Histórica condena a Monsanto en EU: debe indemnizar por 300 millones de dólares
Un jurado en California condenó a Monsanto a indemnizar con 289 millones de dólares a un hombre que asegura que el cáncer terminal que padece se debe a su exposición a un producto de la multinacional que contiene el polémico herbicida glifosato. Expertos de todo el mundo coinciden en que el veredicto puede abrir la puerta a centenares de nuevas demandas, aunque no dejan de llamar la atención sobre el hecho de que el fallo sale cuando la alemana Bayer ya acreditó las garantías para la compra de la agroquímica.
Mientras algunos expertos destacan que mientras la compañía era norteamericana, la Justicia dejó dormir el caso, otros aseguran que el juicio se hizo ahora porque la ley californiana exige que la Justicia empiece a actuar en vida del demandante.
El hombre en cuestión, Dewayne Johnson, sostiene que utilizó el herbicida Roundup de Monsanto de manera frecuente mientras trabajó como jardinero para el distrito escolar de San Francisco. El jurado, del Tribunal Superior de San Francisco, determinó que Monsanto no advirtió correctamente del riesgo para la salud que se corría al usar este producto con glifosato. El jurado también concluyó que la omisión de las advertencias necesarias fue “un factor sustancial” en la enfermedad de Johnson, que tiene 46 años y padece linfoma no hodgkin (un cáncer en los linfocitos de la sangre). Los médicos del demandante aseguraron en el juicio que a Johnson le quedan meses de vida.
El glifosato es un herbicida que ha generado una gran controversia en todo el mundo por presuntos efectos perjudiciales tanto en la salud de las personas como en las tierras rociadas con productos que lo contienen.
En un comunicado de prensa, Scott Partridge, uno de los vicepresidentes de Monsanto, señaló que apelarán la decisión judicial. “Mostramos nuestra empatía con el señor Johnson y su familia. La decisión de hoy no cambia el hecho de que más de 800 estudios y revisiones –y conclusiones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos , el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos y autoridades regulatorias en todo el mundo– apoyan el hecho de que el glifosato no causa cáncer”, aseguró.
Medios locales recordaron que éste es el primero de los cientos de casos que Monsanto debe afrontar en Estados Unidos por los supuestos efectos cancerígenos del glifosato.
La Organización Mundial de la Salud catalogó al glifosato como “cancerígeno probable” en 2015. Pese a este fallo, después de una tensa negociación, la Unión Europea acordó en noviembre del año pasado renovar la sustancia hasta 2022. España fue uno de los países que votaron a favor de prorrogar la licencia cinco años más. Francia, en cambio, ha sido uno de los adalides contra el glifosato y se opuso, junto a otros ocho países, a la renovación de su uso en la UE. El partido de Los Verdes franceses manifestó que la decisión del jurado californiano es una “victoria histórica” y pidió a la UE que asuma un papel de liderazgo en la prohibición definitiva del glifosato. “Hace décadas que Monsanto actúa con total impunidad con la meta de buscar un beneficio a todo coste. Eso implica que ha disimulado la peligrosidad de sus productos, una peligrosidad demostrada por los estudios”, denunció en una radio francesa David Cormand, secretario nacional del partido ecologista. Los Verdes franceses, que integran la coalición de gobierno del Ayuntamiento de París, demandaron a la UE que combata el glifosato: “Europa tiene que ser motor e impulsar un tipo de expertos que puedan analizar la peligrosidad de estas moléculas químicas en la salud humana y el medio ambiente”, agregó Cormand.
Por su parte, el grupo farmacéutico Bayer, nuevo propietario de Monsanto, reaccionó a la noticia afirmando que el glifosato es “seguro y no cancerígeno”. “Basándose en pruebas científicas, evaluaciones reglamentarias a escala mundial y décadas de experiencia práctica del uso del glifosato, Bayer estima que el glifosato es seguro y no cancerígeno”, declarado un portavoz del grupo alemán. La empresa también emitió un comunicado anunciando que recurrirá el fallo y reiterando la idea de que el glifosato, principio activo del Roundup, no provoca cáncer y no es responsable de la enfermedad del demandante.
Bayer adelantó argumentos similares y explicó que “el fallo de la Corte contradice las conclusiones científicas según las cuales no existe ninguna relación entre la utilización del glifosato” y la enfermedad de Dewayne Johnson.
Johson es una de las pocas personas en el mundo que lograron llevar a juicio a Monsanto. Hay miles de procesos en curso en los Estados Unidos, en distintos grados de avance. En Francia, Monsanto afronta dos juicios. El primero lo inició un cerealero, Paul François, que la demandó en 2007. La empresa fue condenada en primera instancia y en la apelación, pero la corte de casación revocó el fallo por un problema formal. Actualmente, siguen las apelaciones. El otro caso es el de una pareja que en mayo de este año denunció a la agroquímica por las malformaciones de su hijo recién nacido. El proceso recién empezó.
Si bien el fallo de un tribunal norteamericano no genera jurisprudencia en Francia, los ambientalistas lo celebran como un triunfo en su lucha contra los agrotóxicos.