Pruebas Aprender”, realimentando y reavivando la polémica en torno a su implementación.

Existen dos tensiones constantes en el mundo actual: el capital financiero global, a través de la intervención de los mercados económicos en los espacios educativos que imponen conocimientos funcionales al sistema capitalista, y en el otro, los movimientos colectivos y comunitarios que proponen prácticas educativas liberadoras desde una perspectiva de educación transformadora que pretende la construcción de un mundo justo, libre y soberano.Fortalezas y debilidades del sistema educativo

En este contexto neoliberal, en donde la trasnacionalización del capital rebasa todo marco institucional, el criterio de eficiencia determina las decisiones en determinadas políticas tanto sociales como educativas.

En cuanto a lo educativo, la evaluación y medición de indicadores constantes, se han vuelto herramientas utilizadas para justificar determinadas políticas en detrimentos de otras: “La evaluación procura identificar y corregir la máxima cantidad de eventos que puedan oponerse o dificultar la acción en el marco de las políticas, programas o proyectos, de modo de obtener los cambios deseados en la situación encontrada inicialmente como desfavorable” (Niremberg, 2013).

 

¿Cómo se desarrolla la evaluación educativa en Argentina?

En Argentina, en el año 2016, se aprobó un nuevo “Sistema de Evaluación Nacional de la Calidad y Equidad Educativa” (Resolución CFE 280/16), la que determinó el comienzo de la realización anual del operativo nacional de evaluación de aprendizajes Aprender (se sustituyen las pruebas del Operativo de Evaluación Nacional ONE creadas y desarrolladas desde el año 1993) a estudiantes de primer y tercer año del nivel primario y a segundo, tercero, quinto y sexto año de nivel secundario.

En torno a las pruebas Aprender se puso nuevamente en cuestión el sistema educativo en general y el rendimiento de los estudiantes en particular. Según el Ministerio de Educación, el objetivo de las pruebas Aprender es “obtener y generar información oportuna y de calidad para conocer mejor los logros alcanzados y los desafíos pendientes en torno a los aprendizajes de los estudiantes para contribuir a procesos de mejora educativa continua”.

Colegios. Casi un millar de escuelas formarán parte de la evaluación. (La Voz)Frente a esta situación, cabría preguntarse si puede un instrumento estandarizado calificar, cuantificar y clasificar la educación en general sin ser debidamente contextualizado.

Al respecto, como actores protagonistas de los procesos evaluativos, los miembros de la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina (Ctera), destaca que “se trata de un operativo que concibe la evaluación como un fin en sí mismo y como un mecanismo punitivo, que reduce la participación de la docencia a meros aplicadores y de los estudiantes a simples objetos de estudio”.

 

Al respecto, como actores protagonistas de los procesos evaluativos, los miembros de la CTERA, la Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina, destaca que “se trata de un operativo que concibe la evaluación como un fin en sí mismo y como un mecanismo punitivo, que reduce la participación de la docencia a meros aplicadores y de los estudiantes a simples objetos de estudio”.

En torno al operativo Aprender 2016, Raquel Papalardo, directora de la escuela Mariano Acosta, sostuvo:  «la prueba estaba descontextualizada de la institución en la que era hecha y la tomaba una persona a la que los chicos no conocían. La evaluación no es una foto, es un proceso. No sé qué resultados tendrán, pero desde el criterio institucional, tiene poco valor».Resultado de imagen para aprender brecha educativa la voz

Una de las críticas más fuerte que se desprende de este sistema de evaluación es el carácter descontextualizado del mismo. Este tipo de pruebas estandarizadas no se realizan solo en Argentina, sino que se constituye como un modelo de evaluación educativa que prima en diversos países de América Latina y el mundo, por ejemplo, a través de las pruebas PISA, desarrolladas y promovidas por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

El Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) es una encuesta internacional trienal que tiene como objetivo evaluar los sistemas educativos en todo el mundo, al poner a prueba las habilidades y el conocimiento de los estudiantes de 15 años en las áreas de lengua, matemática y ciencias.

Intelectuales y miembros de entidades gremiales ponen en discusión la contextualización de dichas pruebas, ya que las pruebas PISA se constituyen como parámetros de educación definidos por las grandes potencias mundiales sin atender a la diversidad cultural e idiosincrasia de los pueblos, países; pueblos que se diferencian económica, social y culturalmente.

La pedagoga y ex ministra de Educación bonaerense, Adriana Puiggrós consideró que “la educación pública se abrió como mercado”, al hacer referencia al Operativo de Evaluación Aprender que se desarrolla en escuelas de todo el país.

Actualmente, otro de los puntos que se pone en discusión sobre las pruebas Aprender es la publicación de sus resultados. Sobre este aspecto Diego Marías, legislador del bloque neoliberal PRO sostiene: que “Medir y publicar los resultados de aprendizaje de nuestros alumnos nos expone y nos somete, deliberadamente, al permanente escrutinio de nuestros ciudadanos, y lo hacemos de forma consciente y de manera consistente”.

“Es una acción que nos hace más responsables frente al mandato de gobernar y administrar el Estado, y que nos impone un ritmo de trabajo incansable. A pesar de que se muestren los mejores resultados de aprendizaje, igual queremos seguir mejorando. ¡Debemos seguir mejorando!”, añadió.

En este marco, se podrían discutir las ventajas y desventajas de publicar los resultados de las pruebas ¿De qué manera la publicación de los resultados contribuye al mejoramiento de la educación sin dejar una imagen estigmatizante y negativa de las escuelas que presenten resultados por debajo del nivel solicitado? ¿Por qué se contraponen las escuelas públicas y privadas en la presentación de los resultados?

Mariana Otero, cronista del diario La Voz, analizó los resultados de las pruebas Aprender e hizo una distinción entre lo público y lo privado teniendo en cuenta el desempeño en sectores bajos, medios y altos.

Los resultados de las pruebas Aprender sugieren la mejor calidad educativa de la escuela privada sobre la pública. El desfinanciamiento de la escuela pública explica, en parte, este hecho. Pensar en la neutralidad de los resultados, una vez consumado el desfinanciamiento, es un sutil mecanismo que promueve una idea mercantilizadora de la educación.

Para el 2019 se previó un incremento del seis por ciento en los fondos salariales, con una reducción del 60 por ciento en términos reales para las políticas educativas.

Pruebas Aprender. Revelan una brecha, según Idesa. Es necesario repensar la fiabilidad de los resultados de una evaluación estandarizada y descontextualizada para tener en cuenta otros aspectos que hacen a las instituciones educativas: aprendizajes situados, políticas educativas que tiendan a mejorar la calidad de los aprendizajes y a potenciar los saberes que la realidad nos interpela. Sin dejar de lado que la escuela es un lugar en el que se construyen vínculos sociales.

Desde esta perspectiva es necesario pensar instrumentos de evaluación que contribuyan a mejorar y fortalecer las instituciones. Repensar el concepto de calidad educativa en los procesos de enseñanza y aprendizaje como respeto al derecho humano fundamental a la educación, no sólo en su acceso sino en la igualdad de condiciones que ésta se debería garantizar, para que todos los estudiantes puedan desarrollar al máximo sus potencialidades y alcanzar los mejores resultados.

Es decir, que puedan ejercer el derecho a aprender (Unesco 2007), no como un mero elemento de una evaluación impuesta, con contenidos y metodologías regladas por intereses externos al sistema educativo y a las realidades y necesidades de los países. Esos intereses quieren controlar y regular saberes en función de un proyecto político-pedagógico de espaldas a los estudiantes, a los docentes y al entorno que se articula en el ámbito escolar.

Es importante la transformación del sistema educativo como espacio de reflexión y construcción de un proyecto de país y de región con justicia, dignidad y acceso de las mayorías a mejores condiciones de vida. Debemos pensar un sistema educativo al servicio de las grandes problemáticas sociales, de nuevos valores, de proyectos de vida construidos colectivamente, un sistema histórica y culturalmente soberano.

* Licenciada en Educación Especial. Integrante del Centro de Estudios y Formación Educativa (Cefoped). Investigadora asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la).

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