Nuevo Mundo

8.757

RW
Siglo XVI, México —o lo que sería con el paso de las generaciones y los mitos y las muertes México—; una rebelión indígena entre manos; peor todavía, una rebelión de indígenas que no aceptan la cruz: tienen su fe, su tierra, su libertad. El jesuita piensa, anticipa (podría decirse) la pregunta que es el Rubicón de toda acción política redescubierto tres siglos después por Lenin: lo Qué hacer.

 

Rodada entre 1976 y 1978, no conoció realmente el filme un estreno formal; Nuevo Mundo del entonces joven director Gabrielo Retes permaneció en la semi clandestinidad de la censura por 20 años con el natural y entusiasta beneplácito de los buenos curitas de la Iglesia Católica.

 

Sucede que al desmontar la diégesis de la película el mito guadalupano, y negar en consecuencia a la Virgen de Guadalupe —onmipresente en el país—, la película fue vista por «los de siempre» como una agresión a las sagradas tradiciones que informan la gestación de México.

 

Todo comienza cuando el buen jesuita, el padre Pedro, tiene una idea tan brillante como antigua: hay fuerzas más poderosas que la espada; ¿por qué no echarlas a caminar? Usar el sagrado misterio de la mujer para establecer la sagrada institución de la colonia —y de paso evitar una masacre.

 

Las dotes de un indígena y la inocencia de una mujer, ambos bajo la dirección de fraile, originarán la alegoría y, espera, la paz y sumisión de aquellos que acaso tengan alma.

vLas cosas salen bien para adelantados, capitanes y encomenderos —y para la jertarquía religiosa— puesto que la pintura y la persuasión de la obra divina (la virgen quiere paz entre los naturales y los recién llegados) convence; mal para trío conspirador por la paz, puesto que son asesinados.

 

En fin, el resto es historia que se repite en los miles de leguas del continente. Alzamientos y masacres no se detendrán, pero la cruz entra y medio que consigue —pasan las décadas y los siglos— envainar la espada; no siempre, a veces es necesaria, naturalmente bendecida para acabar con los nuevos herejes que aquí y allá se empeñan en mostrar la otra cara de la moneda.

 

El filme empero cumple con el mandamiento felliniano: no intenta demostrar, muestra. Lo hace con dignidad. Que el método, unir la invasión y conquista con dios da buen resultado en otras partes: cinco siglos después de los sucesos relatados en Nuevo Munbdo no hay región de la América católica que no tenga «su» virgencita en el altar de los templos más alejados de cualquier parte.

 

Ficha
Director: Gabriel Retes
Guionista: Pedro F. Miret
Actores: Aarón Hernán,
Tito Junco,
María Rojo,
Lucila Balzaretti,
Elpidia Carrillo,
Luis Couturier,
Ignacio Retes,
Bruno Rey
Producción: Jorge Santoyo
Música original: Raúl Lavista
Fotografía: Daniel López
Montaje: Eufemio Rivera
Fecha de producción: 1978
Cortesía del la organización del Festival de cine latinoamericano de Trieste, Italia.

 

También podría gustarte
2 Comentarios
  1. Lyone lar dice

    Ahora entiendo quien vino a sembrar la ignorancia para que Mexico no fuera en el presente una superpotencia como E. U. o Francia

  2. Jesús Pérez Gaona dice

    Excelente película en todos los aspectos: historia -lo más importante-, actuación, escenografía, música, guión, producción, etc. «La verdad no peca pero incomoda», El fanatismo religioso la desgracia de la humanidad.

Deja una respuesta

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.