«Think Big «

2.727

La expresión en inglés “think big” ha sido traducida como pensar en grande, y si bien su origen está asociado al mundo empresarial, no está demás reflexionar sobre este imperativo, desde un punto de vista diferente, en una sociedad como la chilena. Llama la atención que en este “pensar en grande”, aparece en primer lugar el “pensar”, una actividad o propensión más escasa, hoy en día, de lo que parece en nuestro medio.| ÁLVARO CUADRA.*

 

Los chilenos nos hemos pensado poco, y hemos olvidado a los pocos que lo han hecho, los resultados están a la vista: habitamos un país injusto, mezquino y mediocre.

 

Los pocos compatriotas que se han atrevido a emprender la temeraria empresa de pensar su país y su tiempo, languidecen en el olvido. La frivolidad suntuaria en que estamos sumidos acalla las sabias palabras de nuestros grandes artistas e intelectuales de ayer y de hoy. De este modo, una actividad normal del ser humano como es el “pensar”, se ha convertido en algo exótico, enclaustrado en universidades o centros de investigación. Pensar no está de moda.

 

El Chile de hoy ha abolido su memoria y lo que ha sido nuestro “pensar”. Esto no es casual: el “pensar” en Chile ha estado asociado a la “crítica”. El estado lamentable de la educación y la degradación de los medios de comunicación en nuestra sociedad está demostrando que a los poderes no les interesa que la gente piense, más bien todo lo contrario, se busca el control social y la domesticación en el consumo: Olvido e ignorancia.

 

La consigna de hoy parece ser “entretener”.

 

Si ya el “pensar” ha quedado excluido de nuestro paisaje social y cultural, el “pensar en grande” se convierte en utopía. Por décadas, los diversos gobiernos han desplegado políticas públicas que solo reafirman una educación y una cultura altamente estratificada y de elite. Una cultura de nuevo rico que vuelve la espalda a su riqueza, encandilada por todo lo que sabe a “spanglish”. Digámoslo con todas sus letras: Chile no solo no ha superado su clasismo congénito sino que, en los últimos años, lo ha acentuado.

 

Pensar en grande en nuestro país no podría ser sino “pensar con grandeza”, esto es, con cierta elevación moral y espiritual.

 

Debemos, pues, celebrar el reclamo estudiantil por una educación pública gratuita y de calidad. Se trata de un genuino balbucir de las nuevas generaciones que contiene la simiente de otro Chile. No nos engañemos, nos aproximamos, después de décadas, a tiempos donde será imprescindible pensar en grande.

 

Lo que está en juego va más allá de lo económico, más allá de los avatares políticos. Estamos hablando, ni más ni menos, de un nuevo horizonte histórico y moral para nuestro país en este siglo que despunta.

* Semiólogo. Investigador y profesor universitario.

También podría gustarte
4 Comentarios
  1. maria teresa quintino dice

    no me apagues la tv,no ves que me puedo poner a pensar….

  2. Antonio Casalduero Recuero dice

    Es sin duda un buen planteamiento, del que se puede concordar como discordar, es el típico ensayo que abre debates, y evidentemente que eso es muy saludable intelectualmente.
    Mi visión al respecto no es inocente ni sensitiva, es política, quizás ideológica. Soy un convencido de que nada es casual ni accidental, son muchas las señales que conllevan una intencionalidad de trasfondo, empezando por la farandulización de la televisión, medio masivo por excelencia, el constante bombardeo de imágenes futbolísticas que endiozan a algunos jugadores, la priorización de frivolidades en vez de la transmisión de juicios y opiniones sensatas de pensadores, filósofos o políticos, se da mayor importancia al papel de regalo más que al regalo en sí mismo. Los poderosos de hoy temen que movimientos sociales les desordene el naipe, que alteren su sistema social de incremento de utilidades, los medios de comunicación masiva son factores clave en esta desertificación del pensamiento que hoy azota a las sociedades, sean éstas occidentales u orientales, nórdicas o latinas. Los antiguos romanos no estaban tan errados cuando afirmaban que a los pueblos había que darles pan y circo, así se entretetenían mientras los poderosos entretejían sus artimañas del poder. Mientras más embrutecido está un pueblo, más fácil es gobernarlo y explotarlo. La farándula ni el fútbol son casuales en el Chile de hoy, son programaciones sociales urdidas por los detentores del poder, de tal forma que la precarización del trabajo no sea cuestionada organizadamente. Muchos jóvenes usan Internet sólo para ingresar al Facebook o «chatear»; ¿quién va a querer pensar en un medio tan pobre como el de hoy?

  3. Jaime Alfredo Carrasco dice

    Sin lugar a dudas que el pensamiento critico esta surgiendo con fuerza en los últimos tiempos. Lo vemos en las aspiraciones de los jóvenes en los países árabes, también lo vemos en los jóvenes estudiantes de la provincia de Quebec en Canada, y para qué mencionar a Chile y sus brillantes jóvenes. ¡Aun tenemos esperanza!

  4. María Neder dice

    ¡Qué nota excelente! Hacía tiempo que no leía un texto periodístico que llegara al origen. Al punto focal.
    Pienso que en mi país -Argentina- también sucede, aunque no parezca; hace años que todo el sistema fue concebido para no pensar. Latinoamérica se junta y no termina de unirse para pensarnos en grande. En cada pequeña región de cada país suena la misma campana. El planteo del Prof. Álvaro Cuadra se manifiesta en todos los órdenes. Pensar, efectivamente, implica otra forma de pararnos en este tiempo, en el propio lugar.
    Muchas gracias.

    María Neder
    Escritora. Gestora y periodista cultural.

Su dirección de correo electrónico no será publicada.


El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.