Venezuela: La boliburguesía y el charco político-financiero

1.192

Javier Biardeau R.*
En momentos en que parecen “descubrirse” indicios de la corrupción político-financiera en las alturas del poder, queda claro el maridaje entre la Estadolatría, el capitalismo de estado y las fracciones del capital financiero. No se tratan solo de patologías propias de la “transición rumbo al socialismo”, sino del propio esquema de poder de la “nueva clase”, que sigue haciendo uso demagógico de la palabra “socialismo”, solo para obtener riquezas, prebendas y privilegios.

La revolución bolivariana está atrapada en dos campos minados: el campo minado del capitalismo de Estado, por una parte, que apoya una matriz desarrollista-populista, de carácter neo-adeco, y el campo minado del socialismo burocrático, con una matriz que es una extraña mezcolanza entre el estalinismo más ramplón, y el seguidismo ideológico-político de la revolución cubana.

Una de las volteretas mágicas del socialismo real, fue la conversión del Partido-Estado soviético al Capitalismo de mafias (de camarillas políticas a mafias económicas), cuyo origen era la de haber sido miembros de la alta burocracia del estado soviético, altos funcionarios del partido, y altos cuadros del estamento militar, policial, junto a sus servicios de inteligencia. El socialismo burocrático demostró su rápida propensión a transformarse en un capitalismo con nuevos grupos económicos de poder, a partir de la nominal mascarada del “Estado socialista”.

En el año 2007, escribía un breve artículo sobre lo que ya era moneda corriente en las conversaciones cotidianas: la existencia de la llamada “boli-burguesía” (http://www.aporrea.org/ideologia/a43649.html). Hoy sabemos que fue el periodista (opositor) Juan Carlos Zapata quien puso a circular el neologismo que luego el diario O´Globo de Brasil apalancó con gran fuerza de diseminación, que hoy algunos voceros de oposición reinterpretan como “Chávez-burguesía”.

Decíamos entonces que la Estadolatria propia del viejo socialismo inexistente, se expresa en su funcionalidad directa con los intereses de los nuevos grupos económicos de poder y sus gestores o padrinos políticos. Ciertamente, detrás de la palabra “boliburguesía”, hay complicidad de funcionarios del Estado.

También decíamos que no hay transición al socialismo democrático, revolucionario, participativo y libertario desde el fortalecimiento de la Estadolatria y del Capitalismo de Estado. El fortalecimiento del capitalismo de Estado, decíamos entonces, es un valor de nuestros “jacobinos burgueses”. En otras palabras, conocemos más o menos bien, que cosa es el jacobinismo político, pero ignoramos las raíces de clase y los intereses económicos del jacobinismo.

Decíamos que en ese error habían caído los llamados “intelectuales del socialismo del siglo XXI”, por ejemplo, el anterior Ministro (de Planificación) Haiman el Troudi, quién en su texto: “Ser capitalista es un mal negocio”, decía que “hay que vencer la conspiración del chavismo sin socialismo, esto es, la subterránea lucha de jacobinos versus girondinos (p.31)”.

Y planteaba DAR: “Por último, se perfila un tercer grupo oligárquico en el chavismo, el que podría encarnar en Blanco La Cruz y Hernández Behrens, militares retirados ambos, gobernador de estado el uno, banquero hasta hace poco el otro, pero al parecer magnates en ascenso o en gestación.”

Para DAR, “Tendríamos entonces tres grupos económicos entre los cuales reparte sus efectivos la naciente oligarquía bolivariana. No he hecho comparaciones, pero creo que ningún otro régimen desde 1900 creó tantos grupos en tan poco tiempo. Es un récord de velocidad que sería necesario remitir a Londres para su debido registro.”

Para DAR, “La celeridad en la creación de esa oligarquía se explica por la coincidencia de tres factores en el régimen bolivariano. El primero, la abundancia fiscal que comenzó en 1999, cuando Chávez encontró el petróleo en nueve dólares el barril y de inmediato vino la racha alcista que luego lo colocaría en sesenta y dos dólares y que, aunque atenuada, aún dura. Es cierto que los cincuenta dólares de hoy, reducidos a monedas de igual paridad, resultan muy inferiores a los de 1980, pero es evidente o innegable que a Chávez le ha correspondido una mejor experiencia de precios petroleros que a Caldera o al segundo período de Pérez. De todas maneras, la economía petrolera ha vivido un lapso de prosperidad que se traduce en abundancia fiscal. El segundo factor que ha propiciado el enriquecimiento acelerado de algunos cabecillas del oficialismo, es el descaro de clase. Entiendo por descaro de clase aquella ligereza moral, aquella desenvoltura rapaz que caracteriza a los plebeyos cuando de súbito cambia su suerte en la vida. En el fondo de todo plebeyo hay un trepador, o mejor, todo plebeyo es un trepador. El oficialismo se ha formado de plebeyos que en el sistema político o en los cuerpos militares veían con codicia, pero con frustración, el festín que saciaban adecos y copeyanos.”

Finalmente señala DAR: “El tercer factor es la tolerancia, casi alcahuetería, diríamos, con que Venezuela siempre toleró y hasta aplaudió a los ladrones de su Tesoro Nacional. ¿Acaso no fue popular Páez que pasó de peón de sabana a latifundista por la hazaña de su lanza? ¿Y Guzmán, Crespo y Panchito Alcántara, no gozaron las mieles del prestigio popular? Un caudillo que robe siendo plebeyo y que siga conservando su cultura de plebeyo es algo que embeleza a los venezolanos.”

Concluía DAR: “Ya la oligarquía chavista, la "boliburguesía", es suficiente ella sola, para sostener al régimen”. Lo que no decía DAR, era que esa “boliburguesía” también podía generar con su potencial caída, una terrible implosión en la sustentación moral de la revolución bolivariana. Bastará constatar hasta que punto acertaba o no DAR en sus apreciaciones, en la medida en que decante la actual polvareda.

Como para coger palco…

1) Histórico intelectual de izquierda, crítico del bolivarianismo

*Sociólogo y docente universitario. El título original es "Domingo Alberto Rangel, la boliburguesía y el charco político-financiero"

 

También podría gustarte
Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.