Soberanía alimentaria en carne viva: Los gigantes de la comida contra la democracia argentina

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Víctor Ego Ducrot*
Despidos masivos, desconocimiento flagrante de la legislación laboral y de las decisiones legales del Poder Ejecutivo, y argumentaciones empresarias que tienen más de político que de explicaciones económicas. Ese fue el cuadro abierto por la multinacional de la alimentación Kraft, en Argentina, hace ya más de 15 días; el mismo que arroja luz sobre la verdadera estrategia del capital concentrado contra los regímenes democráticos y pone en evidencia la urgente necesidad que tienen los Estados de propiciar en forma activa programas de Soberanía Alimentaria.

La llamada crisis financiera global golpeó sobre todo a los sectores más empobrecidos y ello obedeció, en gran medida, a la disparada hacia arriba que registraron los precios de los alimentos.

Con tres mil 500 empleados en tres plantas, el año pasado Kraft Argentina aumentó sus ventas un 33 por ciento. A nivel mundial Kraft es la segunda fabricante de alimentos. En Estados Unidos, sus productos son comprados por el 99 por ciento de los hogares y está presente en 17 países de América Latina. En 2007 y a escala global, facturó 37 mil millones de dólares; cuenta con 159 plantas y más de 90 mil empleados. Los beneficios fueron multimillonarios y fuera de Estados Unidos sus precios treparon en promedio un 29 por ciento.

Pero no es la única corporación que actúa en este país. En los últimos doce meses, la harina líder del mercado argentino, “Favorita”, producida por Molinos Río de la Plata, aumentó un 30 por ciento; la lata de tomates de mayor venta, “Salsati”, de Arcor, subió un 27 por ciento, y el azúcar Ledesma, el de mayor consumo, elevó su precio un 24 por ciento.

Según un estudio de los balances de las principales empresas, difundido la semana pasada por el diario Página 12, de Buenos Aires, Arcor, el mayor fabricante de alimentos del país, ganó en el segundo trimestre un 39 por ciento más que en el mismo período de 2008. Mejor le fue a Molinos Río de la Plata, el segundo en el ranking del rubro, que en su balance del 30 de junio último mostró utilidades un 44 por ciento superiores a las del segundo trimestre de 2008. Ledesma, la azucarera más poderosa del país, incrementó sus ganancias en un 48 por ciento en el mismo período.

Las empresas citadas y otras grandes del sector concentran en la mayoría de sus productos más del 50 por ciento de sus respectivos mercados.

Lo que sigue es una muestra del relevamiento sobre los balances de 2009 de las empresas que manejan el 65 por ciento de la venta de alimentos en Argentina.

Con sus marcas, Salsati y La Campagnola, Arcor es la compañía alimentaria que lidera el rubro de enlatados, como tomates al natural, arvejas, duraznos, atún y lentejas, entre otros. Con la compra de La Campagnola, en 2006, también es la firma de mayor participación en mermeladas tradicionales y de bajas calorías. Además, con sus marcas Tofi, Cofler y Mentoplus, entre decenas, maneja cómodamente el mercado de las golosinas. También participa en el 47 por ciento de las ventas de helados de marca. La empresa se caracteriza por producir varios de sus insumos, como papel, cartón y plástico para envases. En su último balance trimestral, cerrado el 30 de junio pasado, obtuvo utilidades por 191 millones de pesos, un 39 por ciento más que en el mismo período de 2008.

Yerba Nobleza Gaucha, rebosador para milanesas Preferido, harina Favorita, aceite Cocinero, bizcochuelo Exquisita, Vitina, son algunas de las marcas líderes en el mercado que pertenecen a Molinos Río de la Plata. Controlada por la familia Pérez Companc, tiene presencia en la mayoría de los rubros de alimentos elaborados que se comercializan en el país, y en todos los que participa es el número uno. En la mayoría de los casos alcanzó esa posición de privilegio comprando las fábricas de sus competidores. En 2007 adquirió la empresa Virgilio Manera, que hasta ese momento lideraba el mercado de pastas secas, y el Grupo Estrella, que produce la yerba de mayor venta, Cruz Malta, y el arroz líder Gallo. En el trimestre cerrado el 30 de junio consiguió ganancias operativas de 359 millones de pesos, un 44 por ciento más que en el mismo período de 2008; aumentó en un trimestre un 13 por ciento su patrimonio.

Con una producción de 330 mil toneladas anuales, la compañía jujeña Ledesma es la líder histórica del mercado azucarero. Además de la venta directa de azúcar, provee a las industrias de lácteos, bebidas gaseosas, galletitas, chocolates, dulces, caramelos y otras. A pesar de la caída del precio internacional del azúcar, Ledesma, gracias a que maneja más del 80 por ciento del mercado local, subió sus precios un 24 por ciento promedio. En el balance trimestral que cerró el 28 de febrero último consiguió utilidades por 94,4 millones de pesos, un 48 por ciento por encima de lo que ganó en el mismo tramo de 2008.

La Serenísima vende el 70 por ciento de la leche que se consume en el país. Además es líder en manteca, crema y dulce de leche y segunda en el resto de los productos que fabrica. Junto con la cooperativa SanCor conforman el oligopolio que maneja los precios de los lácteos. En el trimestre que terminó el 30 de junio obtuvo ganancias operativas por 329 millones de pesos. Esa cifra significa una ganancia sobre ventas –la mayor parte es leche– del 25 por ciento .

Con sus marcas Paty y Quickfood, la firma Quickfood maneja el 60 por ciento del mercado de hamburguesas. Esta posición dominante le permite vender una caja de 330 gramos de carne con 20 por ciento de grasa a 8,90 pesos (bastante más de dos dólares). En su último balance anual, cerrado el 30 de junio pasado, la compañía ganó 68 millones de pesos, un 21 por ciento más que en el balance anterior. Esa cifra significa una utilidad neta del 55 por ciento sobre patrimonio neto.

Los despidos masivos de Kraft Argentina se inscriben en un plan estratégico de la corporación a nivel global. Desde 2004, Kraft Foods cesó10 mil puestos de trabajo y cerró 20 plantas en todo el mundo. Se registraron protestas obreras en España, Venezuela y Colombia.

En Argentina, ese diseño se da en el marco de la decisión política corporativa de desestabilizar el gobierno nacional, toda vez que la ilegalidad manifiesta de su proceder emite un claro mensaje, el desconocimiento por parte de la compañía de las leyes, del Congreso y de las decisiones ministeriales en materia de derecho laboral y sindical.

La empresa recibió el apoyo compacto de las principales cámaras patronales, la Unión Industrial Argentina (UIA) y la Asociación Empresaria Argentina (AEA), las que no dejan pasar la oportunidad de lanzar sus andanadas contra la Administración que encabeza la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

Después de negociaciones fracasadas entre el Ministerio de Trabajo de Argentina, los trabajadores y la patronal, el 4 de septiembre la empresa llama a todo el personal a retirarse, bajo la amenaza de quien permaneciese adentro sería despedido.

Tras una tensa noche, el lunes 7 de septiembre la policía bonaerense -bajo las órdenes de la Justicia- reprime violentamente a los trabajadores en la puerta de la fábrica. En su interior, otros obreros se encuentran en estado de asamblea permanente.

De ese modo, el conflicto tomó grandes repercusiones: los grandes medios concentrados (tanto nacionales como internacionales), empezaron a enfocar el tema. El propio gobierno argentino tuvo que tener un papel más activo.

La empresa Kraft fue fundada en 1903, en Illinois, por James L. Kraft, bajo el nombre de JL Kraft & Bros. Más tarde se convertiría en Kraft Foods Inc. Está entre las más grandes de Estados Unidos y entre las más poderosas a nivel mundial. Actualmente el principal tenedor accionario es el Altria Group, antes conocida como Philip Morris.

Después de sufrir grandes bajas en las ventas por distintas denuncias de contaminación, fundamentalmente en Estados Unidos, la empresa transnacional despidió a 5.500 trabajadores y cerró 19 plantas en todo el mundo.

En Argentina, durante la década neoliberal del ’90, compró a Gilberto Montagna la empresa Terrabusi y desde allí se fue expandiendo, hasta controlar casi un centenar de marcas de primera línea .

Desde hace tiempo que la organización sindical mayoritaria dentro de la planta se opone al oficialismo del Sindicato de la Alimentación.

Según diversas reconstrucciones periodísticas, la embajada de Estados Unidos le solicitó al gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, la “solución” del caso, según admitió el mismo gobernador en Miami, durante la “Conferencia de las Américas”, auspiciada por el diario The Miami Herald y el Banco Mundial.
 

*Periodista y docente argentino. Director de la Agencia de Prensa del Mercosur, Universidad de La Plata.

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