Soledad

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“No hay peor soledad que sentirse solo estando acompañado”

La soledad fue siempre característica de ancianos y personas desamparadas. Pero la sociedad de consumo se ha encargado de conseguir nuevos solitarios. El asunto no es nuevo comenzó con la televisión y las computadoras. En medio de tanta tecnología, nos encontramos enfrentando un sentimiento inusual de soledad. Es paradójico que en un mundo de constantes conexiones virtuales e interacciones digitales siempre presentes, las personas estén experimentando una sensación creciente de aislamiento.

Hoy en día muchas personas sufren de soledad debido a un amplio abanico de razones, muchas de ellas originadas por el estilo de vida que nos impone la sociedad: las crisis económicas, el consumismo, el desempleo, la inseguridad, la necesidad de emigrar a otro país para estudiar y/o trabajar, no tener un grupo de apoyo. Describen este sentimiento como un estar aislados, si son sofisticadas, dicen que se sienten alienadas. Beneficios de reconciliarse con la soledad - Psicología Mens Sana

Se vincula a los estados de abandono, encierro, incomunicación, pesar, melancolía y pena. A quien está solo o es un solitario suele llamársele «alma en pena», «padre del yermo», o bien, se dice que está desamparado, huérfano o abandonado.

De acuerdo a Wikipedia y otros textos consultados, la palabra soledad proviene del latín solitas y significa “cualidad de estar sin nadie más”. Surge cuando uno siente la falta de amigos, colegas y vecinos, lo emocional puede experimentarse cuando las relaciones íntimas o los vínculos estrechos son deficientes, o cuando ¡falta el alma gemela!
Es una alteración que forma parte de la experiencia humana.

Independientemente de la cultura y del tiempo, siempre ha acompañado al ser humano a través de la Historia. Ha sido retratada en multitud de ocasiones, a través de manifestaciones artísticas, de la poesía, la literatura, la música o el cine. Y como todas las emociones y sentimientos, la soledad también tiene una función que nos aporta una ventaja. Es una sensación subjetiva (y fisiológica) que nos ayuda a prestar atención a las necesidades que tenemos.

El origen del refrán “Más vale solo que mal acompañado” se remonta a tiempos muy antiguos, aunque resulta difícil precisar su origen exacto. A lo largo de los siglos, su uso ha perdurado en muchas culturas de habla hispana, ya que expresa una verdad universal: la calidad de nuestras relaciones afecta directamente nuestra felicidad. Por eso, es mejor optar por la soledad que tolerar la compañía de personas que nos dañan.

¿Será la soledad un sentimiento típicamente humano? Cada quien la percibe desde un ángulo particular: hay quienes huyen de ella, quienes la combaten y hay quienes la cultivan. Actualmente,  vivimos bajo una nube de individualismo que ha llegado a un extremo en el que cada vez es más difícil conectar con la gente a nuestro alrededor. Además, nos hemos convertido en seres menos tolerantes hacia las diferencias, lo cual dificulta la convivencia pacífica y el bienestar social.

Mejor solo que mal acompañado! - La Voz de El Guarco | FacebookMuchas personas sienten que su fuente de energía, no mana de ellos sino de otros y se encuentran perdidos cuando están solos. Quien no tiene recursos internos evita la soledad. Se ha convertido en una obsesión. Se critica a lo que manifiestan estar apartados. Se considera al individuo que va a un concierto, al cine, a una reunión o la playa solo y prefiere su única compañía como un ser “raro”.

Los filósofos han abordado la soledad de diferentes maneras, por ejemplo, como una oportunidad para crecer, reflexionar o relajarse. También han considerado que puede enseñarnos sobre nosotros mismos, incluso cuando es dolorosa. Soledad y filosofía han estado siempre unidas. Los grandes investigadores invitaron desde antiguo a retirarse del mundo para poder pensar con claridad y, solo después, salir a él para poder apreciarlo y actuar con plena conciencia. Nos enfrenta, como pocas experiencias, al conocimiento de uno mismo.

Los monjes, por ejemplo, la ven como una forma de iluminación espiritual. Hay intelectuales que, además de recomendar llevar una vida tranquila y solitaria, ven a la soledad como una forma de alcanzar la excelencia. Ejemplo de ello es Arthur Schopenhauer, (1,788-1.860), filósofo alemán quien sostenía que «la soledad es la suerte de todos los espíritus excelentes». También hay psicólogos y psiquiatras que recomiendan aprovechar y disfrutar de los ratos de soledad, debido a que «nos permite descubrirnos y darnos cuenta de quiénes somos y qué queremos».

Podemos sentirnos solos estando en compañía de otras personas o podemos no sentirnos solos aunque no tengamos la amistad de nadie… Una persona puede estar en una fiesta y sentirse sola… A la inversa, uno puede estar apartado y no sentirse aislado; aunque no haya nadie a nuestro alrededor, cada individuo tiene su propio nivel óptimo de interacción social. La soledad según los especialistas es un fenómeno  multidimensional, y potencialmente estresante; resultado de carencias afectivas, sociales y/o físicas, reales o percibidas, que tiene un impacto diferencial sobre el funcionamiento de la salud física y psicológica del sujeto.

Espiritualmente la soledad y el silencio son necesidades humanas básicas que, si bien no son vitales físicamente, sí son esenciales psicológicamente y, sobre todo, espiritualmente. Debido al estado introspectivo, de reflexión y atención plena que hacen posible a que el espíritu crezca y florezca.

Platón, filósofo griego del siglo V, a.C., señala: “No estamos solos. El universo entero es amable con nosotros y conspira sólo para dar lo mejor a quienes sueñan y trabajan. Si te sientes solo cuando estás solo, Descubre la poderosa influencia de Sócrates en Platónestás en mala compañía. La soledad es la pobreza del yo; la soledad es la riqueza del yo.” Sócrates: considerado uno de los creadores de la filosofía occidental, nació en Atenas alrededor del 470, a.C., afirmó: «Hasta que no te sientas cómodo estando solo, nunca sabrás si estas eligiendo a alguien por amor o por soledad”.

Los filósofos replantean la soledad como una oportunidad para la reflexión, el trabajo, la relajación y crecimiento. La ciencia demuestra que cada estado de ánimo tiene su sabiduría. Incluso cuando es lamentable. Si utilizamos nuestra privacidad para practicar la identificación personal, podremos entender por qué algunas situaciones nos hacen sentir ciertas emociones. La soledad en la vida, nos ayuda a conectarnos con nosotros mismos, a pensar en lo que queremos, en nuestros proyectos que   el estar con otras personas sea una elección y no una necesidad. Nos hace sentir mejor porque nos da espacio para simplemente existir sin las expectativas normales que conllevan el trabajo, la familia o los amigos.

Uno de los mayores beneficios de pasar tiempo a solas es que nos ayuda a desarrollar una mejor comprensión de quien somos. Cuanto mejor nos conozcamos a nosotros mismos, más probabilidades tendremos de hacer cosas que nos gusten, aprender actividades que nos interesen y pasar tiempo con personas que nos hagan sentir bien.

Los estudios han demostrado que las personas que pasan mucho tiempo conectadas a las redes sociales tienen al menos el doble de probabilidades de sentirse socialmente aisladas. La tecnología nos ayuda a estar conectados a pesar de las circunstancias, a mantenernos siempre cerca en la distancia. En un mundo que no se detiene, a veces es necesario buscar un momento de soledad, tomar aire para seguir
adelante.

De acuerdo a los especialistas del tema: «La soledad   no es ausencia de compañía, es presencia de uno mismo». «En la profundidad de mi soledad, encuentro la claridad que el ruido del mundo me niega». «La soledad  no es vacío, es el espacio necesario para que florezca el alma».

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