Dos textos de Kintto Lucas: Punta de las Hormigas y El Monstruo del Agua

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Punta de las Hormigas

Cuando llegaron a Tierra Negra, las hormigas se organizaron en pueblos de colores. Cada pueblo pintó sus hormigueros de un color. Mirados en perspectiva, desde las rocas, que parecen montañas frente a la ciudad, los pueblos forman un arco iris. Cada color representa una cultura y una labor hormiguera.

El pueblo de las hormigas escritoras, que se dedican a contar la historia, inventar el pensamiento, dar vida colectiva a las palabras y además a la recolección de frutos rojos, tiene un color muy rojo. El pueblo de aquellas que dirigen la guerra en caso de que sea necesaria y hacen tzanza de mosquitos tiene un color naranja. El de quienes recogen hojas de acacia y elaboran los alimentos, es de color verde. El pueblo de las hormigas que recogen granos de maíz y siembran la tierra es de color amarillo. Resultado de imagen para hormigas miro

El de las que observan el cielo para explicar a las demás cómo estará el tiempo y el futuro, es azul. El pueblo de las que recogen piedritas para la construcción y construyen los hormigueros es añil. El de aquellas que recogen el agua de los ríos y se dedican a las artes, al teatro y la música, es violeta. Nadie se dedica a la limpieza porque no hay basura, porque nadie ensucia.

Las hormigas de Tierra Negra hablan fantaxis, una mezcla del idioma kichwa, lenguas semíticas y el griego antiguo. Según las brujas es el idioma de la sabiduría ancestral. Los viejos ruiseñores aprendieron a traducirlo al canto y elaboraron una especie de diccionario pentagramal.

Las hormigas fueron las primeras en llegar a Tierra Negra. Llegaron abriendo caminos desde la montaña, cargando hojitas de plátanos, pequeñas alas de moscardones y tzanzas de zancudos… Luego vinieron los ruiseñores con libros y cantos… Atrás llegaron las brujas y el Monstruo del Agua…

Si bien en Punta de las Hormigas se consumen varios alimentos, el principal es el amaranto. Durante miles de años, algunos pueblos de los Andes colocaron en las tumbas de sus muertos, esa planta que los ayudaba a viajar con tranquilidad hacia otro mundo. Las hormigas vienen desde esos tiempos, recogiendo y sembrando el amaranto. Durante miles de años los griegos utilizaron la misma plantita como símbolo de inmortalidad y los guerreros que surcaban el mar la ponían en sus cabezas para volverse invisibles.

Durante miles de años, esta plantita que resistía climas fríos, secos, húmedos y suelos pobres, fue un gran alimento para pueblos andinos y mesoamericanos. Durante miles de años los pueblos kichwas la cultivaron asociada al maíz o la quínoa en pequeñas huertas. Durante miles de años, le atribuyeron propiedades esotéricas, vigorizantes y afrodisíacas. Se supone que en esas propiedades se generan las múltiples fantasías de las hormigas al hacer el amor bajo la luna, en las cuevas escondidas en las rocas, entre la barcas.

Resultado de imagen para amarantoDurante algunos siglos los colonizadores prohibieron cultivarla, tenerla, consumirla… entonces desapareció. En el nuevo ciclo de los tiempos el amaranto regresó. Los pueblos hormigueros que llegaron a Punta de las Hormigas trajeron el amaranto en sus cobijas. El amaranto se fue mezclando con otros alimentos, con otros sabores, y ahora en Tierra Negra, lo consumen las brujas, los ruiseñores, los pescadores, hasta los caracoles y los cururús.

Punta de las Hormigas es un gran hormiguero donde la vida y la muerte son imágenes de colores. La sombras fueron pintadas como figuras de Miró. El arco iris general mira hacia el sur como si lo hubiese dibujado Torres García. Entre las rocas los murales parecen haber sido pintados por el viejo Pablo con una mirada de paz creciendo desde Guernica.

Si en el gran cielo de la poesía, están lo poetas ruiseñores, en el gran mar del arte están todos los oleos, todas las formas, todas las paletas, espátulas y pinceles, y el mar es un gran lienzo que hace olas. Si cada ruiseñor es un poeta, cada hormiga es una artista, y al fin de las imágenes, al fin de la playa, al fin de la memoria, al fin de las rocas, Punta de las Hormigas se extiende más allá del alma de la luna, del claro de luna, de la luz, del amor, de la luna, más allá del amor bajo al luna.

El Monstruo del Agua

Resultado de imagen para monstruo del aguaEl Monstruo llegó a Tierra Negra lanzando agua por todos los rincones, y un ruiseñor lo miraba. Es un monstruo un poco estrafalario, un poco locoteli, un poco derrotado, pero con una profunda pasión en su mirada.

La humedad de sus ojos y el agua que lanza por los rincones, hacen de su vida una mojadura, o sea una mojada locura. Cuando sonríe, la humedad de sus ojos moja el corazón de las personas queridas, y moja también su corazón. Está tan loco, que al caminar por los mundos sutiles entre la imaginación y la realidad, va peleando con el viento de lo molinos, con los molinos no porque con ellos ya se había enfrentado su amigo Alonso Quijano. Locateli, la bruja más sabia de Tierra Negra, le dice loco del teli y se sonríe recordando historias de Zugarramurdi.

La cabaña del monstruo es la casa más colorida de Tierra Negra, aunque no tiene colores. Locateli la pinta con su escoba. No es una escoba cualquiera: a veces puede barrer la hoguera de recuerdos ardiendo en el aquelarre o hacer una limpia de los pensamientos más profunda que cualquier shamán. Pero la escoba no puede borrar las dudas, ni los miedos, ni el fuego dentro de la lluvia con aroma a ruda, ni el futuro.

El monstruo no está loco aunque todos le digan loco del teli. El Monstruo no está cuerdo, aunque le pidan que invente alguna historia. Locoteli no es un monstruo, aunque siga lanzando agua sobre la memoria, y la memoria lance agua sobre las imágenes del monstruo, y el monstruo sea una isla, y la isla una luna cayendo en un balcón, y el balcón sea una flor creciendo en una cama, y la cama sea el amor creciendo en el alma, y el alma sea el monstruo dolido del amor, del odio, del dolor, dolido del agua que golpea en la ventana que está frente al horizonte en el mar.Resultado de imagen para monstruo del agua la bruja  y la luna

La Bruja más Sabia, a veces cree que el Monstruo del Agua es muy loco, pero sabe también que la locura está en la vida que los hizo quemarse en el fuego del amor. Ella sabe que los telones del teatro se abren a veces casi sin darse cuenta y cuando él la ama quiere que la obra no termine nunca. El sabe que no hay vino más rico que su cuerpo. El aroma y el sabor de ella se derrama en su boca.

Los dos son un poco, y mucho, parte de la luna, y ella es bastante de los dos. El Monstruo del Agua mira la luna y ve a la Bruja más Sabia. Ella le invita a distribuir la luna para que sea de todos y la noche del mundo se ilumine. Sus manos y su cuerpo están llenos de él como la luna. Las manos y el cuerpo del Monstruo están llenos de ella y de la luna. Mañana, aunque las manos y el cuerpo de ella no estén ya junto a él, seguirán llenos de él, y viceversa… pero la luna ya no será la misma aunque lo sea.

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