México, el inefable señor Piñera: los políticos y las damas

Otra piñería. En un acto protocolar señaló, retóricamente, la semejanza entre políticos y damas. No hubo risas. Ni de los políticos ni de las damas. Dicen que el rostro de su cónyuge resumió la opinión de todos los presentes. El resto pertenece a las «redes sociales», cuya reacción no es lectura recomendable para menores de edad… Tampoco para políticos. Y menos para damas. ¿Qué quiso de veras decir?| MAGALÍ SILVEYRA.

El lección al parecer estaba prevista para la constitución de la CELAC en Caracas, pero un alma piadosa, habida cuenta de la trascendencia del hecho, lo convenció de que era mejor mantener la boca cerrada. Esa alma piadosa no estuvo alerta en México.

Y en la reunión de jefes de Estado del Pacífico en Tuxtla, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, pudo ilustrar a sus pares con una lminitratado de política práctica y, de paso, hacer menos tediosa (para él) la tertulia; no funcionó, empero: por fortuna su colega y anfitrión mexicano procuró —con sonrisa de circunstancias —para decirlo en tono popular— sacarle las patas del barro.

“¿Sabe usted cuál es la diferencia entre un político y una dama? Cuando el político dice que sí quiere decir tal vez; cuando dice tal vez quiere decir que no y cuando dice que no, no es político. Cuando una dama dice que no quiere decir tal vez, cuando dice tal vez quiere decir que sí, cuando dice que sí no es dama”, explicó el primer mandatario del sur sorprendiendo a la cátedra por las implicancias prostibularias de su aserto.

Piñera, piensan lo que están al día sobre su ideario, en realidad lo que pretendió fue explicar metafóricamente la razón de su asistencia a la puesta en marcha de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe y sus efusivos saludos a, entre otros, Hugo Chávez.

El jefe de Estado retornó el martes a Chile tras su gira —o jira— por Venezuela y México. El regreso fue más bien callado. Los chilenos tienen mala suerte: ¡hay tan poco para reír en Chile!