Martín Fierro y gaucho Cruz según el Mingo Echeverri

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Y así, injustamente, se quedaron sin relato acciones de alguna batalla que la historia posterior estimará decisiva, los acallados insultos y entredichos de los personajes de cualquier novela exitosa  y hasta por ejemplo, la calentura que debió bancarse el cochero en el libro de Flaubert, al transportar detrás suyo aquel novelero cuerpo a cuerpo entre su madame Bovary con el Rodolfo Boulanger.

Y en esa misma frontera de literarias omisiones, cómo no imaginar el amasijo previo de Juan Moreira con su amante en el prostíbulo donde al rato nomás lo matarán por ‘gaucho vago y mal entretenido’; y qué injusticia nombrarlo así.

Asimismo y sin desechar otros  buenos ejemplos, imaginemos el quilombo mental que sufriría ‘Funes el memorioso’, – personaje del viejo Borges- si se olvidaban de darle la pastilla recordativa para devolver a su marote hasta el formato de un árbol hoja por hoja, según él sabía memorizar.

Y por esa obligación de Periodista Especializado y Atemporal que detento, con seriedad y no como esos temerarios que hablan de literatura en el suplemento dominical ignorando hasta quién soy yo; el Mingo Echeverri;  les ilustraré a propósito de ‘la intertextualidad y sus alrededores’ en un diálogo de Martín Fierro con el gaucho Cruz. Renglones que omitiera en su libro el mismísimo José Hernández, y ni siquiera insinuara lo ciertamente hablado en los  anocheceres por esos dos aparceros de la soledad pampeana.

– Y sí, -en algún momento habrá dicho el gaucho Cruz- aquí el agua está a un metro abajo nomás; hay brotes  de duraznillo blanco y ese dato es infalible. Pero hoy y de seguir hablando de la pampa argentina, me gustaría saber don Martín: ¿es usté freudiano o lacaniano?
– Según de ande sople el pampero, gaucho Cruz. ¿Pero diande sacó usté esa pregunta de la intimidá?
– Es que si debemos seguir otro siglo más en esta soledad, hay que rebuscar algún tema de conversación. ¿No le parece? – y la carcajada de esos dos gauchos sacudió parte del campo argentino… No tanto pero casi.

– Tiene su razón paisano. ¿Se acuerda del Mingo Echeverri, ese pueblero que se las sabe todas? Bueno, anda diciendo que en cien años más o menos, en estos parajes se casarán mujer con mujer y varón con varón. Y mucho antes de esa perdición ya existirán dotoras, comisarias y hasta presidentas de tacos altos y pollerita corta que nos indicarán como hay que caminar, sentarse para comer y otras cosas difíciles de explicar sin usar malas palabras, que usté sabe. Y andan avisando que cuando menos lo esperemos se van a descargar con el matrimonio igualitario y otras indecencias. ¿Qué me dice? Matrimonio igualitario…
–  ¿Y eso de igualitario qué quiere decir, don Cruz?
–  ¿ Ni siquiera lo supone, don Martín? /Qúe flaca imaginación/ Mujer entre ellas, hombre contra hombre, yo tú él los otros las otras y ella…   arg Martin Fierro1
–  Yo les aviso desde ya a familiares y amigos, conmigo a eso ni lo sueñen – carcajeó el gaucho Martín Fierro y la siguieron con el gaucho Cruz yendo y viniendo con esa ‘brujería del matrimonio igualitario’.
–  Bueno, eso llegaría ni bien empiecen a mandar las hembras. Y vea usté, gaucho matrero, si esa es manera de pensar una persona humana.
– Pero a eso le aconsejo que ni se oponga. Es un negocio redondo, gaucho Cruz. ¿Qué maldición de diablo mandinga ni cuento chino? Que ellas se hagan cargo de todo y nosotros a disfrutar. ¿Le parece poco? – y las risotadas de ambos paisanos se oyeron hasta en la pampa de al lado.

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1 comentario
  1. Juan Hellman. dice

    Sencillamente Brillante de alguien que sabe mucho. Juan.

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